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Gavi sonríe, tratando de regularizar su respiración, mientras Nico coloca sus manos alrededor de él, sosteniéndose de la isla. Gavi se lame el labio.

—Me encanta esa manía que tenés —susurra Nico en su oído, y Gavi jadea—. Hacelo más seguido la próxima —susurra nuevamente Nicolás, y deja un camino de besos, desde su oído hasta el cuello, mordiéndolo—. ¿Sabés que? —sonríe Nico—. No podemos hacer nada.

—¿Q-Qué? —Gavi lo mira.

—No podemos hacer nada porque aún tengo toda la ropa puesta —se ríe Nico volviendo a atacar su cuello.

Gavi gime y lo aparta un poco para sacarle la ropa. Nico sonríe al verlo desesperado.

—No estoy desesperado. —Gavi lo mira mal.

—¿Ah, no? —Nico lo detiene cuando quiere sacarle la remera.

—No —lo mira mal Gavi.

Nico se ríe. Se aleja un poco y muy lentamente empieza a sacarse la remera, primero una manga.

—Dale, Nicolás —bufa el menor, causando la risa de Nico—. No te rías.

—Te amo —susurra Nico y se acerca.

—Y yo a vos —dice Gavi y se lame lentamente el labio.

—Sacame la ropa —sonríe Nico.

Gavi se acerca y le saca la ropa rápidamente, bajo la sonrisa de su novio.

—¿Estás seguro que querés continuar? —le pregunta Nico acariciando su mejilla.

Gavi asiente mordiéndose el labio. Nico sonríe y le muestra 3 dedos. Gavi se sonroja y los lubrica, sentándose nuevamente en la isla. Nico besa su mejilla y retira los dedos.

—Voy a ir despacio, si te duele me decís y paramos —le dice.

—Bueno —susurra el menor.

Nico lo levanta un poco y muy despacio mete el primer dedo...

Malos Entendidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora