Una historia alternativa de cómo hubiera sido si Daki y Gyuntaro hubieran recibido ayuda en sus momentos de más necesidad. Lo que hubiera podido pasar si hubieran conocido que alguien era capaz de amarlos sin importar nada.
(HISTORIA ALTERNATIVA Y C...
El planeta azul, el lugar donde albergaba la vida y la esperanza. Donde la humanidad progresaba a medida que pasaban los siglos, era un sitio muy deseado y querido por seres de otros universos. Pero este planeta era resguardado y cuidado por el planeta blanco, el lugar de la pureza y la luz, la luna.
Todo era paz y armonía, la luz reinaba en los planetas y todo estaba en equilibrio. Hasta que se dieron cuenta que la oscuridad comenzó a actuar en el planeta azul. Una criatura que dio origen a otros seres malignos que asesinaban y devoraban a las personas inocentes, demonios.
La reina de la luna decidió actuar y envió a la única persona que podría acabar con la maldad del mundo y traer la paz. Su hija, la princesa _(t/n) Serenity.
Y así...es cómo comienza nuestra historia.
(Tu)
Sentía mi cuerpo adolorido, como si me hubieran empujado de algún lugar. Lo último que recordaba era que mi madre me había encomendado una misión, que debía salvar al planeta de una amenaza oscura.
No tenía idea de dónde empezar, que debía hacer. Pero...sentía como de mi cuello colgaba el Cristal de Plata, la joya más poderosa de puede existir. Sentía que me sostenía, que era mi faro y me sentía reconfortada con eso.
Me puse de pie y me di cuenta que tenía mi vestido, mi collar estaba conmigo y pude sentir como la Luna resplandecía sobre mi. Era ella, mi madre me cuidaba, me hacía sentir que estaba conmigo a pesar de todo.
-No te defraudare madre- me puse de pie mientras miraba la luna- cumpliré con mi misión.
La noche era resplandeciente, las estrellas brillaban al igual que la luna blanca. Podía ver el camino que tenía adelante y pude salir del bosque con tranquilidad, me costaba caminar un poco pero finalmente llegue a un camino de tierra. Era la primera vez que veía este planeta, siempre había leído sobre este lugar.
Su abundante agua clara y cristalina, los árboles que cambiaban de color conforme al clima. Y por sobre todo...los humanos, el cómo vivían y su cultura. Desde que leí todo lo que había en el palacio quise venir aquí, siempre quise convivir con ellos y ver cómo eran, cómo actúan y se desenvuelven.
Incluso sabía que había tanta luz como oscuridad, crueldad y bondad, solidaridad y desesperación. Las cualidades malas eran compensadas con las malas, aunque lamentablemente era muy difícil de leer a una persona. Pero nunca tuve miedo, siempre quise acercarme a ellos. Quería...conocerlos.
Camine toda la noche sin sentir cansancio, el frío de la noche me hacia acordar a mi hogar y el paisaje que me ofrecía la naturaleza era algo que mis ojos no olvidarían jamás. Era una imagen digna de ser recordada.
Después de unas horas del amanecer finalmente vi lo que parecía un pueblo, la gente iba con bolsas en sus espaldas y las mujeres limpiaban el exterior. Me acerque con cuidado al lugar y me escondí atrás de un árbol.
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