・⁺ 𝐁𝐀𝐉𝐎 𝐌𝐈 𝐏𝐈𝐄𝐋 《𝙺𝚘𝚘𝚔𝚅》

9. That's Us

7 años atrás... (17 años)

La primera vez que Taehyung lo engañó fue después de haber cumplido su primer año juntos, y a pesar de haberlo perdonado y creído que todo seguiría tan bien como antes, no fue así. Porque a partir de ese momento comenzó ese asqueroso ciclo tóxico que mantuvieron por años.

— Debí saber que no sucedería porque no estaba bien. — dijo frustrado.

— Te lo dije amigo, debiste mandarlo a la mierda desde el principio, ¿Por qué sigues tolerando esto? ¡Joder! — regañaba Yoongi con molestia, pues detestaba ver a su mejor amigo en ese estado tan decaído. — Sabías que no volverían a estar bien y no lo estarán porque ese imbécil te sigue engañando una y otra y otra vez.

— ¡Lo sé joder! — gritó furioso. — Pensé que podría solucionarlo y volver a ser algo, pensé que podíamos intentarlo nuevamente, pero... ¡Agh! — el azabache llevó ambas manos a su rostro y se hundió en ellas, se sentía tan impotente.

— Tienes que parar, por favor Kook.

— Tengo que sacarlo de mi vida, lo sé. — suspiró con tristeza.

Eso fue lo que le dijo a su amigo pero es que no era así de sencillo, porque ese mismo día al llegar la noche se vio invadido por todos los recuerdos que pasó con Taehyung, que simplemente no pudo evitar darle cuerda nuevamente a ese ciclo.

Sacó su celular y marcó aquel número que sabía de memoria.

— Kookie... — Le respondieron de inmediato.

Se sentía patético, él fue el que le dijo a Kim que quería estar solo, que lo dejara en paz y aun así, fue él quién volvió a buscarlo. Porque tontamente quería que le siguiese quitando su tiempo.

— Oh amor, yo debería saber que esto nunca va a funcionar, que no hay manera de que termine bien y sé que es de humanos errar pero, te sigo queriendo para mi. — declaró con tristeza.

Jungkook podía soportar la caída, el dolor y el placer. Taehyung no era diferente, él también era capaz de soportar todo ya sea que fuese para bien o para mal. Y era tan malditamente frustrante, porque aunque quería aparentar que todo estaría bien no paraba de preguntarse, "¿Y si nos equivocamos?" "¿Y si no somos todo lo que pensábamos?"

Entonces no lo lograrían, pero bueno...

— Supongo que así somos nosotros.

— No sé porque te llamé. — dijo el azabache con tristeza, sabiendo que a pesar de que no pudo evitar hacerlo no significaba que estaba bien.

— Porque eres un egoísta. — respondió serio el contrario y Jungkook sintió su corazón apretarse.

Y a pesar de la seriedad en su tono de voz el azabache sabía que Kim sentía lo mismo, porque de no ser así no le seguiría manteniendo aferrado a su lado. Y aunque todos le decían que estaba bien así, que no tenía porque volver a él, seguía haciéndolo.

— Supongo que lo que necesitas es otra persona que te haga sentir bien. — declaró molesto y Kim simplemente colgó.

Y a pesar de que eso fue lo que le dijo, su conciencia le carcomió todo la noche y todo el día siguiente hasta que se sintió tan asfixiado que tomó un taxi y fue hasta su casa. Al llegar tocó el timbre y un poco después ya tenía al castaño abriendo la puerta.

— ¿Estás solo?— preguntó serio.

Taehyung lo observó y no dijo nada, simplemente se hizo hacia un lado y Jungkook no dudó en entrar, estampándolo contra la puerta una vez que la cerró. Atacó sus labios con desesperación y el castaño no dudó en envolver el cuello ajeno con sus brazos y pegarlo hacia él. El azabache lo tomó por los muslos y lo alzó, Kim enrolló sus piernas en la cadera ajena y se dejó llevar hasta su habitación sin romper aquel beso que mantenían.

Lo colocó sobre la cama y se subió sobre él frotando su erección contra la del castaño quién soltaba fuertes gemidos y joder, Jungkook le ponía demasiado. Ninguno estaba pensando con claridad solo querían tomarse ahí sin importar la situación de mierda en la que estaban.

Y así fue, porque Jungkook lo amó toda la noche y se deleitó en la manera en la que su nombre fue gritado una y otra vez cada que embestía con fuerza en aquel punto dulce donde el castaño se volvía gemidos. Ciertamente esta sensación no se comparaba con nada más porque sin importar lo rudo o lascivo que pudieran ser, se amaban. No solo era sexo, ellos hacían el amor, uno jodido y retorcido, pero al fin de cuentas amor.

— Te amo. — le susurró el azabache dejando un beso en su frente, tomando su ropa del suelo para ponérsela y salir de ahí en cuanto terminaron.

Y Taehyung se sentía tan miserable, porque él lo amaba pero simplemente no lo merecía. Se acurrucó en su cama sintiendo frío, uno que ni siquiera la sabana con la que se cubrió podría quitar porque no era externo, si no interno.

Sentía todo su interior vacío, deseando por más de su Jungkook.

Pero no podía, sabía que no.