Capítulo 3

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- No hay forma de salvar esa vesícula- decía Gulf observando la pantalla que mostraba el procedimiento que estaba haciendo el doctor Suppasit.

- Tiene 6 años, no le voy a quitar la vesícula porque un omega enfermero, que no está aquí mirando lo que yo estoy mirando y que no tiene la experiencia que yo tengo, va a venir...- estaba diciendo Mew casi sin pasar saliva.

- Si no se la quitas el paciente se va a morir- lo interrumpió Gulf serio.

- ¿Además me estás interrumpiendo? – Mew soltó sus instrumentos y se volteó hacia la enorme ventana de vidrio para observar a Gulf, para darse cuenta de que este ni siquiera lo estaba mirando.

- Doctor Suppasit – llamó la Jefa – Kanawut tiene razón- dijo ella mirando el cuerpo del niño expuesto sobre la camilla. Estaba dormido con un tubo en su boca, los ojos cerrados con un par de trozos de esparadrapos. Se veía muy vulnerable.

- ¿Primero dices que es un omega inútil y ahora dices que se las sabe todas? – Mew le reprochó. Ella asintió, haciendo que Mew se indignara – ¡entonces que venga él y haga la cirugía! – demandó molesto. Ella suspiró sin saber qué responder porque Mew estaba aprovechándose de lo que ella le había dicho injustamente al enfermero antes, él sabía que el omega no podía operar, pero antes de que ella pudiera responderle algo al doctor Suppasit, Gulf carraspeó.

- Yo también quisiera que este pequeñín saliera con todos sus órganos intactos, pero ese pedazo de lata le atravesó el pecho y tocó su vesícula. Por más que la sutures, por más que quieras negarlo, ese órgano ya está muerto – Gulf seguía mirando la pantalla, pero su voz era apacible. Mew no lo dejaba de mirar – Jefa – habló Gulf a la alfa que lo había llamado para ayudar - mueve tu pinza en un ángulo de 45 grados – le indicó y ella le obedeció. Mew miró la imagen que salía en la pantalla y supo que el enfermero Kanawut tenía razón.

- Tenemos que extirpar- dijo ella observando también.

- Si – dijo Mew regresando a su lugar y tomando de nuevo sus instrumentos.

- Te lo dije, él tiene los libros de anatomía en su cabeza- la Jefa habló mientras ayudaba a retirar la vesícula del niño afectada por el objeto.

- Yo también- respondió él un poco molesto.

- El niño ya despertó, tenías razón, se trataba de cansancio – escucharon que, una de las enfermeras que había cuidado del niño que llevaron a rayos X, llegaba a darle el reporte a Gulf, quien todavía miraba concentrado el procedimiento que Mew llevaba a cabo – ya está con sus padres- terminó de decir la enfermera.

- Es un alivio- respondió Gulf con una sonrisa - ¡cuidado, esa pinza está muy profunda! – alertó, pero no fue a tiempo porque un chorro de sangre salió disparado hacia el rostro del doctor Suppasit. Se apresuraron a tapar la vena lastimada y a limpiar el área. Mew levantó la mirada y observó a Gulf, quien todavía estaba pendiente de la pantalla. Sonrió cuando se dio cuenta de lo inteligente y lo apasionado de la medicina, que era aquel omega.

- Hemos terminado – anunció Mew quitándose los guantes con una sonrisa, dos vidas salvadas en un solo día. Respiró profundo cuando se abrió la puerta y Gulf entró, junto con otros enfermeros, para llevar al pequeño a una sala de recuperación. El olor a brownie recién hecho se le metió hasta en sus papilas gustativas, sin importar cuántos tapabocas tuviera puesto en ese momento.

- Muchas gracias por tu ayuda, Kanawut – dijo la jefa en un tono particularmente dulce – ven a mi despacho después de dejar a nuestro pequeño paciente en la habitación correspondiente – añadió – necesitamos hablar-.

- Si, señora- respondió Gulf soltando algunos tubos del cuerpo del niño para poder pasarlo a otra camilla y después transportarlo al sitio acordado.

Limerencia MEWGULF (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora