¡ Por favor, no me abandones!.

Capítulo 12: La Cita

Buenas gente que lee mis fumadas, ¿Cómo están?. Lamento haber tardado en traerles un nuevo capitulo. Pero tuve severos contratiempos para escribir.
Con eso que inicie clases en la Uni, volví al trabajo y mi familia se enfermo y como único sano tuve que cuidarlos pues. Poco pude hacer.
Lo bueno es que todo salió bien y espero no tardar mucho en traer el siguiente capítulo. Así que empecemos con esto :D

- (Eso, si que fue extraño) -. 
Pensó el castaño suspirando cansadamente.

Solo para sentir como aún Kurumi tenía posada sobre el su mirada preocupada, así que encogiéndose de hombros le sonrió apenado.

- Lamento haberte preocupado Kurumi-san, solo es que, tuve un mal recuerdo. -

Fue lo primero que se le vino a la mente, usar la excusa de soñar/recordar la muerte de sus padres hace años, era su mejor excusa. Ya que, bueno, el resto del sueño implicaba incluso algo que ni el sabía el porque.

Kurumi no pudo evitar notarse sorprendida, en ningún momento el castaño le había dicho que sus padres habían muerto, y claro, ella tampoco había preguntado, por lo que la noticia la tomo por sorpresa.

- Zero-san, lamento que hayas tenido que recordar algo tan terrible. -

Comentó con tristeza por el castaño, pero este rápidamente le sonrió alegremente y la abrazo del hombro.

- Tranquila, paso hace años y aunque nunca dejare de extrañarlos. Aún tengo gente que quiero como tú. -

Respondió instintivamente sonrojándose ambos por lo dicho, Zero claramente por vergüenza, no le gustaba mucho decir ese tipo de cosas en público. Y Kurumi, de alegría al saber que el castaño le tenía tal aprecio.

- B…bu…bueno, en todo caso. Que te parece que después de esto salgamos a un lugar. Digo, para distraernos y como disculpa por preocuparte. -

Propuso con una sonrisa alegre, recibiendo un asentimiento de la pelinegra la cual le sonrió de forma tierna, provocando que Zero se sonrojara levemente. Ella era demasiado linda, incluso sin necesidad de proponérselo.

Por lo que solo se quedaron en silencio un tiempo más hasta que los docentes les dieron el permiso para retirarse.
Zero apenas escucho que ya podían retirarse tomo la mano de Kurumi y sonriéndole salieron rápidamente de ahí. Todo mientras comenzaban a proponer ideas de como pasar el resto del día.

Minutos más tarde.

Ambos estaban paseando tranquilamente en el parque, habían decidido ir a la zona comercial que quedaba cerca de dicho parque. Ambos caminaban con una sonrisa todo mientras Kurumi no dejaba en ningún momento de apegarse al castaño. Quien no oponía resistencia ante las acciones pocesivas de la pelinegra.

Sin percatarse que eran vigilados de distintos ángulos, siendo los vigilantes Shido y el Fraxinus. Estaban atentos a cualquier indicio de que las cosas fueran a mal para intervenir y salvar cuántas vidas fuera posible. Pues, toda la tripulación del Fraxinus había recolectado información sobre Kurumi. Quedando bastante aterrados ante las habilidades que se describían en los reportes de "Nightmare" como la llamaban.

Mientras que a Zero se le vino una idea, escuchó en la escuela que hace poco acababan de abrir el parque de atracciones que llegaba a la ciudad un par de veces al año. Y bueno, divertirse en un sitio así junto a la pelinegra ayudaría bastante a olvidarse de ese mal sueño.
Aún seguía pensando en eso, ya de por sí era raro que tuviera una pesadilla, pero, ese "sueño" era más oscuro que su peor pesadilla hasta el momento.

- Ehm, Kurumi-san, tengo una idea. ¿Que te parece si vamos al parque de atracciones? -

Pregunto curioso, recibiendo como respuesta un asentamiento de Kurumi, la cual seguía sin querer separarse de el. Si bien, aún no se acostumbraba a lo melosa que era ella con el, tampoco le disgustaba. Era, como si se conocieran desde siempre, extraño, pero agradable.
Llegando al parque de atracciones, ambos comenzaron a caminar entre la gente mientras decidían que hacer. Hasta que algo llamo la atención de la pelinegra, era un juego de disparos.
Simples armas de juguete con bolas de plástico y objetivos.