6

377 52 27
                                    

Dudó mucho si volver a ir a ese lugar. Otra semana pasó y era Sábado nuevamente. Hongjoong ya no estaría a su lado, ahora dependía de él no quedar como un idiota frente a sus nuevos amigos. Habló con el pelirrojo un poco en el instituto, este se veía asustado y tenía algunos moretones en su cuerpo, simplemente le dijo que sería mejor que no se vieran por un tiempo y que lo lamentaba mucho, por todo. Le pidió que por favor se cuidara. Esas palabras fueron las últimas que cruzaron antes de que el mayor lo ignorara el resto de los días.

No terminaba de descifrar cómo sentirse al respecto. Comprendía el por qué quería alejarse de él, conocía la situación en su hogar y cómo eran sus padres, lo entendía. Pero también se sentía traicionado, Hongjoong era su único amigo ahí dentro. Se sentía solo.

Tal vez por ese motivo se encontraba ingresando una vez más a Sector 1. Quizás estaba buscando la compañía que no tenía en su día a día. Y, no iba a mentir, quería volver a ver a Choi San. Ese chico lo estaba atrayendo como un imán, y no podía negarse. Estar a su lado era algo más que agradable, era como estar en casa cuando las cosas iban bien.


Pronto se vio envuelto por las luces de colores del antro y la música se abrió paso por sus oídos. Caminó un poco en busca del grupo, se sentía ansioso ya que era la primera vez que salía completamente solo. Eso lo estaba alterando.

Se topó con Felix y Soyeon, estaban en la pista, como era de esperar. Los movimientos de la chica eran torpes y sus ojos estaban apenas abiertos. Difícilmente pudo dejar salir un "Hola bonito" de forma muy arrastrada cuando lo saludó, supuso que estaba bajo los efectos de aquella pastilla que ya había probado, aunque no recordaba haberla visto tan desorientada. El pecoso lo recibió con una sonrisa amplia, él se veía mucho más animado que la morena, tal vez demasiado. No paraba de dar saltitos en el lugar mientras se movía al ritmo de lo que sonaba.

Estuvo con ellos por un rato, pero no podía parar de buscar a San inconscientemente. Quería hablar con él y que las ratas de su estómago lo vuelvan a molestar, dándole señales que estaba intentando ignorar, pero que bastaba con un leve toque del mayor para olvidar todo. Los nervios lo estaban consumiendo, necesitaba distenderse para poder enfrentarlo si lo veía.

— Oye Felix... —llamó tímidamente, el chico lo miró con ojos bien abiertos— ¿Tienes algo de lo que tomamos la otra vez para prestarme?

— ¿Rivo? —preguntó y el castaño asintió— Me queda una, estaba guardándola para Hongjoong pero no lo vi todavía.

— Él ya no vendrá por aquí. —comentó con una mueca— Sus padres se enteraron y no lo dejan salir ni a la esquina sin permiso.

— Ya veo... —respondió haciendo un gesto con la boca— En ese caso, puedes quedártela, no la necesito.

Le tendió aquella píldora y Wooyoung se apresuró a agradecerle, para después ingerirla entera junto con un vaso que le alcanzó el rubio. Necesitaría más que la mitad para calmar su mente.

El tiempo siguió pasando entre bailes. Mingi y Yunho se sumaron en un momento y luego se quedaron contra la pared como ya notó que era costumbre, a Seonghwa no lo había visto.


La sustancia había hecho efecto en él y se sentía mucho más relajado, hasta somnoliento, fue cuando en su vista se cruzó la persona que había estado esperando toda la noche, quien se acercó a los otros dos chicos. Su interior chispeó ligeramente y, decidido, anduvo hasta donde estaba el pelinegro.

— Hola San. —saludó con una sonrisa pesada.

— Ey, Woo ¿Cómo estás? —contestó mientras sorbía su nariz.

Under the Influence - SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora