Capítulo 5: Enganchado de una Amazona

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Orihime sale del baño, ya limpia y vestida con un sencillo vestido, ideal para caminar por la ciudad y curiosear. Lo que sea antes que lleguen los amigos de su madre, que no quiere oler la tensión entre su padre y el ex. Parece que Rena pensó lo mismo porque se había ido con su doncella Millie, alegando que comería en la ciudad. Incluso Sora se fue, aunque en su caso de seguro es por no aguantar las ganas de ver a Harribel.

En pleno desayuno tocan a la puerta y Gerald fue a abrir en lo que Kyoko le sirve a Orihime el té. Escuchan al mayordomo fornido darle la bienvenida a una dama que conocen bien y Orihime sonríe al verla.

—¡Rukia! — Lady Rukia Kuchiki, heredera del ducado Kuchiki al ser hija única del duque Byakuya y la fallecida duquesa Hisana. Una dama que personifica elegancia y belleza ideal con su larga cabellera negra y ojos color lavanda. — Me alegra mucho verte, no nos pudimos juntar mucho en Gardenium Village.

—A mí también me alegra verte. — Que raro, todos notaron que se oía tensa cuando normalmente anda alegre... o molesta por culpa de alguna tontería que ha hecho su prometido o amigos que menciona mucho. — Lamento molestarte en la hora del desayuno pero tengo que hablar contigo de algo importante. Antes que... antes que sea tarde.

—¿Eh? — Se pone en pie, preocupada ya que no es normal en su amiga que se vea de esa manera o diga esa clase de cosas. — ¿Qué ocurre?

—Yo... es sobre Jugram, no sé si quieres que lo diga con tus padres presentes.

—¿Jugram? ¿Le ha pasado algo? — Histérica, quizás el motivo de su rara ausencia se deba a que esté en peligro.

—Si es sobre Jugram, dilo delante de nosotros. — Dice Shutara para luego tomar de su té. — Después de todo, ha estado cortejando a nuestra hija en este medio año.

—¿Ah? — Kirinji se altera y ve a esposa e hija. — ¿Cómo es que no sé sobre eso?

—Porque le dije que eso es decisión de Orihime, no nuestra querido. — Sonríe, transmitiendo sus palabras y gestos que corte el asunto o iba a pegarle.

—Rukia, dime por favor que le ha pasado. — Suplica Orihime.

—Jugram se ha comprometido con Lady Candace Catnipp, la hermana del marqués.

Ella cree que ha sido apuñalada y el mundo empieza a girar a su alrededor e incluso llega un momento que se ha vuelto oscuro. En cuando toma nuevamente consciencia se da cuenta que había terminado de rodillas en el suelo, sujeta por su padre.

No... no puede ser...

—No es verdad... si me ha pedido matrimonio... e iba a... iba a... — Iba a buscar el anillo es lo que quiere decir, pero no le salen las palabras. Quería llorar, encerrarse bajo las sabanas y no salir hasta que se muera y deban enterrarla. — Rukia... ¿Cómo lo sabes? ¿No será una mentira de Lady Candace?

—También lo creí pero tras averiguar un poco, descubrí a la condesa Haschwalth hablar maravillas de la boda de su hijo que será tras el termino del mes y que haya abierto los ojos antes de terminar atrapado con... contigo. — Los Tenjiro se pueden imaginar que Rukia estaba censurando las palabras que la condesa Haschwalth ha dicho sobre Orihime. — Según los comentarios que ella ha dejado entrever, su marido amenazo a Jugram que si se casaba contigo y no con Lady Candace, lo iba a desheredar.

¿Qué? ¿Jugram la botó... por dinero?

Todavía le duele todo... pero ha despertado la rabia. Las lágrimas fueron reemplazadas por puños listos al ataque.

Y sin mirar atrás corrió ignorando los gritos a sus espaldas.

Corrió y corrió sin descanso, sabiendo exactamente a dónde ir. Mientras le faltaba el aliento y le dolía el abdomen, su mente se repite los buenos momentos que ha tenido con Jugram desde que se conocieron; sus aventuras de amigos, de amantes y de prometidos. ¿Y ahora esto?

Heredero en busca de EsposaWhere stories live. Discover now