11

392 47 30
                                    

Abrió las cortinas dejando que los fuertes rayos de luz matutinos ingresen a la habitación. En la cama se encontraba durmiendo Yeosang hasta ese momento, que comenzó a soltar quejidos por la repentina iluminación que quemaba sus retinas. Estaba boca abajo en ropa interior y cubrió su cabeza con la almohada.

— Es hora de levantarse Sangie, mi mamá ya se fue. —habló el castaño terminando de destaparlo.

— Mhm. —intentó vocalizar, saliendo de su escondite con los ojos hinchados por el cansancio— ¿Qué hora es?

— Las 11. —respondió sentándose a su lado y dejando algunas caricias en su cabello.

— Es temprano aún. —lloriqueó desperezándose— ¿Cómo te fue con San?

Wooyoung se ruborizó ligeramente y sonrió como tonto para luego morder su labio. — Ay Yeosangie creo que estoy enamorado. —admitió tapando su rostro con las manos sin poder contener la cantidad de emociones que lo golpeaban.

El mencionado se incorporó, quedando sentado y lo miró con dulzura. — Eso es algo lindo ¿No? —consultó ladeando su cabeza— ¿Por qué te pones así?

— ¿No crees que es muy rápido? —preguntó, descubriéndose, con un puchero en su boca.

— Dijiste que se empezaron a conocer bien hace dos meses, y siempre hubo tensión entre ustedes ¿Cierto? —el castaño asintió— A mí me parece suficiente. De todas formas, no creo que el tiempo tenga algo que ver, tú no eliges cuándo enamorarte ni de quién. Menos cuando es como me contaste.

— Es que de verdad creo que estamos algo así como destinados, desde la primera vez que nos vimos sentí todo mi interior revolviéndose y después el impulso de hacer cosas solo por él. —habló con sus orbes brillando sin darse cuenta.

— ¿Crees en las vidas pasadas? Quizás ya estuvieron juntos en otro momento y sus almas están destinadas a seguir encontrándose.

— Eso es muy cursi. —rio, pero se quedó pensando— Da igual, ese chico me tiene loco. —finalizó dejándose caer en la cama.

Yeosang carcajeó y se acostó a su lado, acurrucándose contra él. Su amistad crecía tan fácilmente, que también consideraban que tenían una conexión pasada.


De un momento a otro, una duda se instaló en la cabeza del rubio, ahora que estaba más despierto y podía pensar con claridad. — ¿Follaron?

— ¡Yeosang! —exclamó abriendo en demasía sus ojos, golpeando ligeramente el hombro del contrario.

— ¿Qué? —indagó aguantando la risa— No creas que no veo cómo se manosean y prácticamente se comen las bocas en Sector 1.

El color subió rápidamente a las mejillas de Wooyoung, pero no por vergüenza sino porque últimamente había estado imaginando cómo sería hacerlo con Choi, incluso tuvo algunos sueños subidos de tono, y esos pensamientos ahora estaban proyectándose en su mente. Sacudió su cabeza y parpadeó unas veces antes de responder. — Aún no hicimos nada de eso. —miró hacia otro lado, recordando la pasada noche— Únicamente nos besamos, pero lo dejamos antes que pase algo porque no estábamos solos. Me dijo que de verdad le gusto mucho y después dormimos abrazados.

— Eso es bonito. —sonrió al ver la expresión de felicidad de su amigo— Yo quisiera que alguien me quiera así.

El castaño se volteó, quedando ahora frente a él, notándolo algo desanimado. — Ahora me tienes a mí, Sangie. No sé qué clase de amarre me hiciste, pero te quiero como si nos conociéramos de toda la vida, tonto.

— Es por mi belleza, atrapa a cualquiera. —bromeó aferrándose a Wooyoung— Gracias por ser mi amigo, Woo.

— Te estás poniendo cursi de nuevo. —picó su mejilla haciéndolo reír— Gracias a ti por llegar a mi vida, espero que seamos amigos hasta ser ancianos.

Under the Influence - SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora