#1: diez días; primer día perdido.

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Pov.narrador/ra

Tord miraba confundido al británico, no entendía porque este insistía tanto, era más que obvio que el no iba a corresponder sus sentimientos, el era hetero, y lo había demostrado más de una vez no solo con sus revistas sino también al salir con varias chicas... aunque están nunca terminaron siendo algo serio; además, se supone que ellos se odian mutuamente, se detestan y la sola presencia del contrario los ponía de mal humor.

¿Entonces? ¿Por qué Tom no dejaba de insistir por algo que no pasaría?

¿Por qué seguía ahí pidiéndole una oportunidad?.

¿Por qué su pecho dolía al ver al británico tan desesperado?.

—por favor commie, solo serán diez días — prometió, se sentía una pequeña muestra de esperanza en sus palabras —diez días para intentar enamorarte o que siquiera te intereses en mi, y si no lo logro yo... prometo que no volveré a molestarte ni a burlarme de ti, es más, incluso podrás tenerme de esclavo por una semana.

—Tom no se que te está pasando pero, no me gusta para nada, esto es... bastante incómodo, no creo que yo...

—¡Tres semanas! ¡seré tu esclavo por tres semanas si no lo logro!.– interrumpió rápido al de cuernos antes de que se negara.

El chico se estaba odiando en aquel momento, aquello había soñado tan desesperado, tan lamentable, lo odiaba, odiaba hacer aquellas cosas, actuar así más por instinto que por querer.

Pero al menos parecía resultar pues el noruego había formado una sonrisa que ante sus "ojos" no significaba nada bueno, lo sabía por experiencia pero ¿qué más podía esperar de Tord?, el es un aprovechado de primera y en ese momento había llamado su atención al ofrecer aquel estupido trato, el británico se estaba arrepintiendo, de tan solo ver aquella descarada sonrisa en el rostro del de menor tamaño ya sabía que le gustaba la idea de tenerle de esclavo.

—bien, acepto lo de los diez días, pero con ciertas consecuencias.— dijo el noruego —uno; los chicos no deben enterarse de esto o todo se acaban— sentenció apuntando con su dedo al de cuencas y frunció el celo —dos; no quiero oír algún apodo estupido como "amor" o "cariño" porque juro que te pateare las pelotas si me llegas a llamar de algún modo ridículo y tres; los diez días comienzan desde hoy, así que aprovecha el tiempo que te queda porque dentro de poco me serviras no solo como esclavo, sino que también como conejillo de indias en algunos experimentos.

—eso no me suena muy justo.— se quejó Tom con molestia.

—¿quieres que te de una oportunidad si o no?.

—... si.

—entonces cumplirás con mis condiciones.— se acerco al sin ojos, le tomo del cuello de la sudadera y de un rápido jalón hizo que la cabeza del contrario se acercara bastante a su rostro —Te deseo suerte, testigo de jehová~.

Canturreo Tord casi en los labios del chico más alto logrando así que las mejillas de este se le colocaran de un rojo algo fuerte, aquello le había parecido gracioso al de cuernos quien tan rápido como lo jalo se terminó separando del contrario para darse la vuelta h tirarse en su cama para seguir leyendo su hentai, no sin antes echar de su habitación a Tom.

''•''•''•''•''

Tom se encontraba en el sofá, el chico pensaba en lo ocurrido, reflexionando lo que había hecho y en la mierda que se había metido solamente por un enamoramiento que posiblemente era pasajero o algún mal que su cabeza se había inventado por algún golpe pasado.

Incluso pensaba que todo era culpa de las grandes cantidades de alcohol que solía tomar, finalmente había jodido sus neuronas, sin embargo ya no le importaba, ahora solo se lamentaba por proponer lo de ser esclavo del contrario, no quería serlo, no aguantaría lo humillante que sería ni las estupidas cosas que Tord le haría o le obligaría a hacer, como por ejemplo; ser usado de rata de laboratorio.

Solto un pesado suspiro recargando su peso y sufrimiento en el sofá, gruño bajo, le dolía la cabeza y sus párpados pesaban, estaba agotado, quería dormir un poco, quisas una siesta no le haría tan mal.

Pero no debía, tenía que aprovechar lo poco que le quedaba de día, por petición del cornudo hoy sería el primer día para intentar enamorarlo, no podía perder ninguna de sus oportunidades, tenía que empezar de una buena vez por toda.

Con determinación, se levanto de donde estaba y fue a siquiera hacerle compañía al de cuernos, tal vez hablar un poco y así saber que le gustaba al más bajo, sacarle información para luego usarla a su favor, eso era lo que quería el británico.

Sin embargo su misión fue interrumpida por Edd quien había bajado del piso de arriba, al parecer le estaba buscando para mandarlo a hacer algunas compras para la cena, el castaño claro no pudo negarse ante la petición del castaño oscuro, por lo que fue a comprar lo que le había pedido.

Comida, víveres, coca cola, tocino, ¿maquillaje? Uhg, seguro era para Matt, algunas acuarelas, pinceles, comida para Ringo, su preciada Smirnoff y varias cosas más.

Al llegar a casa, ya era bastante tarde por lo que decidió dejar aquel día por perdido, ceno junto a Matt, Edd y Tord para luego ir a su habitación y comenzar a planear cual sería su siguiente movimiento para mañana.

Tenía que hacer algo bien si quería enamorar a Tord y no terminar como una rata de laboratorio...


Continuará...











Segundo capítulo papus.

Lamento si la forma de narrar no es muy entendible o algo.

Es que no me encuentro en las mejores condiciones para escribir en este momento.

Estoy algo triste y deprimido debido a que un conejito que tenía murió ayer y en verdad me ha afectado un montón.

Bueno, dejando eso de lado, espero y os haya gustado el capítulo.

Posiblemente habrá capítulo pal lunes.

Y eso, se me cuidan gente.

Bueno, sin más que decir, me despido.

Sayonara☆☆☆

¡Diez días para enamorarte! (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora