Entrenamiento

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Punto de vista de Kara

En la fortaleza de la soledad entrenó bajo los entrenamientos guardados de su primo.

Ella le superaba, no cabía duda, su educación militar, más el aprendizaje que Sara le enseñó el estilo de pelea de la liga de las sombras más los entrenamientos exhaustivos de Brainy donde analizaba cada secuencia de golpe le hacían casi imbatible.

Pero esta nueva enemiga... había algo en ella cautivador, y a la vez escalofriante.

Kara estaba absorta mirando a la nada recreándose en sus pensamientos cuando Kellex se ubicó a un lado de ella parpadeando.

- Lena Kieran Luthor pide permiso para teletransportarse. - Informaba Kellex con su característica voz robótica.

- Kellex, ella tiene autorización permanente - Kara autorizó a Kellex que produjo un aro circular azul donde Lena se fue materializando.

- ¿Lista rubia torpe? - Dejaba un suave beso en sus labios la morena ya uniformada de Steel Woman, Kara le asintió - Kellex irradia la atmósfera con la kryptonita azul.

- Sí señorita Luthor.

Kellex obedeció a Lena, juntos habían trabajado en mejoras de la fortaleza de la soledad, Lena había aplicado una mejora al entrenamiento de Kara, usó la Kryptonita azul del antiguo traje de Kara para ayudarla en entrenamientos más duros sin ayuda de sus superpoderes.

Lena poco a poco fue gustándole como los ojos de su amada cambiaban ante la presencia de la Kryptonita azul, como sus cabellos oscurecían sin explicación.

Tras una breve tregua en la que Kara se adaptaba a la atmosfera, entrenaron juntas, Kara había insistido en que Lena aprendiera a pelear bajo las directrices de la liga de las sombras.

Kara se cansaba más rápidamente bajo ese entrenamiento. pero cada vez aguantaba más.

- Que no te contengas - Se quejaba Lena en el suelo tras haber sido derribada por Kara.

- Estoy distraída - Kara se quejaba.

- Kellex noventa por ciento de azul, y un cinco por ciento verde - Lena activó el revestimiento de su traje para que Kara reaccionara y golpeara fuerte sin ella inmutarse.

- Kellex diez por ciento verde ochenta de azul.- Kara se tomaba en serio los entrenamientos y quería que Lena estuviese todo lo preparada posible para enfrentamientos como esos.

- ¿Estás segura? - Lena bajó la guardia al ver las venas de Kara teñirse de verde fugazmente.

Tras un rato más entrenando Kara no conseguía concentrarse, estaba claro que Lena era increíble en la batalla, pero ella no fallaba tanto, en cosas sumamente sencillas erraba.

- Fin de entrenamiento - Daba Lena por concluida la sesión al ver a Kara tumbada en el suelo apoyada con su codo, intentando erguirse.

Lena se posicionó encima de ella a horcajadas.

- Amor - Dejaba un beso en su frente - ¿Qué ocurre? de normal eres patosilla pero no tanto.

- Estoy preocupada por Sam y estresada por esta nueva amenaza. - Kara intentaba seguir el hilo de la conversación mientras sentía como Lena le dejaba suaves besos por el cuello, buscando el punto de que volvía loca detrás de la oreja.

- Mhhh, yo tengo una leve idea de cómo desestresarte aunque sea una horita. - Kara sentía los golpes de sus palabras contra su piel.

- O dos - Kara en un rápido movimiento la colocó debajo de ella invirtiendo las posiciones.

Kara acarició el cuerpo de Lena desactivando su traje, dirigiéndose al sur de su cuerpo.

- Tengo bastante hambre, creo que hoy hasta que no te corras solo con mi lengua... no haré otra cosa que devorar y deleitarme con tu precioso coño.- Decía mientras besaba los muslos internos.

Mientras con una mano tentaba los pezones de Lena casi sin tocarlos, únicamente rozándolos. Mientras con la otra mano agarraba bien su nalga atrayéndola hacia ella, intensificando el contacto.

- Joder Kara, me encanta que me lo comas así - Lena no controlaba sus vaivenes creando un ritmo irregular provocado por las oleadas de placer.

Cuando Kara sintió que Lena estaba al borde del orgasmo detuvo su lengua, sonriendo.

- Me encanta que estés así, tan tan húmeda, tan mía - Kara escucho como Lena gemia por la impotencia de no haber llegado - Y perdón por no llevarte al cielo, pero siento un poco de envidia.

Diciendo esto, ágilmente cambio su propia posición, cambiando el ángulo de lamida. dejando su coño al alcance de Lena.

En menos de un segundo Kara tenía dos dedos dentro de ella mientras el pulgar de Lena buscaba el clítoris.

Kara quien iba a volver a lamerle el coño a Lena se vio abrumada por el placer.

- Como pares, pararé - Amenazó cariñosamente Lena.

- Mhhh si esas tenemos - Kara sin dejar de dar leves mordiscos y jugar con los pliegues del coño de Lena - ¿Te tiento?

- Pero sin entrar. - Lena le estaba dando paso a acariciar su ano, solo si se daban permiso accedían a esa zona, siempre bajo autorización.

Ninguna de las dos sabía si les ponía más sentir tanto placer o sentir como la otra era invadida por oleadas de placer.

Los gemidos de ambas sonaban con reverberación dentro de la fortaleza. 


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