CRUEL | SAIDA

CAPÍTULO 16

Había pasado días desde que a Dahyun se le pasó por su mente ir de un terapeuta. Lo necesitaba.

Tenía tantas cosas que decir, necesitaba desahogarse con alguien, aunque eso fuera una tarea difícil, tenía que hacerlo tarde o temprano. También había pensado en ir a una terapia de pareja pero conocía a Sana, o al menos sabía que no iba a aceptar la terapia.

Pero vaya que la necesitaba.

Luego de que Dahyun se fue a la cama, Sana se había quedado un rato más afuera, mirando como el sol se iba escondiendo poco a poco, al igual que sus sentimientos. No le era fácil hablar, no sabía cómo expresarse y tenía miedo de ser juzgada, se sentía intimidada al decir como se sentía. No le gustaba ser intimidada.

A la mañana siguiente Dahyun fue la primera en despertarse. No hacía mucho frío, lo suficiente para preparar un chocolate caliente, era lo que solía gustarle a Sana, por lo que no se sorprendió cuando observó entre sus cosas que había para prepararlo. A los minutos Sana no tardó en despertarse.

Estuvo unos segundos mirando a Dahyun mientras preparaba el chocolate caliente, mentiría si dijera que no le parecía una linda vista ver a su esposa tarareando una canción mientras preparaba el chocolate caliente que tanto a ella le gustaba. Se odiaba por darse cuenta tarde de lo mucho que se estaba perdiendo.

Pero pretendía recuperarlo todo, no iba a ser estúpida esta vez.

— Hola —murmuró lo suficientemente alto para que la coreana la escuchara.

— Hola —sonrió dándole la taza —. ¿Cómo te sientes? ayer no te escuché entrar, me dormí rápido.

— Sí, estabas cansada —asiente —. Bien, supongo.

— ¿Supones? —rió Dahyun dándole un sorbo a su propio chocolate caliente.

— Bueno, me acabo de despertar, así que no sé muy bien como estoy.

El ambiente era algo incómodo pero no lo suficiente.

— Tienes razón en eso —admitió Dahyun con una sonrisa que Sana no pudo evitar admirar.

Una pequeña punzada en su pecho hizo que comenzara a sentirse algo agobiada con sus pensamientos. Sabía que tenía que contarle a Dahyun sobre su infidelidad, la cual no podía dejar de pasar y menos estando con su esposa.

Se suponía que ese era un viaje para poder acomodar todo lo desordenado que estaba en su relación pero Sana todavía no sabía por dónde empezar a ordenar.

— Termina de desayunar rápido —dijo de repente dejando a Dahyun confusa —. Tenemos cosas que hacer.

Dahyun suspiró, odiaba desayunar rápido, pero si Sana decía que tenían que hacer algo entonces no iba a reprochar nada.