CAPÍTULO 14

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silencio algo sombrío se sostuvo en aquella casa durante todo un día

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silencio algo sombrío se sostuvo en aquella casa durante todo un día. Se sentía incómodo pero era necesario, Dahyun lo necesitaba.

Había estado pensando mucho en lo que había dicho Sana durante esa conversación. No sabía que hacer.

Por un lado, tenía su corazón pidiendo a gritos que vaya corriendo hacia Sana para decirle que su respuesta era un "si", y por el otro lado tenía a su cabeza, su parte con más cordura , diciéndole que no era lo correcto, qu debería irse, que no importaba cuánto la amaba, lo importante era poder estar tranquila consigo misma.

Dahyun sabía que su cabeza tenía razón.

Sana, mientras tanto, se sentía un poco debilitada, tal vez algo fastidiada con toda la situación, enojada consigo misma. Le dolía pensar que indirectamente Dahyun le estaba pidiendo el divorcio, pero también sabía que era su culpa y era lo mínimo que se merecía.

Sana sabía que Dahyun ya no quería seguir más en aquella relación que solo iba decayendo con forme los días pasaban.

Estaba en su escritorio buscando hoteles en Japón para pasar una semana de vacaciones con Dahyun. Si bien sabía que para poder salvar su matrimonio necesitaba más que un simple viaje, también sabía que podía comenzar con eso.

— ¿Qué haces? además de trabajar todo el santo día — escuchó la voz de Mina de fondo.

— No te escuché entrar, lo siento. Estoy buscando algún hotel en Tokio ¿Cuál crees que le pueda gustar a Dahyun? — le enseñó su computadora en donde mostraba dos imágenes de cuartos distintos. Uno mostraba una hermosa vista frente a la playa, tenía una sola cama de dos plazas, un televisor algo grande. El otro no era tan distinto, a excepción de colores más obscuros y contenía un balcón en él.

— Yo eligiría el del balcón, creo que le da otro toque.

— ¿Le gustará a ella?

— Supongo que sí, Dahyun no es tan exigente.

— Quiero que se sienta cómoda, ya bastante estuvo sintiéndose del otro modo por mucho tiempo.

— ¿Es por eso que irás de viaje que no sea por algún trabajo?

— Tuvimos una charla — contestó apagando su computadora — hablamos, mucho, aún quedaron cosas por decir pero... creo que empezamos a llevarlo bien.

— ¿En serio? Me alegro mucho por eso, Sana.

— Sí, creo que yo también — dudó.

— ¿De qué hablaron? si quieres decirme, claro — aclaró Mina.

— Ella comenzó con la conversación, en resumen, intentó decirme que se quiere divorciar.

— ¿Intentó?

— Bueno, no lo dijo directamente pero es lo que entendí. Le di razones para hacerlo.

— Lo hiciste — aseguró Mina —. Pero veo que al menos se arreglaron las cosas, un poco.

— Algo así — sonrió levemente.

— Me alegro mucho por eso Sana, estás cambiando.

— No estoy cambiando, estoy volviendo a ser yo.

Estaba nerviosa, sentía sus manos temblar levemente al igual que sus piernas y había comenzado a tener un pequeño impulso a salir corriendo y arrepentirse de todo

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Estaba nerviosa, sentía sus manos temblar levemente al igual que sus piernas y había comenzado a tener un pequeño impulso a salir corriendo y arrepentirse de todo. Pero no lo iba a hacer, ya lo había hecho por demasiado tiempo y por culpa de su cobardía había lastimado a muchas personas, había lastimado a Dahyun.

Entró a su casa, solo la luz de la cocina estaba prendido junto con el televisor en donde mostraba alguna película que Sana desconocía. Fue hasta la cocina.

Estaba Dahyun de espaldas a ella, vestía con su pijama y al parecer estaba cocinando, se escuchaba que estaba tarareando a lo bajo una canción.

— ¿Qué tarareas? — preguntó Sana haciendo acto de presencia. Sonrió al ver Dahyun se había asustado un poco.

— ¿De enserio te interesa? — Sana asiente algo confundida —. Right Where You Left Me de Taylor Swift.

— Debí suponerlo, siempre te gustó Taylor Swift.

— Tiene lindas canciones, sus letras a veces, son tan específicas que te llegan al corazón.

— Entiendo, por algo tiene muchos fanáticos — Dahyun asintió.

El silencio volvió a reinar en esa casa, sin embargo, a diferencia de otras ocasiones, no era incómodo, incluso se sentía bien. Sana observaba detenidamente lo que Dahyun estaba cocinando, hacía mucho que no la veía tan relajada como estaba ahora. Sonrió al pensar que tal vez todo podía convertirse en lo que debió ser en un principió.

Una familia.

— Si me sigues viendo de esa forma me cortaré un dedo — bromeó Dahyun.

— Quiero que vayamos a un viaje — soltó algo desesperada.

No tenía planeado decirlo ese mismo día pero sentía necesidad decírselo en ese momento. Quizá por el simple hecho que todo estaba yendo tan bien que pensó que era el momento indicado.

— ¿Cómo?— preguntó extrañada la coreana.

— El lunes, irnos de aquí, al menos por una semana. Necesitamos un ambiente nuevo, un aire nuevo. Pensé que Japón sería una buena opción — Dahyun la miraba atentamente, demasiado para el gusto de Sana — Solo si tu quieres.

— No sé si sea una buena idea.

— Nunca me contestaste.

— ¿Qué cosa? — preguntó extrañada, sobre todo el cambio de conversación.

— Si me dabas una oportunidad más. Yo lo entiendo, enserio lo hago Dahyun. Por eso quizá sería una buena opción irnos, un tiempo.

— No lo sé Sana — dijo dudosa — Tengo que trabajar y tú igual.

— Puedo dejar a cargo a Mina y tú puedes pedir las vacaciones adelantadas.

Dahyun lo pensó.

Tal vez Sana tenía razón, ambas necesitaban un cambio de aire, además también podía aclararle la mente con respecto a su relación con la japonesa. Después de todo era una semana.

— Bien.

— Bien

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CRUEL | SAIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora