#7:séptimo dia;salida con amigos/1/.

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Pov.narrador/ra

Camisetas, pantalones, sudaderas e incluso ropa interior se veía volando de un lado a otro en aquella peculiar habitación de paredes azules perteneciente a cierto británico el cual tenía una expresión de completa frustración.

El día anterior, después de que Tord finalmente recuperara sus energías por la larga siesta que tuvo, terminó echándole de la habitación a patadas. Aquello realmente no le molestaba, pues, hasta le había parecido lindo por el sonrojo que se había apoderado del rostro del noruego, y la manera en la que se molestaba con él por cosas estupidas era divertido.

El problema fue cuando Tord volvió a encerrarse cual ermitaño en su habitación y no le volvió a abrir hasta la cena que finalmente decidió acompañarlos en esta. Charlaron, Edd y Matt contaron un poco de lo que habían hecho aquel día, Edd regaño a Tord por encerrarse, diciéndole lo perjudicial que era para la salud del noruego y demás, luego de eso, Matt propuso salir el siguiente día a un nuevo parque de atracciones que habían inaugurado. El de cuernos fue rápido en negar más el amante de la cocacola supo como chantajearlo para que fuera con ellos, luego de la cena, Tord regreso a su habitación y se encerró en esta, iba a ser lo mismo pero había sido detenido por el narcisista y el artista quienes le regalaron palabras de apoyo y le dijeron que disfrutara la salida de mañana con el noruego pues ellos intentarían dejarles a ambos solos par que pasaron un rato juntos.

Y así mis queridos amigos, es como llegamos a la situación actual de nuestro alcohólico favorito el cual no decidía que ropa usar para su cita... ¿cita? No no, su salida¿ bueno no sabía muy bien lo que era, solo sabia que estaría con Tord toda una tarde y quería verse bien para el de cuernitos, quería verse diferente al Tom normal, quería verse guapo para el de sudadera roja.

Más sentía que no tenía ninguna decente en su guardarropa, la mayoría que tenía eran sus clásicas y aburridas sudaderas junto a aquellos pantalones negros, tenía camisetas graciosas de una marca algo conocida pero se les hacían algo bobas para la ocasión.

—¡¿por que no compro ropa normal?! ¡joder, hasta mi camiseta favorita es estupida!.— se quejó mientras arrojaba dicha prenda la cual se trataba de una camiseta de mangas cortas de color gris y con un moffyn sonriendo en el centro de esta —no quería hacer esto, pero creo que no tengo opción.

Se lamenta él británico alejándose de su clóset, salió de su ahora desordenada habitación y se encaminó hacia un lugar al cual se juró no volver en mucho tiempo.

Toco la puerta de aquella habitación "maldita" y espero a que el dueño de esta le abriera la puerta, lo cual no fue mucho, a los pocos minutos la puerta fue abierta revelando a un pelinaranja con la cara verde y pepino en uno de sus ojos aparecer se estaba haciendo un tratamiento en la cara con esas cremas extrañas que usan las señoras mayores.

—oh Tom, ¿qué te trae por aquí amigo?.— sonrió el chico levemente, no mucho ya que eso hacía que a la gente se le llene la cara de arrugas y el no quería tal cosa en si preciosa cara, claro que no.

—yo, bueno; necesito que me prestes algo de ropa.— soltó con desgane.

Matt ahora no pudo evitar sonreír en grande al escuchar al contrario, rápidamente tomó su brazo y lo jalo dentro de su habitación causando que este soltara un grito asustado. Espejos por todos lados, fotos de Matt, peluches con miradas aterradoras, eso era lo que podía ver en aquel lugar, a donde sea que mirara, solo podía ver con espanto aquellas fotos mirándole con esas extrañas sonrisas y posando de manera rara, lo odiaba pero no tenía opción, si quería algo decente para aquella tarde, necesitaba soportar aquello.

—bien, comencemos con esto.— hablo el entusiasta narcisista —¿pensaste en que estilo de ropa te gustaría? ¿Para qué ocasión es? ¿Como es la luz a donde piensas ir? ¿Que día será y de que mes?.

—¿porque preguntas cosas estupidas e innecesarias? Solo es una salida, la de hoy de hecho.

—¡no son innecesarias!.— chillo Matt con algo de molestia —son cosas básicas si quieres saber como vestir bien, si no las sabes ¿como conseguirás que tu ropa conviene con tus ojos?.

—yo no tengo ojos...

—¡eso no importa!.— el pelinaranja camino hasta su clóset el cual apenas fue abierto dejo ver que era mucho más grande y amplio en su interior que lo que se veía en el exterior, este estaba lleno de trajes, camisetas, conjuntos, pantalones e incluso podía jugar que había llegado a ver vestidos en el interior de este —muy bien, ¿es para la salida de hoy no? Bueno, creo que tengo lo indicado para que Tod caiga rendido a tus pies.

—¿e-eh?.— el rostro del sin ojos enrojecio —¡por que crees que quiero tal cosa!.

—por que te gusta~ ahora a callar, que me desconcentras.

''•''•''•''•''

Tord y Edd se encontraban en la sala esperando a los otros dos miembros del grupo, ambos estaban con sus típicas ropas; Edd con su sudadera verde y Tord con su sudadera roja.

—se están tardando demasiado.— se quejó el pobre noruego mirando por quinta vez la hora en su teléfono —¿estas seguro que no me puedo quedar y cuidar la casa mientras ustedes van?.

—no Tord, no te quedarás.

—pero, ¿y si alguien se mete a robar?.

—nadie se meterá a robar, tenemos un sistema de seguridad implacable.

—dejar todas las luces encendidas para que crean que hay gente no es un sistema de seguridad.— se quejó mientras se cruzaba de brazos, estaba molesto y fastidiado, el no quería salir de la casa, ni siquiera de su habitación, quería encerrarse nuevamente y así sufrir en silencio con sus dudas existenciales.

Edd soltó un suspiro al ver la impaciencia de Tord, estaba dispuesto a ir a por los dos chicos faltantes, sin embargo apenas movió un pie para empezar a caminar rumbo a las escaleras, Tom y Matt se asomaron y bajaron  por esta.

Ambos amigos, Edd y Tord miraron sorprendidos a los otros dos notando la vestimenta de estos, Matt iba con una camiseta morada con dibujitos de estrellas negras y una chaqueta de mangas rotas verde, unos pantalones azules y sus típicos zapatos. Mientras que Tom; pues este llevaba una camisa de botones azul de manga corta, encima de esta una chaqueta de cuero negra la cual según Matt "combinaba" a la perfección con sus ojos, unos pantalones azul rey rasgados un poco en la rodillas y sus zapatos con diseños blanco y negro como tablero de ajedrez.

—woow se ven bien chicos.— Hablo Edd.

—...

Tord solo miraba al sin ojos, su rostro estaba completamente rojo, el pobre sentía como lo poco que le quedaba de heterosexualidad se iba al carajo con maletas y sin ganas de regresar, literalmente tuvo que cerrar la boca con ayuda de su mano pues creía que no podría hacerlo por su cuenta.

—ey commie ¿qué tal me veo?.— pregunto con un toque coqueto pero al mismo tiempo avergonzado.

—increíble...

Palabras que habían salido sin su consentimiento, eso eran justo lo que había soltado el noruego sin notarlo, ahora los dos estaban sonrojados mirándose el uno al otro con vergüenza y en el caso de uno, también alegría.

—¡ya becense!.

Se escuchó gritar al narcisista, ambos jóvenes apartaron la mirada rápidamente y con sus rostros aún rojos intentaron simular que nada había pasado.

—bueno, pues como ya estamos listos ¡creo que podemos irnos!.— grito alegre el amante de la cola.

Sin dudas, sería un día divertido en el parque de atracciones...

Continuará...

¡Diez días para enamorarte! (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora