Chapter 6

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— ¿Por qué no despierta? — Pregunté hacia Ayana

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— ¿Por qué no despierta? — Pregunté hacia Ayana.

— Tranquilo, lo hará pronto. Sufrió una tortura terrible de magia y la conectamos con la tuya sin embargo tardará en despertar. — Contestó

Asentí inquieto mientras veía a Kol sentado en la cama mirando fijamente a nuestra madre, no perdía detalle de ella e incluso si fruncia el ceño él hacía ruido por lo atento que estaba.

— Lleva dormida tres días — Susurre al sentir a Klaus a mi lado.

— ¿Crees que se recupere? — Preguntó sin apartar la vista de Kol quien se recostaba en el pecho de mamá.

— Lo va a hacer, se va a recuperar — Asentí y tomé a Bekah de su cama para entregarla a Nasli — Llevátela, cuidare de Kol.

Nasli se fue con Bekah mientras yo buscaba la forma de separar a Kol de mi madre pues desde que había llegado lloraba e incluso se enojada por ser separado de ella.

— ¿Dónde está padre? — Klaus observó a Sumbul en busca de respuesta.

— Se encuentra con la señorita Merkel — Negó.

Desde que mi madre había regresado solo Dios sabía lo que Esther le había dicho a Mikael pues en ningún momento se había acercado y tal parecía que deseaba su muerte.

Esther, Astrid y Mikael entraron a la habitación sin decir nada. Astrid parecía que regañaba con la mirada a Esther mientras yo me puse al derecho de la cama junto a mis hermanos. Frente a la cama estaba Astrid junto a su esposo, al lado izquierdo de la cama estaba Esther junto a Mikael quien acariciaba el vientre abultado.

— Que Dios le de fuerza para que se cure — Soltó Astrid.

Esther y yo nos miramos entre sí mientras aguantabamos en decirnos cosas e incluso ponernos a pelear.

— Amen — Soltamos al mismo tiempo.

— Que los ancestros... — Observé a mi madre en cama y después a mi padre junto a Esther — Castiguen a los responsables de tal acontecimiento.

Mikael intento cargar a Rebekah quien no se negó ante su toque, después de todo Rebekah no comprende y es muy pequeña para elegir un bando.

Observé a Kol quien veía con desaprobación a su melliza para después gatear hacia mamá y abrazarla como queriendo ser un escudo.

— Kol, es hora de tu baño — Extendi mis brazos pero se aferro más a mi madre — Vamos, después de comer te dejo con ella nuevamente — Sonreí y parece que lo convencí pues me extendió los brazos de vuelta.

— Finn. — Me freno Mikael.

— ¿Si? — Respondí mientras acariciaba la espalda de Kol.

— Siento lo de tu madre — Susurra

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