Tokisaki Kurumi, un espíritu que está acostumbrado a matar.
Un espíritu extraño, ya que no le interesan muchas cosas que no sean aumentar el tiempo que tiene a costa de los demás.
Pero cuando se dirigía hacia la preparatoria Raizen, para conocer a...
Bueno, quiero decirles que no pienso publicar esta historia en mi canal de Youtube. Así que si alguien decide dedicarle el tiempo de llevarla haya, que me diga. Sin mas, empecemos con el nuevo capítulo.
Minutos más tarde.
Kurumi había pasado parte de la noche anterior buscando información de Zero. No había mucha relevante, más haya de que sus padres habían muerto cuando tenía 12 años. La causa de muerte una onda espacial, desde entonces el joven había sobrevivido gracias a los ahorros de sus padres. De ahí en más, la información era poco relevante.
Lo que claramente, le disgustaba a la pelinegra, ya que deseaba saber el porqué el hermanaba esa sensación que la alegraba y tranquilizaba.
Mientras tanto con Zero.
El pelicastaño había tenido un día difícil después de salir de la escuela. Para empezar, la empresa donde trabajaba a tiempo parcial, lo había despedido debido a un recorte de personal. Luego de eso, había tenido un pequeño encuentro con Vent, el uso le amenazó insistentemente de no acercarse más a Inori. Amenaza que no tomo en cuenta, ya que el no tenía intención de volver con ella. Todo junto a los sucesos de la mañana lo tenía estresado. Al grado que había abierto una de la vieja botellas de alcohol añejo de su padre, y se encontraba bebiéndola al borde de su cama.
- Maldición, este día no puede ir a peor. - Susurro el castaño de manera estresada, a la par que miraba la ventana de su apartamento. A la cual se acercó para abrirla y mirar a la luna, la cual bañaba toda la ciudad con su luz. Una luz que le hacía recordar a Zero todo el tiempo que estuvo con sus padres, y los buenos momento que había pasado con Inori.
- Y una mierda. - Susurro molesto ante los recuerdos, a la vez que una fría brisa nocturna revoloteaba su cabello. A la vez que apretaba el colgante que pensaba regalarle a Inori. Por un momento pensó en arrojarlo lejos, pero rápidamente se arrepintió. Le había sido demasiado difícil conseguirlo, así que lo guardaría. A lo cual, volteó su mirada al cielo oscuro y estrellado de la noche.
Mientras miraba el firmamento, sintió una punzada de dolor en su mano izquierda. A lo cual, curioso decidió mirar a qué se debía. Grande fue su sorpresa al ver un símbolo extraño ahí, el símbolo de encontraba tanto en el dorso como en su palma de la mano.
(Algo así)
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- (¿Que es esto?). - Se preguntó el castaño mirando detenidamente el símbolo. Pero después de unos minutos, decidió ignorar el símbolo, creyendo que solo se trataba de una alucinación por el alcohol. Así que decidió dormir para el día siguiente ir a la escuela.
Lo que no sabía, es que el símbolo le daría mucha información sobre la herencia de su familia. Ya que mientras dormía, el, pudo vivir las memorias de algunos de sus antepasados. Y ver, el porque ese símbolo había aparecido en su mano tan abruptamente.
