𝗕𝗘𝗙𝗢𝗥𝗘 𝗠𝗬 𝗪𝗘𝗗𝗗𝗜𝗡𝗚 | charles leclerc.

12 ⌇ IT'S MY FRIEND.

━━━━━ 𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐌𝐘 𝐖𝐄𝐃𝐃𝐈𝐍𝐆;
❛ES MI AMIGA.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
meriguti

     CAMILLE VOLVIÓ A CASA DESPUÉS DE PASAR LA TARDE CON SUS AMIGOS, el reloj apenas marcaba las cinco de la tarde y Alex llegaba a eso de las siete de la noche, la mayoría de las veces traía la cena, pero Camille estaba molesta con él, aunque obviamente iban a hablarlo. Dejó las llaves en la mesada, mientras que se recargaba de la barra de la cocina y la observaba, quizá adaptarse sería bastante fácil, aunque convivir con tu pareja no era lo mismo a que él se quedará ciertos días en tu casa, era diferente y demasiado, era un cambio muy grande.

Camille suspiro, se sacó el teléfono del bolsillo del pantalón, escribiéndole a Arthur que ya había llegado y podían quedar en como le iba a ayudar con sus clases de francés, y él no tardó mucho en llegar a su casa.

La castaña abrió la puerta, Charles estaba recargado de la puerta de enfrente, mirando algo en su teléfono, Camille frunció el ceño. ¿Qué no le había dicho a Arthur que viniera él? ¿Qué hacía su hermano ahí?

Charles subió la mirada, detallando a Camille disimuladamente mientras que pasaba una mano por su cabello y se acercaba a ella, sonriendo.

—Hola, Cami.

—¿Dónde está Arthur?

—Oh ¿no te lo ha dicho?

—¿Decirme qué? —le preguntó sin entender a qué se refería.

—A mi hermanito se le había pasado por alto decirte que no puede enseñarte francés en las tardes porque tiene sus prácticas de carreras y bueno —le dijo, Camille frunció el ceño.

—¿Y no me lo podía decir él?

—Sí, claro, pero como te he dicho esta ocupado.

—Bueno, podemos quedar... en la mañana no porque comenzaré a trabajar —ella dijo en un susurro para sí misma, ay no...

—Entendible, no tienes porqué preocuparte por si Arthur no tiene tiempo libre, lo tengo yo. Estoy de vacaciones y no tengo problemas en ayudarte con francés —le sonrió, Camille se quedó incrédula unos segundos, para luego soltar una carcajada.

—¿Estás de chiste no, Leclerc?

—No ¿por qué? —metió las manos en el bolsillo de su pantalón.

—¿Te piensas que voy a dejar que un insoportable como tú me enseñe francés? ¿Para que probablemente me hagas reprobar al propósito? No gracias —iba a cerrar la puerta, Charles la detuvo, entrando a la casa y cerrándola él.

La miró completamente serio.

—¿De verdad te crees que yo te haría reprobar una materia que te ha costado entender? —le dijo, Camille se quedó en silencio unos segundos.

—Sí.

Charles abrió la boca con indignación.

—¡Pero...! Se nota que no me conoces, y está claro que es porque no quieres, porque he hecho el intento de que nos llevemos bien pero a ti t—

—No me da nervios, estúpido —se quejó, el ojiverde soltó una risita.

—¿Y quién dijo que iba a decir eso?

Camille rodó los ojos: —¿Ves que eres molesto? Además ¿en qué momento te dije que entraras? Sal, que viene Alex y te ve aquí y la que se va a aguantar un interrogario tremendo soy yo.