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Emilio miraba el techo, pensativo.

Si alguien le hubiera dicho que iba a pasar el día entero haciendo el amor con su ex omega no lo habría creído.

Incluso ahora, acostado en la cama y oyéndolo moverse en el cuarto de baño, no podía creerlo.

Hacer el amor con Joaquín había sido increíblemente satisfactorio, pero había notado algo diferente, un elemento nuevo. Pensaba que saliendo un rato de casa la tensión sexual que había entre ellos desaparecería, pero estaba equivocado.

No se cansaba de Joaquín, al contrario. No sentía remordimiento alguno y esperaba que tampoco los tuviera Joaquín.

¿Pero y si Joaquín no sentía lo mismo? ¿Y si sólo había sido un arrebato de deseo y después de hacer el amor todo seguiría igual que antes?

Emilio se acomodó de lado, mirando hacía la puerta del baño. Joaquín era un buen actor, pero en lo que se refería a ciertas emociones era cómo un libro abierto para él. Al menos antes solía serlo.

Habían hecho el amor cómo sino llevaran 1 año separados, cómo sino se hubieran separado nunca. Le gustaría poder olvidarlo, pero era incapaz.

El amor que sentía por Joaquín era demasiado fuerte.

Ya no quería vengarse, lo que quería era una explicación de porqué había roto su relación y su corazón.

En su opinión, podrían haber solucionado sus problemas si hubieran hablado, si Joaquín le hubiese dado una oportunidad.

Respirando profundamente, esperó a que Joaquín saliera del baño. Era hora de poner las cartas sobre la mesa, hora de que Joaquín se sincerase con él y al revés.

Quería recuperar a su omega y estaba dispuesto a decírselo.

Por otro lado, Joaquín estaba frente al espejo después de darse una ducha esperando que Emilio siguiera dormido cuándo saliera del baño. No estaba preparado para ver un brillo de remordimiento en sus ojos.

Seguramente lo que había entre ellos era simple deseo y después de haber hecho el amor todo volvería a ser cómo antes. Emilio le recordaría, amablemente, por supuesto, que estaban separados y que nada había cambiado.

Pero se equivocaba. Algo había cambiado, al menos para él.

Ya no podía negar que amaba a Emilio y tenía que contarle lo del embarazo porque no era justo que él no lo supiera.

Cuándo ocurrió no pudo perdonarlo por no estar a su lado, incluso se había dicho a sí mismo que si hubiera estado con él esa noche no habría perdido el cachorro que esperaba.

No había querido creer lo que le dijo el médico, que un gran porcentaje de omegas sufrían algún aborto a lo largo de su vida. Según él, no había ninguna razón para que no tuviese un segundo embarazo totalmente normal. Pero en ese entonces no quería pensar en otro embarazo, sólo quería llorar por lo que había perdido.

Ojalá hubiera hecho las cosas de otra manera, pensó.

Debería haber llamado a Emilio para contárselo porque en el fondo de su corazón, sabía que ni el trabajo ni nada habría impedido que tomase un avión para estar a su lado.

Lo habría abrazado mientras lloraba, habría secado sus lágrimas y le habría dicho que todo iba a salir bien, que en cuánto estuviera preparado volverían a intentarlo de nuevo. Y lo diría de corazón.

Pero en lugar de compartir su pena con él le había dado la espalda y había pedido la ruptura sin darle una explicación.

Seguramente Emilio lo odiaba, pensó y sería imposible reparar su relación.

El día anterior había querido seducir a su ex alfa para vengarse, pero ahora sabía que lo necesitaba en su vida. Lo amaba y no sería feliz hasta que estuvieran juntos de nuevo.

Tenía que hacer que Emilio se enamorase de él otra vez, pero antes debía decirle la verdad. Tenía que contarle lo del cachorro.

Emiloo contuvo el aliento cuándo se abrió la puerta del baño y cuándo Joaquín apareció en la habitación su corazón se volvió loco. El sol que entraba por el balcón le daba un brillo precioso a su piel.

No parecía triste ni arrepentido mientras lo miraba sin decir nada. Habían hecho eso mucho el día anterior, mirarse sin decir una palabra. Pero lo que vió en sus ojos en aquel momento hizo que se derritiera por dentro. Lo amaba, estaba seguro de ello. Podría no decirlo en voz alta, pero podía verlo en sus ojos.

— Emilio, tenemos que hablar.

Y él estaba de acuerdo, tenían que hablar.

Quería empezar diciéndole lo que sentía, pero cuándo abrió la boca para hacerlo se dió cuenta de que no estaba preparado. No quería hablar del pasado en ese momento, quería quedarse así, cómo estaban.

— No me apetece hablar de los malos tiempos, Joaquín. Ahora mismo sólo quiero olvidarme de lo que nos separó y concentrarme en ésto, en lo que ha hecho que volvamos a unirnos.

Sostuvo su mirada, sabiendo cómo Joaquín que era imposible olvidar el pasado. Si aquello no era más que sexo... Pero no, en el fondo de su corazón sabía que no lo era. El amor que había entre ellos seguía ahí, de modo que había problemas que debían resolver.

¿Sus largas horas de trabajo eran lo único que los había separado?

Emilio estaba seguro de que Joaquín sabía que siempre le había sido fiel.

Tenían que hablar y tenían que hacerlo a corazón abierto, pero en aquel momento lo único que deseaba era tenerlo entre sus brazos de nuevo.



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Buenas aquí les dejo los capítulos finales.


Espero les gusten.


Nos vemos AlbertXioW.

Still Mine // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora