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La gente se agolpaba alrededor de las personas que rapeaban en ese momento. Esa noche había un evento especial en Sector 1, un cypher donde quien quisiera podía anotarse e improvisar ante todo el público nocturno. Al parecer algunos de ellos eran reconocidos en el ámbito que Wooyoung no conocía del todo.

Soyeon estaba a su lado, se encontraban algo alejados del centro ya que esta no se sentía del todo bien. Decía que tenía un buen dolor de cabeza y, además, estaba temblando a la vez que frotaba sus brazos en señal de que sentía frío. Cuando le preguntó el motivo de su estado solo le dijo que no estaba durmiendo bien.

— Iré a ver si consigo algo de Rivo así te pones mejor. —comentó acomodándola contra la pared ya que sus piernas tiritaban— ¿Tienes dinero? —indagó y la morena negó apretando sus ojos— Mierda... Bueno, tal vez a alguien le sobre, ya regreso.

Recorrió el lugar preguntando a diferentes conocidos, que había hecho a lo largo de las últimas semanas, si tenían alguna pastilla para regalarle. La mayoría de ellos dijo que no o pedían algo a cambio, que no les daría. Luego de un rato encontró a Seonghwa, a quien hacía tiempo no veía. Inevitablemente, al estar frente a él, no pudo impedir que su mente recuerde a su amigo pelirrojo y un leve malestar se situó en su pecho. El alto chico lo saludó amablemente, no cruzaron muchas palabras ya que apenas se conocían, pero este le dio dos píldoras cuando le explicó la situación, diciéndole que podía devolvérselo en otra ocasión. Era alguien agradable ¿Seguiría con Hongjoong?

En su camino de vuelta se topó a lo lejos con el pelinegro que, de alguna forma, lo había rechazado. Aún estaba resentido y le dolía no ser correspondido, pero le disgustaba todavía más el hecho que haya aceptado alejarse de él sin decir nada.

De verdad había creído que lo que percibía en su interior se replicaba en el mayor. Que él también había sentido, al verse las primeras veces, que allí era donde se quería quedar. Y que, de igual forma, imaginaba la vida hacia delante con esa persona que hasta hacía poco no conocía, pero que lo había obnubilado.

Nada tenía sentido. El tiempo no tenía sentido, sus sentimientos tampoco. Era un tonto.

Junto al azabache estaba una chica que no conocía, ambos bromeaban y San sonreía. En ese instante lo entendió, él simplemente era uno más, si es que siquiera podía asignarse ese título.

La mirada del moreno se cruzó con la suya fugazmente y Wooyoung se dio media vuelta para regresar hacia su amiga. Caminó rápido y cuando estuvo con ella le tendió la pastilla.

— Solo conseguí una, lo siento.

Soyeon la tomó y tragó sin líquido, aún temblando y ahora también sudando. Al lado de la pelinegra, se hallaban dos chicos que no había visto antes, uno de ellos observaba con detenimiento su chaqueta. Llevaba puesta su favorita, una bomber negra y con el logo de BTS. El rubio desconocido estiró su brazo para tocar ligeramente su manga, haciendo que pose su mirada en él y se encuentre con una sonrisa simpática, que devolvió.

— Es muy linda. —habló el chico refiriéndose a la prenda de ropa— ¿Les molesta si nos quedamos aquí? Hay mucha gente adelante.

— No, no hay problema. —se encogió de hombros el castaño.

— Soy Yeosang. —siguió a la vez que recibía un cigarro de marihuana de quien estaba a su costado, sin borrar la sonrisa de su cara— Él es Jongho. —señaló con la cabeza al mencionado y dio una profunda calada.

— Wooyoung. —respondió contagiándose del gesto del rubio— Y Soyeon.

— ¿Fumas? —ofreció acercándole el porro, pero este negó— ¿Tu amiga está bien?

Under the Influence - SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora