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Ansu se aleja de él y niega.

—¿Te pensás aparecer así nomás? ¿Como si nada? Conmigo no —dice.

Eric no le dice nada porque sabe que va a ser peor. Ansu ve llegar a Nico, quien tampoco tenía cara de buenos amigos.

—Vos no cambiás más, vos sos de otro mundo, García. No das más de estúpido —dice Ansu.

Eric agacha la cabeza y se acurruca contra Ferran.

—Estuvo bueno tu teatrito, deberías ir de gira más lejos la próxima —aplaude Nico.

Eric esconde la cabeza en el pecho de Ferran, quien lo acaricia mirando medio mal a sus amigos.

—Prometiste no volver a hacerlo, a la primera la dejamos pasar, lo volviste a prometer y ahora ya no más, ya ni sé si sabés lo que son las estúpidas promesas —dice Nico.

—Sé lo que son —susurra casi inaudible Eric.

—Me alegro —lo aplaude Ansu—. Pero a mí ya no me prometas nada, dejé de confiar hace rato en vos. Perdete más tiempo la próxima, pero conmigo ya no cuenten para buscarte, no voy a gastar mi tiempo en tus caprichos sólo porque querés desaparecer de tus problemas en lugar de hablarlos con nosotros. Ya ni sé quién sos. —Se va de ahí.

—P-Pero, Ansu... —susurra el catalán. Le dolió mucho escuchar eso.

—Suerte, García —le dice Nico y se va también.

Eric se muerde el labio para no llorar y se tapa la cara. Siempre arruinaba todo, todo era su culpa.

—Perdonalos, Eric —susurra Gavi—. Están enojados, mañana se les pasa. —Se va en busca de Nico.

Eric esconde la cabeza en el pecho de Ferran y lo abraza fuertemente, con miedo de que él también se vaya.

—No, mi vida —susurra Ferran y lo acaricia—. Nunca me voy a ir de tu lado.

Eric lo abraza fuertemente, sollozando. Ansu una vez también le dijo que nunca iba a irse, y no lo cumplió. Está confiando en que Ferran lo haga, ruega que Ferran sí se quede con él.

—Yo no soy Ansu, mi vida. —Torres le limpia las lágrimas—. Por toda una vida al lado tuyo.

—¿E-estás s-seguro? —susurra Eric, sollozando bajito.

—Sí, mi amor —susurra Ferran—. Siempre me voy a quedar.

Eric lo abraza fuertemente.

—Tranquilo, mi vida —susurra el valenciano y lo acaricia.

García aguanta las lágrimas. Había perdido a dos de sus amigos. Solloza bajo, y Ferran lo acaricia.

—No llores, mi amor,  no lo valen —dice.

Eric trata de dejar de llorar, y Torres le da varios besitos.

—Vamos a casa, ¿sí? Necesitás relajarte —dice Ferran, y Eric asiente con la cabeza.

Ferran, aún abrazado a él, hace que se suba al auto que había quedado de Eric ahí y se va a buscar la mochila con la llave dentro y vuelve.

—¿Manejás vos? —hace puchero Eric.

—Lo iba a hacer de todas formas —se ríe Ferran y enciende el auto, y van hacia la casa de Eric. El catalán no dice nada en todo el trayecto.

Ferran suspira, va a matar a Ansu y a Nico. Llegan a la casa.

Malos Entendidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora