―No me has dicho tu nombre ―volvió a dedicarme una extraña y diminuta sonrisa.
―D-Denise... Denise Liber.
―Un gusto, Denise Liber ―volvió a rascarse las orejas― ¿Me traerías mi ropa? Es que quiero hablarte y siendo un gato me es imposible... y sería incómodo para ti estando desnudo.
―Sí, ya... ya vuelvo.
Corrí fuera de la habitación y al regresar me lo encontré jugueteando con una de mis plumas para escribir (de milagro no había derramado el tintero). Seguía cubierto por la frazada de la cintura para abajo.
―¡Deja eso! ―puse su ropa a un lado y le arrebaté la pluma― Es muy costoso.
―Lo siento... ―dijo desdoblando su pantalón.
***
―A ver... ―dije de espaldas a él mientras se vestía― Déjame ver si entendí: Eres una persona mitad gato que puede transformarse en persona como los animagos de Harry Potter y necesitas un dueño porque te echaron de casa. Y ahora estoy obligada a cuidar de ti porque yo misma te dije que sería tu dueña.
―Exactamente. Ya puedes voltear.
Así lo hice y quedamos cara a cara (casi en realidad, era más alto que yo).
―¿Y eres así de siempre o... te maldijo una bruja o algo así?
Soltó una risita y me miró atentamente, como si algo en mi cara fuera interesante de ver.
―No, soy así desde siempre.
―¿Hay escuelas especiales para gente así?
―Gracias por eso de "gente" ―hizo una pequeña pausa―. Por lo general no me consideran una persona... y en realidad no, yo tenía tutores. Mis dueños siempre cuidaron de mí en ese sentido, pero me mataban de hambre...
―¿Y tus padres?
―Mi mamá es una humana como tú, pero papá es como yo. Ella era su dueña y se terminaron enamorando perdidamente... lo malo es que sólo estuve con ellos hasta los cinco años... no sé cómo estarán ahora.
―Ya veo... este...
Su sonrisa no desaparecía y me miraba de una forma extraña sin decir una sola palabra.
―Jaemin... ¿Tu... ehm... "especie" tiene algún nombre en específico?
―Ameg ―respondió enseguida―. Soy un Ameg.
―Ya veo... ¿Tienes hambre?
―¿Hay carne? ―cerró los puños con emoción.
―No.
―¿Y qué hay?
―Tengo pan, jaleas, mermeladas, tostadas de paquetito, galletitas, leche, café...
―Quiero un poco de todo... excepto lo de la leche. Dame sólo café ―me miró un momento―, por favor ―sentenció.
―Está bien ―se me escapó una risa tonta―. Vamos a la cocina.
Mientras untaba las tostadas con mermelada y exprimía un jugo de naranja para mí, Jaemin no me quitaba los ojos de encima, como atento a todo lo que hacía, esperando que dijera o hiciera algo en particular, sosteniendo su cabeza con una mano.
―¿Por qué me miras así? ―pregunté llevando las tostadas y el café.
―No lo sé... ¿No puedo mirarte?
―Es extraño ―dije antes de beber algo de jugo.
―¿Por qué? ―insistió.
―Porque sí.
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~My Kitty Called Nana~ 《Na Jaemin x Lectora》
FanficDescubrir que tu gato no es un gato puede llegar a ser molesto.
