SI NO TE HUBIERAS IDO

Cap.8

-Si has venido a mi despacho a faltarme al respeto puedes largarte,- Volkov se sentó en su butaca y abrió el ordenador.

-¿Cuál es tu puto problema?, ¿puedes dejar de tratar a la gente como si fueras superior?,- el director apoyó las manos en la mesa frente al ruso, bajó la tapa del portátil cerrándolo y se echó hacia adelante encarándole seriamente.

-Es que soy su superior, Walker lleva todo el dia patrullando y no tengo ni un solo informe de como ha ido el dia, que estéis de cachondeo me parece genial pero que haga su puto trabajo.-

-Está haciendo bien su trabajo, y te recuerdo que yo soy tu superior y el suyo, no quiero ponerme así pero si esto es lo que quieres...puedo actuar como tal,- Volkov se levantó de su silla y se acercó al de cresta furioso.

-Jamás obedeceré órdenes tuyas,- se acercó quedando sus rostros muy cerca.

-Pues igual tengo que abrirte un expediente comisario.-

-No es lo único que has abier...- el sonido del golpe hizo eco en las paredes, Volkov tenía sangre en el labio pero ni siquiera le importó, solo el rostro enfurecido del federal era lo que enfocaban sus ojos.

-Eres un...- las manos del comisario agarraron su rostro, sus labios chocaron en un beso pasional y cargado de sentimientos encontrados, Horacio cerró los ojos con fuerza intentando con sus manos apartar al mayor sin éxito, abrazándose desesperado a su espalda y dejando que el otro guiara esa húmeda unión, cediendo a lo que su cuerpo y su corazón querían y necesitaban, y era a ese hombre de cabellos plateados.

-Perdóname por favor, no quería decir eso Horacio...yo...- juntó su frente con la del director y comenzó a repartir besos por su rostro mientras sus lágimas caían incesantes.

-Si vuelves a hablarme así voy a dispararte,- lo apartó suavemente y lo miró, su labio comenzó a hincharse tornándose de un color morado,- es mejor que lo cures ahora, puede infectarse...- dijo cogiendo su máscara y su gorra y caminando hasta la puerta, pensando en sus palabras, iba a terminar la primera frase con un *de nuevo* pero no podía contarle eso aún a Volkov.

-Horacio...yo te quiero...joder, te quiero...- el federal miró hacia atrás, sonrió de lado y se marchó dejando a Volkov confundido y dolorido.

Los dias siguientes fueron extraños para Horacio, cada vez que coincidían en alguna alerta, el comisario se las apañaba para llevárselo aparte y besarlo, se escondían en algún callejón cercano, en la trastienda de las licorerías a las que acudían, en la parte de atrás de los patrullas...para el director era algo excitante, saber que el ruso le deseaba, cuando sus manos se paseaban por su cuerpo sin descanso, cuando sus labios y su lengua dejaban marcas en su cuello, cuando sentía su agitada respiración en su piel...

Durante la última semana no coincidieron, Horacio estuvo infiltrado con Dante y compañía, habían encontrado al novio de Arizona y lo habían secuestrado, amenazándole para poder dar con la chica, que pronto hizo todo lo posible por quedar con el supuesto Axel, o Mago, como mejor se le conocía.

Horacio organizó una cita en un lugar apartado y habló con ella, la charla fué muy tensa, ella le contó acerca de un tal Granjero, una persona que supuestamente era como una organización y le habló también de Banks, el fallecido esposo de Athenea, con el que ella tenía muy buena relación.

Le dió la información de que ese tal Granjero era el responsable de la muerte de su amiga, le dijo nombres, Ferro, Martín y otros menos relevantes pero también culpables de dichos asesinatos.

Con la información en su mano y aclarando a la chica que dejara las cosas tranquilas y que se alejara de él, se marchó satisfecho, dejándola ir y prometiendo dejar también a su novio tranquilo.