#9: noveno día; cita con intenciones romántica.

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Pov.Narrador/ra

Tord no sabe en que momento paso de pelear con Tom por el beso que le robo ah estar buscando un cambio de ropa para su cita... ¿su cita? ¡no!.

Eso no era una cita solo una salida normal entre dos chicos... dos chicos que ya se han besado...

—Joder, en que lío me eh metido.— se queja el noruego suspirando, se arrepiente de haber aceptado aquella salida tan rápido.

¡se supone que debía mostrar resistencia! No debía dejarle las cosas tan fáciles a Tom y menos ya en el penúltimo día de su maldito acuerdo... El cual cada vez estaba más a ventaja el sin ojos.

Se maldijo internamente mientras por fin tomaba entre sus manos una camiseta negra unos jeans grises y su típica sudadera roja, avergonzado y sintiéndose estúpido por haber tardado tanto para hagarrar lo de siempre.

Se vistió con lentitud, tal vez demasiada, atrasando lo que para ese punto ya era inevitable y no le refiero solo a la cita, sino también a aquel sentimiento, aquel dulce y cálido sentimiento que tal y como lo haría un parásito penetraba en su pecho, comiendo todo lo que encontraba a su paso y contagiandolo de aquella horrible enfermedad conocida como... amor.

Coño, hasta le daba asco aquella palabra.

La odiaba y odiaba a Tom por hacerle sentir exactamente eso, por calentar su pecho de aquella manera tan solo con un presencia.

Tan solo con pensar en él...

Joder, si que lo había vuelto un maldito desastre andante.

''•''•''•''•''

Mientras que con Tom...

Nuestro querio amigo era un desastre, el chico se encontraba en su habitación tirando todo lo que tenía en su armario al suelo, buscaba una prenda digna de la cita que tendría con Tord.

Cita... de tan solo pensarlo su corazón se aceleraba de sobre manera y una sonrisa boba aparecía en su rostro.

Suspiro, no podía creer que esto estaba pasando, cada vez se estaba acercando más y más a su amado, ya en el penúltimo día que le quedaba, quería dar lo mejor, hacer sentir a Tord cómodo con su presencia, tratarlo como el rey que era.

Con eso en su mente, tomó su ropa de siempre, pantalones negros, camiseta negra con algún logo de las bandas que le gustaban y su sudadera azul, solo seria él mismo.

''•''•''•''•''

Tord terminó de vestirse y dio un último vistazo en el espejo. Se sentía nervioso por la "cita", aunque odiara admitirlo. Salió de su cuarto y recorrió el pasillo hasta llegar a la puerta principal, donde seguramente estaría esperando Tom. 

Al abrir la puerta, efectivamente se encontraba Tom apoyado en la pared. Al ver a Tord, le dedicó una pequeña sonrisa.

—Listo para irnos?— preguntó Tom con un leve rubor en las mejillas.

Tord sólo asintió, aún sintiéndose extraño por la situación. Salieron de la casa y comenzaron a caminar sin rumbo fijo.

Reinaba un incómodo silencio entre ellos. Tord quería decir algo para romper la tensión, pero las palabras no le salían. Por su parte, Tom intentaba pensar en un tema de conversación que no los incomodara más.

Luego de unos minutos, Tom se arriesgó a hablar:

—Y... ¿a donde quieres ir? Podemos ir a tomar algo al café de la esquina o dar una vuelta por el parque, si quieres.

Tord pareció meditarlo un momento. El parque no sonaba mal, siempre y cuando no hubiera mucha gente alrededor.

—El parque está bien— respondió con simpleza.

Ambos se dirigieron hacia allá, intentando entablar una conversación más fluida y relajarse el uno con el otro.

La charla fue tomando más naturalidad luego de un rato, Tord hablo un poco más sobre él y su hogar natal, datos que Tom no sabía y honestamente le interesaba, sabía que era noruego, claro y que apoyaba a cierto partido político también, pero el saber más del chico, su canción favorita, que le gustaba, que no, todo aquello era algo que Tom internamente anotaba en su cabeza.

—¿Me enceñas una grosería en noruego?.

—no.

—oh vamos, solo una.

Tord rodó los ojos ante la estúpida petición del contrario, de pronto sintió como su mano rozaba con la del contrario, se sonrojo levemente y giro la mirada algo avergonzado por esto, sin embargo, no renegó al contacto, por el contrario, él mismo tomo por consecuencia la mano del británico el cual alzó una ceja pero no dijo nada.

—entonces, enseñarme un insulto.— siguió insistiendo.

—Tom... ¿Para que quieres aprender eso?.

—para dedicartelos.— el sin ojos sonrió con burla, disfrutando de la linda cara molesta del de cuernitos —o me enseñas algo de tu lengua o te seguiré molestando, tu decides.

El nortico suspiro, ya se estaba cansando, necesitaba una forma de callar al estúpido.

Tal vez... Si le regresaba la misma moneda podría callarlo un rato, sonrió internamente ante lo que pensaba hacer.

Rápidamente jalo de la mano que tenía aferrada al del más alto y lo jalo hacia si con algo de fuerza, Tom iba a quejarse, seguramente le reprocharia, pero antes de que lo hiciera el aprovecho la cercanía y le robó un rápido beso que dejó rojo y desconcertado al británico. Fue apenas un rose de labios el cual fue subiendo de tono hasta que finalmente dieron permiso para que sus lenguas se encontrarán, Tord tuvo el control al inicio pero rápidamente este le fue robado por Tom.

Al separarse el noruego sonrió con sorna mientras veía el rostro sonrojado del más alto.

—¿Que tal la lengua noruega?.

—increible...

Continuara...




Eh vuelto, muajajaja.

¿Saben lo difícil que ha sido escribir esto?

Eh perdido práctica.

Bueno, sin más que decir, su zorro homosexual se despide.

Bueno, sin más que decir, su zorro homosexual se despide

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Sayonara ✨💫🏳️‍⚧️

¡Diez días para enamorarte! (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora