Capítulo 13

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¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!

Unos fuertes golpes contra alguna puerta lo despertaron. Gulf se había quedado dormido en algún momento del día después llorar incontrolablemente y vomitar repetidamente. Se rindió a los cuidados de su amigo Earth que estaba a un paso de cargarlo en sus brazos y llevarlo al hospital. Cuando ya no podía más, aceptó una taza caliente de té y dejó su cuerpo descansar.

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!

Escuchó de nuevo los golpes. Luchó contra el sueño y cuando abrió los ojos, consciente de que estaban tocando la puerta de su casa, se encontró que estaba todo muy oscuro. ¿Se había hecho de noche? ¿Cuánto tiempo había dormido?

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!

Se incorporó aturdido, buscando la lampara de su mesita ubicada al lado de su cama para encender la luz. No encontró mesita, se encontró una especie de pared tibia.

- ¡¿Por qué no abrías?! – escuchó la voz de una mujer en la sala. Hacía reclamos, él no reconocía la voz.

- Me quedé dormido – oyó a su amigo Earth responder con un tono adormilado – no he descansado en mucho tiempo. Además, el viaje fue mucho más desgastante de lo que pensaba – añadió el alfa. Gulf se sentó en medio de la oscuridad. Podía ver que entraba luz por alguna rendija. La forma de esta no la reconocía. No estaba en su cuarto ¿en dónde estaba?

- ¿Ya despertó? – la mujer volvió a hablar, pero esta vez estaba cerca de donde se encontraba Gulf.

- No lo sé ¿no debería haber despertado ya? – Earth preguntó en medio de un bostezo.

- Vamos a revisar – respondió la mujer e inmediatamente un feroz rayo de luz iluminó la habitación oscura en la que Gulf se encontraba. Le irritó los ojos y tuvo que tapárselos.

- ¿Gulf? – Earth lo llamó y se acercó – tranquilo, amigo, aquí estoy– le acarició el hombro mientras esperaba a que se quitara las manos de los ojos.

- ¿Earth? – preguntó con la voz tan gastada que la desconoció. Tosió un poco.

- Si, amigo, soy yo. Tranquilo, estás a salvo – lo abrazó suavemente. Gulf por fin pudo abrir los ojos para examinar todo. Miró a Earth que tenía bolsas debajo de los ojos, unas ojeras marcadas y profundas, después miró la habitación. Pulcra, hermosa, con un decorado precioso, una biblioteca elegante y cuando movió su cabeza, la vio. La mujer que había hablado anteriormente. Nunca se habría imaginado que sería ella.

- ¡No! – gritó Gulf alejándose de Earth instintivamente y arropándose con el suave cubrecama - ¡qué es esto! ¿quién eres tú? – miró rápidamente a Earth que intentaba acercarse, lo fulminó con la mirada luego negó con la cabeza.

- Hola, Gulf – saludó la mujer, que olía a fresas con crema, el olor dulce y hostigante que se imaginó que tendría una omega de su clase.

- ¡No! – repitió molesto por su estómago revuelto y por la información que venía a su mente, no como recuerdo si como una pesadilla horrorosa en la que él estaba embarazado de un alfa que lo había engañado todo el tiempo. Embarazado, jodidamente embarazado.

- Gulf, tienes que tranquilizarte – Earth intentó mediar, pero el omega le dio un manotazo.

- Escucha, sé que es mucho por asimilar...- la mujer intentó hablar, pero Gulf la interrumpió tapándose los oídos y gritando.

- ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! –

- Tienes que recomponerte, Mew te necesita sano y salvo. Es decir, los necesita a salvo- cuando escuchó el nombre del alfa detuvo sus gritos. Un estremecimiento la atravesó la espina dorsal.

Limerencia MEWGULF (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora