Dolor

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Punto de vista de Kara

Kara volvía por el portal cuando su móvil fue un sumidero de mensajes recibidos.

Mientras sus ojos se acostumbraban a la luz del amanecer, se dirigió hacia su móvil, recogiendo la desorganización de Lena, había dejado todo su material de Yoga sin recoger.

Aun sin cambiarse pues aun tenia el traje de Supergirl. Comenzó a leer mensajes.

Sam deseándole suerte con Barry. Sophie agradeciéndole la atención y despidiéndose, volvía a Gotham, pidiéndole que se volviesen a ver. Kate Hudson diciendo que se vieran el pronto, que no volviesen a pasar tantos años. Nia y Brainy con sus fotos del viaje. Ruby con preguntas del cole y pidiéndole ayuda con una redacción. Kat Grant que quería hablar con ella. James que tenía nueva información. J'Onz que tenia la nave casi lista, había puesto a trabajar a media DEO en ello. Lena mandándole mensajes de amor cada unas horas y comunicándole que estaba de negocios en Gotham.

Al leer ese último mensaje no contestó a los demás, voló hacia Gotham para despertar a Lena en su habitación dándole una sorpresa.

Llegó a Gotham en apenas unos minutos, fue cauta, en un callejón se cambió brevemente. Y de camino al hotel, compró unos cafés y unos donuts.

Tras identificarse en la recepción, y el recepcionista constató que estaba autorizada le dio paso. Y se dirigió al ascensor, los odiaba, pero era lo más "humano".

Al abrir la puerta algo le extraño, el traje de Lena estaba nada más entrar. Kara se rio para si misma, o llegó anoche muy cansada, o algo ebria.

Se agachó para coger el vestido, Lena odiaba que se le mancharan o estropearan. Se acercó al sofá para dejar el vestido en el respaldo pero se sorprendió al ver una chaqueta de traje, ¿Pasó Lena frío anoche? Kara miró por la ventana para asegurarse del tiempo, hacía algo de tiempo.

Pero hubo algo en la alfombra que le extrañó. Una bota, haciendo un rastreo rápido por la habitación detectó, otra bota en otro extremo y los zapatos de Lena desperdigados también.

Kara se extrañó. Y lo que no supo como entender fue que en el picaporte de la habitación había pantalón.

- ¿Qué coño? - Kara caminó determinada hacia la habitación.

Al abrir la puerta Kara no daba crédito a lo que veía, Lena, su Lena estaba con su cuerpo entrelazado a Kate.

Kara contenía las lágrimas. Con sus visión laser reventó el ventanal de rabia.

Ante el ruido ambas mujeres se movieron, Lena abrió los ojos mirando perezosamente hacia la ventana para encontrar que no había cristal, se sobresaltó al ver el cuerpo de Kate que se movía desnuda en la cama.

Kara carraspeo.

- Amor - Se sobresaltó Lena, al verla sonrió pero su sonrisa se desvaneció al ver de nuevo a Kate moviéndose a su lado.

- ¿Amor? - Preguntó irónicamente Kara, tampoco podía decir mucho más o rompería en llanto.

- Yo os dejo hablar a solas - Kate se levantaba y se metía en el cuarto de baño pasando por delante de Kara que no se dignó ni a mirarla.

- Creo que disfrutaréis esto más que yo. - Kara, sin mirar a Lena dejó a los pies de la cama, los cafés y los donuts.

Sin esperar a que Lena pudiese hablar Kara voló lo más deprisa que pudo, sin rumbo, sin destino, no quería ver a nadie, no quería pensar. Solo sentía dolor.

Sin noción del tiempo se quedo estática en el aire, pensando donde poder aterrizar, voló hacia Texas, no quería ir a su casa, ni al departamento, ni a casa de ningún conocido o familiar, ni a la fortaleza. Lena averiguaría donde estaba y no podía verla en ese momento.

Voló hacia el sitio que pensó en que ella no pensaría.

En segundos, llegó a un rancho a las afueras de Smallville. Caminó por los campos, atravesando el maizal.

Cuando vio a lo lejos la casa sintió una emoción distinta a toda la tristeza y dolor. Los recuerdos de Clark invadieron su memoria. En vez de entrar o acercarse a la casa se dirigió donde su primo estaba enterrado. Y se sentó en un pequeño banco justo delante de la tumba.

Ahí mirando el montículo dejo liberar el llanto. Las lagrimas recorrían su rostro con toda libertad, tenia tantos sentimientos y emociones que no las podía gestionar. ¿Por qué Lena le había echo eso?¿Por qué? Se sentía débil, frágil, insegura, dolida, destrozada, era peor que someterse a la Kryptonita verde. Sentía como le costaba mantener la respiración.

Sintió alguien sentarse a su lado.

Kara encontró a Martha Kent sentada a su lado, quien puso una mano reconfortadora en la espalda de Kara, esta al sentir la mano cálida de su tía se dejó caer apoyando su cabeza en el muslo y dejando libre otra oleada de llanto.

Martha acariciaba el cabello de Kara.

- Pequeña, deja libres esos sentimientos, suéltalos, llorar es bueno. Tienes a todo el mundo buscándote. Tu madre me ha llamado, llegaste anoche y has estado toda la noche en este banco, esta mañana al comprobar que seguías aquí me preocupé y estaba apunto de venir a tu encuentro cuando recibí la llamada de tu madre, te están buscando todos. Pero no diré a nadie que estás aquí. Se lo que acabas de pasar, no diré nada, no preguntare nada, solo te escucharé. Aquí estoy. - La voz de Martha sonaba quebradiza.

No supo cuantas horas habían pasado desde que Martha estaba ahí reconfortándola.

- Cariño, vamos dentro, tu eres de acero, pero yo no - Martha intento hacer sonreír a Kara, lo consiguió.

Ambas caminaron hacia la casa.

Martha le preparó una sopa y una hamburguesa completa en menos de media hora, que fue el tiempo que Kara pasó duchándose. Se puso una camisa vieja a modo de pijama.

Ya en la cocina Kent, Martha y ella tomaban la sopa.

- Me ha engañado - Fueron las primeras palabras que dijo Kara. - Decía que me amaba, estamos, estábamos comprometidas. Parecía que me amaba... Todo iba bien entre nosotras. Y...

- Cariño - Martha agarro las manos de Kara quien comenzaba a llorar de nuevo - La he visto ella te ama - Kara intento soltarse del agarre al que Martha sujetó con fuerza. - Lo que ha hecho no tiene justificación, pero quizá si explicación, no te digo que la busques ahora, si no cuando tu y tu corazón estéis listos.

- ¿Cómo le miro a la cara ahora?¿Cómo puede ser que pese al daño que me ha hecho siga amándola? No me puedo creer lo que vi, no me puedo creer que lo haya hecho, ella no es así. - Kara intentaba expresar todo ese conflicto de emociones.

- Es normal, ahora tienes que aclararte tu, y cuando estés en calma buscar explicaciones, si algo os caracteriza a la familia EL es vuestro gran corazón. Ahora te toca protegerlo. - Martha volvía con su sopa.

- Ella tiene mi corazón, ella es mi corazón, y ahora lo tengo roto, no se donde pertenezco, Martha, desde que recuerdo ella ha sido mi mundo, si, antes de conocerla viví muchos años, pero perdida, cuando ella llego, fue como si todas las piezas del puzle comenzaran a tener sentido, sentía que todo lo vivido me llevaba a ella, ella es lo más grande y bonito que me ha pasado. y ahora temo que no sea reciprocó, para mi aunque ella salga de mi vida, mi corazón seguirá perteneciéndole, no seré de nadie más.

- ¿Sois todos tan nobles?, Clark hablaba del amor igual, cuando os entregáis lo hacéis al mil por cien. - Martha sonrió. Y Kara también a recordar a Clark.

- No todos, si yo te contará... - Kara comenzó a contarle a su tía, todo lo de las World Killers, poniéndole al día.

Te EncontraréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora