¡ Por favor, no me abandones!.

Capítulo 18: Oscuridad y Recuerdos.

Qué onda mis lectores. Espero no haber tardado tanto XD, espero y disfruten este capítulo. Ya incluso tengo ideas para un One Shoot mas adelante. Pequeño Spoiler, tiene que ver con Koneko de DxD y un OC. Pero, me gustaría usar a Zero en otro fic, aunque a este lo planeo dejar en paz apenas termine lo que quiero contar. Así que, me gustaría que me dieran recomendaciones de anime o videojuegos en los que les gustaría ver que pertenezcan al mismo universo que Zero. Claro, serán historias alternas que nada tienes que ver con esta, así que si les gusto la pareja, no volverán a vivir el NTR del capítulo 1 XD.

Por cierto, ¿Alguien quiere ver un universo alterno donde Zero se quede con Inori?, bueno ahora sí, los dejo leer a gusto. 

Cuando ambos llegaron a la casa de Zero, este último dejo a la chica en su habitación, todo mientras se separaba para ir por ropa vieja de su mama para que ella se cambiara y no tuviera solo su chamarra del uniforme.

- Espérame un momento, seguro que encuentro algo, mientras tanto descansa. –

Le dijo este mientras iba al armario de su madre, la última vez que fue ahí, fue para simplemente no dejar que todo fuera dañado por el tiempo. Cada vez que entraba a la habitación de sus padres, no podía evitar sentirse nostálgico y triste.

Mientras el comenzaba a buscar algunas prendas de ropa para Kurumi, ella se encontraba pensando en algo. Y era el hecho de que Zero tuviera poderes, no creía que se tratara de un ángel como el de ella, porque en ningún momento percibió el mana perteneciente a uno. Mientras su mente divagaba en lo que podría ser, noto algo.

El reflejo del sol poniente, al voltear su mirada hacia el origen del reflejo noto que se trataba del marco de una fotografía. Por el propio reflejo no pudo identificar mucho, no más allá de un Zero de apariencia mucho más joven, supuso que se trataba de una vieja foto familiar. Aunque se le hacía extraño que la tuviera en un lugar tan inaccesible como lo era sobre su armario.

Aunque tampoco es que le prestara mucha atención a la habitación de Zero la última vez que estuvo ahí de todas formas. Este último pensamiento, hizo sonrojar y sonreír a la chica, recordar aquella sensación era embriagante, especialmente porque recordaba el amor y cariño con el que Zero la trato en todo momento.

Aunque antes de que su mente comenzara a maquinar mas escenarios similares. Llego el castaño, el cual con una sonrisa le dejo la ropa antes de salir de la habitación.

- Te espero en la cocina Kurumi, hare algo para comer mientras hablamos. –

Comento el castaño mientras salía en la dirección ya mencionada. Todo mientras comenzaba a preparar algo de comer como dijo, esto le serviría para relajarse un poco después de la pelea. Especialmente porque su mente y cuerpo divago bastante en relación a Kurumi, no ayudaba nada que ya hubiera hecho ese acto, pues el verla desnuda solo lo ponía nervioso. Sin embargo, mientras seguía centrado en la comida, sintió como un par de brazos lo rodeaban por la espalda, a la par de sentir como alguien colocaba su mejilla junto a la suya.

- Zero, gracias por no dejar que me quemaran. –

Le dijo ella poniendo más nervioso al chico por lo acaramelada que estaba Kurumi, no sabía si era que ahora ella sufría el síndrome del puente colgante, o es que simplemente estaba agradecida. Pero el caso era claro, si no hablaban y solo se dejaban llevar, pues, seria obvio lo que pasaría.

- B...bu...bueno Kurumi, mejor hablemos de lo que sucedió. –

Le dijo el castaño mientras le sonreía, no evitando mostrar su sonrojo, a lo cual Kurumi sonrió y lo beso levemente.