Hurren llegó a la aldea en busca de una nueva vida para su futuro, trabaja cómo niñera de Esther Mikaelson.
Esposa de un poderoso terrateniente,
Mikael Mikaelson, quien queda totalmente enamorado de la peliroja quien la enamoró y Hurren da a Luz a s...
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No disimulaba ni siquiera un poco, no tenía mi la decencia de fingir demencia incluso cuando se encontraba conmigo ¿tengo que sufrir siempre así? ¿hice una buena elección al casarme con él?
— Elskan ¿te encuentras bien? — Elijah movió su mano frente a mis ojos con duda — Te he hablado por un buen rato.
¿De verdad no se daba cuenta de nada? — Siempre te he dicho las cosas delante sin importar nada — Su rostro era de confusión absoluta pero aún así movió su cabeza en afirmación — ¿hice buen casarme contigo?
Mi pregunta pareció descolocarlo por completo que incluso se levantó enseguida para arrodillarse frente a mí tomando mis manos con delicadeza
— ¿Por qué me preguntas algo así? No peor aún ¿por qué te cuestionas eso? — Sentía sus nervios perfectamente.
— Katerina — Respondí simple — No se tratan de celos o algo parecido, no hay necesidad de tenerlos cuando se perfectamente lo que valgo y merezco...— Hice una pausa sin dejar de mirarlo a los ojos — ¿siempre voy a tener que verte caer de rodillas por una Dooppelganger? — mi corazón se estruja cuando él me suelta.
Elijah permanecía en completo silencio que podía asegurar que estaba buscando la forma de no hacérmelo sonar tan mal.
— No tienes que responder — Murmure — en realidad no quiero una respuesta. Siento que cualquier cosa que salga de tu boca me va a lastimar y eso es algo que preferiría evitar a toda costa por lo menos el día de hoy.
Me puse de pié bajo su mirada y me acerque al balcón para poder ver a los invitados platicando entre sí con ánimo, entre ellos estaba ella bailando con uno de los invitados.
— Itzel — Llamó a mis espaldas
— Hmm — Me límite a responder con la garganta, sentía que si hablaba ahora mismo me rompería cual niña.
— Son completamente iguales — Susurró.
Reí por la ironía o tal vez para no llorar por lo que salio de su boca — ¿Viniste solo a romper mi corazón? Te he dicho que si hablabas con algo que me hiera mejor dímelo mañana. Hoy no es un buen día.
— Es que no quiero romper tu corazón, me pediste honestidad y eso te estoy dando — Se quejó.
— ¿Qué tal mi honestidad? — Me di la vuelta con enojo — Supongamos que me encuentro con mi antiguo amor cada quinientos años y cuando el muere estoy contigo tenemos amor y de repente regresa y yo voy tras él sin respetar nuestra relación. — Apreté mis puños con molestia — ¿Te gustaría que no te diera tu lugar? Eso es lo único que pido. No que la olvides, no que dejes de apreciarla o quererla.
— No es lo mismo conoces la situación...
— Amor, Elijah. Te pido que si la amas me lo digas ahora mismo y yo puedo seguir mi camino con alguien que si me merezca y me de mi lugar, solo te he estado pidiendo a lo largo de los años que me des mi lugar y comprendo que eso no se puede incluso ahora. — Me quité el anillo para mostrárselo casi frente a sus ojos — Esto no era una simple joya, no era un papel e incluso una ceremonia o cadenas. Ésto era amor. Para mí lo era y es una verdadera lastima que para tí solo sea un juego.
