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Emilio y Joaquín comían en silencio, la tensión podía sentirse. Para ser sinceros Emilio odiaba estar así con Joaquín, considerando que él era un omega demasiado relajado y feliz.

Decidiendo aligerar el ambiente Emilio habló recordando el tema de los Oscar.

— No he tenido la oportunidad de darte las gracias por mencionarme en tu discurso cuándo recogiste el Oscar —dijo Emilio al otro lado de la mesa —. No tenías porqué hacerlo.

No había esperado que le diese las gracias. Considerando cómo habían ido las cosas durante su separación, pensó que su nombre sería el último que Joaquín pronunciase esa noche.

Había sido una sorpresa, pero Joaquín siempre lograba sorprenderlo.

Cómo unos minutos antes, cuándo volvió a la cocina y descubrió que había puesto la mesa para ambos.

— Era mi obligación — habló Joaquín restándole importancia—. Dá igual cómo terminase nuestra relación, la verdad es que no hubiera conseguido ese papel de no ser por tí. Tú me hiciste creer que podía interpretarlo.

Emilio no dijo nada. Él sabía que podía hacerlo y junto con Ben Hudson, el actor principal, Joaquín había hecho una interpretación estelar. Y ambos consiguieron un Oscar.

Había llegado sólo al teatro Kodak, sorprendiendo a muchos al no llevar una omega del brazo. Su representante había intentado convencerlo para que fuese con alguien, ya que seguramente Joaquín no iría sólo, pero Emilio decidió no hacerle caso. Y cuándo vió que Joaquín tampoco iba con nadie se alegró, aunque intentó convencerse a sí mismo de que no le importaba.

Estaba amargado esa noche, sabiendo que Joaquín debería haber recorrido la alfombra roja a su lado. Y estaba radiante, más hermoso que nunca, con un traje hecho a la medida que le quedaba fabuloso. Pero esa noche, dejando a un lado su amargura, deseó que se llevara el Oscar que tanto se merecía.

Y cuándo generosamente le dió las gracias por darle el papel, las cámaras se habían vuelto hacía él para observar su reacción. Por fuera parecía absolutamente tranquilo, pero por dentro se había sentido más agradecido que nunca.

— Bueno, Emilio, ¿Qué vas a hacer en Nueva York?

Él carraspeó, percatándose de que estaba mirándolo cómo un tonto. Nervioso, tomó la copa de vino e intentó concentrarse.

— Ya sabes que, aunque me encanta hacer cine, siempre ha sido mi sueño hacer un documental.

— Si, claro.

Joaquín lo sabía porque habían hablado de ello a menudo.

— Nueva York vá a celebrar el aniversario de la estatua de la libertad y el alcalde está buscando un documentalista que filme el evento. El último gran documental sobre el tema lo hicieron en el año de 1986 y recibió una nominación al Oscar.

— Sí, eso fué hace algún tiempo.

— Alguien dió mi nombre al comité y me he reunido con ellos en varias ocasiones durante los últimos meses para presentar mi proyecto — le explico Emilio viendo cómo Joaquín le ponía su atención completamente —. Pues bien, ayer supe que me habían elegido a mí. Me han pedido que contrate al equipo técnico en Nueva York y me parece bien, de modo que tengo que estar allí durante la preproducción. Quiero conocer a la gente y que ellos me conozcan a mí.

Joaquín lo entendía perfectamente. Emilio era un gran director, totalmente dedicado al proyecto en el que estuviera involucrado y esperaba que su equipo lo estuviera también.

Habían trabajado juntos en dos ocasiones y en las dos lo había sorprendido por su extraordinaria capacidad de trabajo.

Joaquín se alegraba por él.

De hecho, se alegraba mucho porque sabía cuánto deseaba hacer un documental. Había trabajado más que nadie para demostrar lo mucho que valía en la industria; de hecho esa era la razón por la que en aquel momento ya no eran pareja.

— Enhorabuena. Me alegro mucho por tí, de verdad — le dijo, levantándose para llevar su plato al fregadero.

— Gracias — murmuró Emilio.

Mientras se recorría hacía atrás en la silla para observarlo moviéndose por la cocina, con más gracia que ningún otro Omega.

Y es que Joaquín enserio era único, su forma de caminar era tan sexy que podría excitar a cualquiera... Especialmente a él.

Le sorprendió entonces comprobar cuánto echaba de menos verlo a diario, estar con él.

La última vez que se vieron fué en una de las locaciones dónde Emilio estaba filmando, junto a sus abogados, sólo para disolver su relación, con los abogados de cada parte peleándose amargamente.

— ¿Entonces estás decidido a pasar aquí el verano? — le preguntó Joaquín, cruzando los brazos sobre el pecho.

Emilio sonrió, preguntándose qué haría si supiera que prácticamente estaba desnudándolo con la mirada y pensando en las cosas que le gustaría hacerle...

— Si.

— ¿Trabajando?

— Básicamente.

— Y eso significa que no te veré a menudo.

Emilio intentó disimular una mueca de contrariedad. Joaquín sabía qué decir para hacerle daño, desde luego. Parecía estar diciendo que nunca le había prestado suficiente atención.

Pues bien, eso estaba a punto de cambiar. Su misión era seducirlo y luego echarlo de allí.

— Tal vez sí ó tal vez no, muchos días trabajaré en casa.

Joaquín se encogió de hombros.

— Dá igual. El trabajo es lo más importante para tí. De hecho, es en lo único que piensas.

Emilio podría decirle que no era verdad porque en aquel momento estaba pensando en cuánto le gustaría hacerle el amor.

— Si eso es lo que quieres creer...

— Eso es lo que sé — dijo Joaquín, riendo —. Y ahora, si no te importa, creo que me voy a la cama.

— ¿A la cama? ¿No te parece un poco temprano? Aún no se ha puesto el sol.

Joaquín levantó una ceja.

— ¿Y qué?

¿Y qué? No iba a poder seducirlo si escapaba a su habitación.

— Aún hay tiempo para hacer cosas ésta noche.

— Estoy de acuerdo. Y, por eso, después de ponerme la pijama pienso sentarme en el balcón del dormitorio para leer un buen libro y ver la puesta de sol. Incluso podría nadar un rato ésta noche. Pero no te preocupes por mí, no voy a molestarte. Cómo he dicho antes, ésta casa es suficientemente grande para los dos — Joaquín se despidió con un gesto —. Hasta mañana.

Después de decir eso salió de la cocina y Emilio se quedó mirándolo, admirando su cuerpo y recordando su piel, más decidido que nunca a llevárselo a su cama.

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Espero les gusten.

Nos vemos AlbertXioW.

Still Mine // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora