~My Kitty Called Nana~ 《Na Jaemin x Lectora》

Thirteenth

VOLVÍ APLAUDAN CHICOS APLAUDAN

Les recomiendo volver a leer los últimos capítulos para ponerse al corriente, tuve que hacer eso para pensar algo que tenga sentido skdiwubv. 

Aprovecho para disculparme, en todo este tiempo me independicé, me separé, empecé a inmiscuir en la cultura del freestyle y prácticamente tengo una vida nueva.

No sé si voy a escribir con la frecuencia de cuando empecé, pero voy a hacer el esfuerzo de por lo menos regalarles un capítulo cada dos semanas. Si pueden recomendarla a sus amiguis o recordarle a algunes que esta historia existe, estaría genial. 

También comenten para que el algoritmo haga lo suyo, de esa forma la presión me llevaría a seguir escribiendo más seguido jeje

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Jisung pensaba que luego de esa decisión impulsiva el ambiente sería mucho más incómodo entre Subin y él. No obstante, a la mañana siguiente, con algo de dolor de cabeza, se levantó de la cama, no lo vio allí y bajó las escaleras para buscarlo.

―Sí, y luego comencé a trabajar con el señor Nakamoto hace unos meses ―oyó su voz y la risa de su madre.

Extrañado, entró al comedor de donde provenía aquella conversación y vio a sus padres sentados a la mesa desayunando con Subin.

―¡Queridito! ―la mujer se levantó a abrazarlo― Tu amigo nos contó lo que pasó anoche, me enorgullece que hayas podido manejar tan bien esta nueva experiencia.

Levantó una ceja y miró a Subin, quien dio un largo trago a su café.

―Les conté sobre cómo me pasé de copas, me ayudaste a espabilar y me dejaste dormir aquí ―aclaró, dejándolo un poco más tranquilo.

―Ah... sí... eso... no iba a dejar a Subin ahí tirado, el taxista no sabría dónde ir...

―Siéntate, voy a prepararte algo ―la señora Park fue a la cocina.

―¿Pudiste dormir bien? ―preguntó el seño Park― Seguro te está matando la resaca, ¿eh? Subin estaba hecho una ruina cuando despertó.

―Por suerte no bebí mucho. El señor Nakamoto y Subin fueron comprensivos por ser mi primera vez.

Notó la sonrisa traviesa de Subin detrás de la taza e hizo lo mismo por inercia.

―Qué bueno, eres un chico muy responsable.

―Claro que lo soy, me criaron bien...

―¿Y qué hicieron cuando llegaron a casa?

―Vimos una película ―dijo Subin enseguida―. Pero yo me dormí muy rápido.

―Sí, no aguantó nada.

Jisung se dio cuenta al instante de lo que había dicho.

―Deja de mentir, estuve como media hora.

―La película ―hizo énfasis en "película"― duraba hora y media.

―No le pidas tanto, yo cuando era joven llegaba a casa y me quedaba dormido ni bien tocaba la cama.

Comieron y charlaron un poco más, Subin de vez en cuando lo miraba con esa sonrisilla juguetona y a Jisung le resultaba divertido y  emocionante devolvérsela.
El ambiente ameno se vio interrumpido por el timbre.

―Yo abro ―dijo el más joven poniéndose de pie.

Al abrir la puerta vio a un joven de pelo largo y negro cubierto por una gorra, no más alto que él, el cual esbozó una gran sonrisa y pareció contenerse de avanzar hacia él.