SI NO TE HUBIERAS IDO

CAP.2

Horacio entró por primera vez en esa gigante mansión que había decidido comprar, estaba completamente vacía, tenía que poner cada uno de los muebles que conforman un hogar pero, estaba tan decaído que simplemente había mandado traer un sofá y una cama standar, ya iría comprando más cosas, ahora solo quería darse una ducha y descansar, había traido su ropa y varios productos de higiene personal de la sede, no tuvo ganas de ir a comprar.

Salió del baño, se secó el cuerpo y un poco el pelo y se puso solo un bóxer, se tumbó en la cama dispuesto a pedir algo de comida pero un mensaje de su "amigo" Dominic llegó a su teléfono informándole de que había un tipo por el norte que preguntaba por un tal Canastos, que también quería saber algo más sobre el FBI y que estaba investigando, preguntando incluso a los Sheriffs.

Horacio bufó desganado, estaba harto de que lo relacionaran con sus infiltraciones, él cuidaba mucho su aspecto cuando iba disfrazado de Canastos, un detective inventado por él, cuando llevaba otras identificaciones encima de diferentes personas, casi siempre escondía su cresta porque sabía que por ella podían relacionar sus personajes y siempre iba enmascado, no entendía si es que alguna persona con la que se juntaba le estaba traicionando o simplemente le estaban siguiendo.

Dominic fué una de las primeras personas que conoció cuando salió de la sede después de la marcha de Gustabo y Conway, pasó encerrado más de dos semanas bebiendo, sin ganas de trabajar ni de seguir adelante, el cambio de sede fué un aliciente para salir de su encierro, algo de ilusión había vuelto a hacerse presente en su persona.

Ese hombre le había ayudado mucho, no sabía su verdadera identidad, por supuesto, pero habían formado una amistad, no tanto para Horacio que lo utilizaba para sacar información, pero si que le guardaba algo de aprecio, sabía que siempre que lo llamase y le pidiera cualquier tipo de favor o de información, él se la daría.

Miró la hora en su reloj, eran más de las nueve de la noche pero ese día no había entrado de servicio debido a que estuvo por la ciudad infiltrado dando vueltas por lugares clave para ver si conseguía algo de información, así que se levantó de la cama y fué a vestirse para salir hacia su sede y ponerse a trabajar un rato, se le había quitado el hambre y quería despejar su mente ocupándola en algo productivo.

Llegó y se cambió en los vestuarios, se puso su usual uniforme con pantalones negros con goma en los tobillos, unas deportivas amarillas a juego con su camiseta básica, su chaqueta con las siglas del FBI también en amarillo y gorra del mismo estilo también con las siglas.

Ajustó su pistolera a su muslo derecho, fué hasta la armería y se equipó con lo necesario, chaleco interior, reglamentaria con varios cargadores, táser, linterna y esposas, fué hasta su taquilla y dejó sus identificaciones falsas cambiándolas por su placa, salió hasta el garaje y sacó un patrulla completamente negro y activó el GPS para ver las alertas que iban saltando.

La noche estaba demasiado calmada, solo saltaban ventas de droga en el norte, algún robo de coral y peleas en el Gabriellas, no le apetecía lidiar con socios de barrios, solían ser muy pesados y vacilaban mucho a la policía, estaba cabreado y no quería pagar injustamente su frustración con ellos.

Una alerta de código tres saltó, eso si le apetecía, una persecución siempre le animaba así que entró en la radio de la LSPD, saludó e informó de que iba hacia la zona y puso rumbo a la ubicación señalada en el GPS.

Cuando llegó una agente ya estaba negociando, él se quedó apartado esperando a que terminaran las negociaciones y dieran las acústicas para salir en persecución, no tenía buena relación con muchos de los agentes de la LSPD, muchos le habían faltado al respeto en el pasado cuando estaba subido de peso dedicándole motes tales como "bollicao" y "hamburgueso", no le guardaban ningún respeto ni lealtad pese a ser el superior de su superior, no contaban con él aún viéndole de servicio y muchas veces incluso participando en los atracos, lo ignoraban.