CAP.1

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Horacio despertó en la sede del FBI, solía quedarse a dormir ahí, desde que volvió después de lo sucedido en la iglesia, después de tirotearse con The Union y después de ayudar a dejar en coma a su comisario bombón, todo se había ido al garete.

Volvió a esa ciudad después de apartarse de todo y de todos, ayudó económicamente y moralmente a su amigo y hermano Gustabo para que ingresara en una clínica por su transtorno, ayudándole así a encerrar a Pogo en lo más profundo de su subconsciente, mientras que él sanó sus heridas superficiales, que no las internas, lejos de esa ciudad.

Él fué a visitar otras ciudades, ahogó su ansiedad en la comida engordando demasiado hasta el punto de plantearse volver a ese lugar, que tantos dolores de cabeza le había causado, pero en el cual también había pasado muy buenos momentos, cuando creyó que se le iba de las manos y estaba poniendo en riesgo su salud.

Sabía que encontraría a Conway y a su hermano allí así que puso rumbo a Los Santos de nuevo y ese encuentro no tardó en llegar, fué a reunirse con Gustabo en el Pier, ambos tenían el mismo aspecto dejado, las heridas superficiales habían sanado dejándoles algunas secuelas y marcas de quemaduras en algunas partes del cuerpo, pero las internas llevaban su proceso, aunque estando ahora juntos, se les haría más llevadero.

Conway al verlos bufó, estaban en baja forma así que nada más encontrarse los puso a hacer ejercicio, su lado militar siempre estaba presente, pero ellos llevaban tanto sin verse que se dedicaron a hacer el tonto en la playa y a molestar al viejo, como ellos lo llamaban.

Los dias pasaron y el mayor de todos fué buscando trabajos que realizar por la ciudad, probaron en la presa recogiendo agua, talando árboles como leñadores, plantando arándanos y cultivando hortalizas que luego podían vender pero, ninguno de esos trabajos les servía para empezar de cero.

Conway pensó en algo, una idea que podía salirle o muy bien o muy mal, con el dinero que tenían ahorrado de haber trabajado esas semanas, quería alquilar o hasta llegar a dar una entrada para comprar la hamburguesería que había en frente de la comisaría de Vespucci, el Burguer Shot, allí empezarían a trabajar los tres pero él quería llevarlo al siguiente nivel.

Pensó en usar el local como tapadera, quería joder al estado y al gobierno que tanto le había quitado en su vida, así que pensó en mover droga, primero en pequeñas cantidades haciéndose un hueco en el mercado y después ir subiendo escalones, llegando incluso a ser unos de los distribuidores principales de la ciudad.

Que estuvieran frente a la polícia o incluso teniéndolos como clientes fijos del local, no le asustaba al revés, pensaba que sería una buena coartada llegado el momento, si les pillaban.

Fué con Horacio y Gustabo y les enseñó el local, les contó sus planes de futuro y los chicos quedaron encantados, querían probar también el lado ilegal, más bien volver a ello porque en su pasado ya tocaron un poco ese tema.

Estaban contentos, eufóricos, iban a cambiar sus vidas y tenían muchos planes, esa noche cada uno se fué a dormir pensando en lo maravilloso que se sentía ser por fin libres en esa ciudad de mierda.

Al dia siguiente, una llamada a Conway por parte de Michelle Evans cambió todos sus planes, los citó en una sede cutre entre dos puentes en frente del depósito de coches, allí se les informó a los tres que del CNI y del CNP nunca sales una vez que entras, los altos mandos los obligaron a formar parte de la nueva división del FBI en la ciudad, siendo los tres los encargados de llevarla compartiendo el mismo rango, según ellos sabían demasiado y de esta forma los tendrían controlados.

No les quedó otra que aceptar muy a su pesar, ya que fueron amenazados directamente, así que en ese momento firmaron los contratos y les entregaron sus identificaciones y placas, dándoles acceso a todas las instalaciones.

SI NO TE HUBIERAS IDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora