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Elevó su cabeza hacia el techo mientras presionaba su nariz con dos dedos y apretaba sus ojos que estaban cerrados. Su otra mano agarraba fuertemente el filo del lavabo. Wooyoung se mantuvo en esa misma posición por unos momentos en tanto que por sus oídos ingresaba la música que sonaba lejana y distorsionada, como si estuviera dentro de una burbuja.

Soltó su nariz y con un jadeo liberó el aire que había estado conteniendo e intentó relajar su cuerpo, deshaciendo el agarre de su mano con el que se mantenía estable. Se miró brevemente al espejo frente a él, sus pupilas ya estaban perfectamente dilatadas y su maquillaje seguía casi intacto, tan solo ligeramente corrido en los ojos por unas lágrimas salvajes que se escaparon por el esfuerzo. "Hermoso" pensó.

La voz de Yeosang logró regresarlo a la realidad, el rubio estaba en condiciones similares, aunque en su rostro se dejaban ver unas profundas ojeras.

— ¿Terminaste? —le preguntó.

— Sí, volvamos —Wooyoung dijo, para luego mover un poco la mandíbula al darse cuenta que había estado tensandola todo ese tiempo.

Salieron del baño en fila, para hacerse paso nuevamente al centro del antro donde se reencontraron con su grupo de amistades que los acompañaba. Algunos estaban bailando como podían, otros simplemente estaban apoyados en la pared hablando con el resto. Unos pocos estaban besando y manoseándose con sus parejas o el ligue de turno.

En cuanto se incorporaron a la pequeña ronda, Yeosang se unió a la charla que mantenían sus amigos, mientras que Wooyoung no conseguía quedarse quieto y comenzó a bailar solo, al ritmo de la música. Su cuerpo estaba sudando y se encontraba sediento, pero no podía parar de moverse.


Tan solo cuando unas grandes manos lo sujetaron de la cintura desde atrás y sintió un pecho pegarse a su espalda bajó un poco el ritmo de sus movimientos, para luego girar levemente la cabeza y corroborar que esa persona que lo sostenía era quien creía.

Choi San.

Le dedicó una sonrisa coqueta que fue correspondida y volvió su mirada al frente. Tiró su cabeza hacia atrás, apoyándola en el hombro del contrario y subió su mano izquierda dejándola en la nuca del mayor. Sus movimientos seguían siendo algo frenéticos y torpes, pero aún así comenzó a mover sus caderas de una forma más sensual para rozar su trasero con la pelvis de San.

Este gruñó un poco y acercó su boca al cuello del castaño para dejar un camino de besos húmedos en el mismo a la vez que apretaba el agarre de la cintura, pegándolo más a su cuerpo si era posible. Wooyoung suspiró, ladeando su cabeza a fin de que el pelinegro tenga un mejor acceso y enredó su mano en el cabello del mayor, tirando ligeramente.

Luego de un rato bailando de la misma forma, San lo giró desde la cintura con fuerza sin darle tiempo a pensar, por lo que el menor tuvo que sujetarse fuerte de sus anchos hombros para no caerse.

— Hola. —dijo con una risita Wooyoung.

— Hola hermoso. —devolvió sonriendo el pelinegro en un tono de voz ronco y pesado, lo cual logró estremecerlo— ¿Cómo estás?

El castaño lo escaneó de arriba a abajo mordiendo su labio, quizás con más presión de la que debería, pero no lograba darse cuenta, hasta que se detuvo en los ojos de San. Estos estaban completamente negros y parecía que sus párpados le pesaban ya que se encontraban entrecerrados. Era el hombre más hermoso que había conocido, pensó.

— Caliente. —soltó mirándolo directamente mientras enrollaba sus brazos alrededor del cuello del mayor— Y siento que voy a explotar, necesito liberar energía ¿Me ayudas con eso? —sentía su corazón golpear intensamente contra su pecho, podría creer que en cualquier momento se le saldría.

Under the Influence - SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora