Episode 39

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— Quiero que me expliques algo — Kol permanecía en silencio y me molestaba que no dijera ni una palabra pero al mismo tiempo me enojaria más si abre la boca — ¿Cómo se te ocurre hacer algo asi precisamente hoy? — Kol trago saliva aún viéndome en s...

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— Quiero que me expliques algo — Kol permanecía en silencio y me molestaba que no dijera ni una palabra pero al mismo tiempo me enojaria más si abre la boca — ¿Cómo se te ocurre hacer algo asi precisamente hoy? — Kol trago saliva aún viéndome en silencio.

No necesitas ser un genio para saber que Esther al momento de usar magia en él, aprovecho para sacar un poco de su sangre entre todo el alboroto sin que lo notará. Damon había jugado con su paciencia consciente o inconscientemente y eso era un golpe bajo para Kol.

— Una brecha, Kol. Creaste una brecha — él bajo la mirada — Sosténme la mirada Mikaelson. — Me contuve en alzar mi voz para no comenzar una pelea más grave aquí dentro.

— ¡Damon fue el que se sobrepasó y hasta parece que a ti te gusta! — Me alzó la voz y apreté mis puños acercándome lentamente.

— ¿De verdad es lo único que te importa ahora? Tú y tus hermanos pueden morir y solamente te preocupa el asunto de Damon. — Alzó su mentón con mi mano de forma delicada — Vuelve a alzarme la voz y vas a saber lo que es gritar — Se estremece ante mi voz tranquila — Estoy segura de que no me quieres ver enojada, amor ¿Me haz comprendido?

— Si, madre. — Susurra.

— Damon no me interesa — Decido aclarar — estuvo mal lo que dijo y debiste desquitarte cuando Esther no estaba por la mansión. — No eres un niño eres un príncipe y mis hijos deben de saber comportarse delante de las personas. Sabes mejor que nadie que tienen permitido hacer travesuras sobre la oscuridad no fuera.

Kol tragó saliva y asintió jugando con sus manos de los nervios, se mojo sus labios en repetidas ocasiones. Ya sabía que se acercaba su castigo. — Nada de grimorios y magia hasta nuevo aviso.

— Madre, por favor. — Suplicó en cuanto regrese a mi lugar y tomé asiento — Todo menos eso, sabes que adoro la magia es mi vida.

— Y por eso lo estoy haciendo y reza a Dios que Esther no aprovechara esa brecha, voy a solucionar este problema, puedes irte. — Dejé de mirarlo para centrar mi vista hacia la ventana.

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