#3: Tercer dia; cuidados.

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Pov.narrador/ra

El tercer día había llegado y nuestro noruego favorito se encontraba en su habitación encerrado, el chico se dedicaba a ver el techo del cuarto maldiciendo a todos y a todo, su estómago dolía con insistencia al igual que su cabeza, se sentía mal, muy mal.

El pobre culpaba a Tom por sus males, ¿la razón? Pues este el día anterior le había obsequiado un sin fin de dulces los cuales no pudo rechazar por culpa de su lado glotón.

El chico había ingerido; Chocolate, galletitas con chispitas, leche chocolatada, pudín y hasta una gran rebanada de pastel de vainilla y fresa el cual para rematar, estaba relleno de chocolate. Honestamente, agradecía que solo fuese un dolor de estómago y no un ataque de diabetes por la gran cantidad de dulces que había comido.

Edd había ido a verle en la mañana debido  a que no había hecho acto de presencia en el desayuno, el castaño se veía bastante preocupado por él y no dejaba de preguntarle si estaba bien o si necesitaba algo, Tord solo negaba e intentaba tranquilizar al artista diciéndole que solo era un dolor de panza, al final logró que el chico dejara de preocuparse tanto por él, desayuno casi obligado lo que su buen amigo británico había traído de desayuno y siguió con lo suyo, lamentándose y retorciéndose del dolor en su cama.

Se escucharon golpes en la puerta, con voz cansada y llena de pereza, soltó un "adelante" sin siquiera mirar hacia la puerta.

—escuche que te sientes mal.

Aquella voz hizo que mirara al recién llegado, era el sin ojos quien tenía una expresión de culpabilidad en su rostro, el chico se acercó a él y se sentó en la orilla de la cama.

—supongo que es mi culpa, lo lamento.— miro al suelo, arrepentido y en cierta parte se le notaba triste —solo quería mimarte un poco con lo de ayer.

El noruego murmuró una maldición, joder, ahora el era el que se sentía mal al ver al británico tan arrepentido, quería gritarle e insultarle pero no podía, el realmente no tenía la culpa, sin importar cuántas veces lo pensara el único culpable ahí era el por no haber tenido autocontrol y negarse a tantos dulces cuando estaba claro que debía parar.

Miro a otro lado, un pequeño pero notable sonrojo apareció en sus mejillas, no quería que el contrario le viera, eso era seguro pues este pensaría que estaba cayendo ante aquellos ojos¿ tristes y carita de cachorrito mojado, ¡y no era así! ¡el jamás caería!.

—olvida eso, no ha sido culpa de nadie.— hablo finalmente —y si lo fuera, seria mía.

¿Que estaba haciendo? ¿Por qué coño no le reprochaba y le gritaba como normalmente lo haría? ¿Por qué no comenzaba una de sus típicas peleas?, no lo sabía... solo sabia que no quería ver de aquella manera al chico junto a él.

Quería hablar, convencerle de que no tenía nada al igual que le había hecho creer a Edd, sin embargo no pudo hablar, el dolor en su estómago se intensificó de una manera muy fuerte, el de cuernos se quejó por el dolor haciendo preocupar más al británico.

''•''•''•''•''

No sabia que hacer, el noruego estaba realmente mal y todo era por su culpa, preocupado se acerco a él y le reviso, aparentemente el chico parecía tener la temperatura algo alta, no lo suficiente como para ser grave pero si como para considerar una posible fiebre, ahora se sentía peor pues según el había "intoxicado" al noruego con el exceso de dulces que le había dado el dia anterior.

Tom no podía verle así, sufriendo por su culpa, por lo que decidió hacerse cargo del asunto en vez de quedarse mirando como su actual interés amoroso sufría recostado en su cama.

Rápidamente se levantó de la cama y empezó a ir de un lado a otro buscando alguna forma de ayudar al de cuernos, lo primero que pensó e hizo fue ir a por un poco de agua y un pañuelo el cual mojó y coloco en la cabeza del contrario para que la fiebre bajara un poco. Listo esto, se puso a pensar en otra cosa que pudiera hacer por el noruego, como darle una pastilla o prepararle un té de manzanilla para así calmar el dolor estomacal del chico.

—espérame un momento Tord, iré a prepararte algo para que te deje de doler ¿ok?.

El de cuernos le miro momentáneamente para luego asentir con la cabeza y cerrar sus ojos con cansancio.

Tom salió de la habitación del de sudadera roja y fue a la cocina dispuesto a preparar un poco de té, quizás hasta podría intentar preparar una sopita simple de pollo para que el contrario comiera un poco.

Ya con eso en mente, comenzó a hervir el agua que usaría para preparar el té y aparte puso la que sería para la sopa.

El pobre solo esperaba que el chico de cuernos no empeorará tras probar la sopa que le prepararía...


''•''•''•''•''

Las mejillas de Tord estaban levemente sonrojadas, tal vez por la fiebre o por la vergüenza que sentía al tener al que se supone es su "ami-enemigo" dándole de comer en la boca como si fuera un niño pequeño.

Sin dudas odiaba aquello, no la sopa, esa estaba divina, sino el trato del de mayor altura, ¡el podía comer solo! ¡no necesitaba la ayuda de alguien como Tom!.

Pero este simplemente no le entendía, o simplemente prefería ignorarle, tal y como lo hace siempre que están en desacuerdo.

—odio esto...

—shhhh, tu solo relájate y di ah~

Frunció el ceño con molestia, abrió la boca permitiéndole al otro para que le diera de la sopita para luego mirar de mala manera al sin ojos.

Por haberle humillado de tal manera, le bajaría cinco puntos de los diez que había ganado anteriormente... los otros sólo los conservaba porque la sopita estaba realmente buena.






Continuará...



Sorryyyyy

Lamento no haber publicado cuando debía, es que estaba algo ocupada con el trabajo y al final terminé olvidando que tenía que actualizar.

En verdad lo siento.

Bueno, sin más que decir, me despido.

Sayonara☆☆☆

¡Diez días para enamorarte! (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora