SI NO TE HUBIERAS IDO

CAP.3

-Buenas señores,- Collins los recibió en la puerta de comisaria, Volkov iba a pararse en el hospital que estaba justo al lado, donde pasó su estacionario coma, pero antes quería informarse del caso del tipo que últimamente amenazaba a Horacio, así que entró con ellos hasta el despacho.

Después de que se unieran también Miller y Ford, tuvieron una larga charla poniéndose al dia en general, tocando temas de puntos de farmeo de drogas, otros donde se desguazaban coches y conseguían ganzúas, carreras ilegales y demás, siendo Horacio quien más información aportaba en cada tema gracias a sus infiltraciones, dejando muy sorprendido al comisario.

Después hablaron del tal Jacob Anderson, pensaron que de momento al ser solo amenazas y al estar intentando informarse sobre un federal, supieron que el tipo estaba muy perdido y decidieron mantenerle vigilado por la zona del hotel abandonado que era por donde él se movía.

Después de unos vaciles con Collins en la puerta de comisaria mientras esperaba por Volkov, éste salió y al ver al director en esa actitud con el teniente cortó secamente su interacción para hacerle saber que devían marcharse, ya que tenía que ponerse de servicio.

De camino al sur fueron en silencio, solo antes de llegar Volkov se atrevió a preguntar al de cresta si él y el rubio eran muy amigos, Horacio se mordió la mejilla interna para no reirse y carraspeó.

-Pues es un buen amigo, ellos me ayudaron mucho cuando tu malla me daba de lado,- el peliplata frunció el ceño.

-Podrías haber hablado conmigo y lo hubiéramos arreglado, no hacía falta irte al norte,- Horacio aparcó y ambos salieron del patrulla.

-Tengo que trabajar con ambas facciones, ¿sabes?, además, ahora también voy a intentar de nuevo quedarme por aquí,- Volkov se acercó y lo miró fijamente.

-Si tienes algún problema, házmelo saber,- tocó su hombro y lo apretó.

-¿Vamos a patrullar un rato?,- preguntó sin poder guardarse el querer estar algo mas de tiempo con él.

-Ahora no puedo, pero más tarde si estás, podriamos,-

-Mas tarde voy a ver muebles, ya te lo dije, pero no te preocupes, otro dia será...-

Volkov asintió y se metió en comisaria, Horacio quería patrullar, entró en radio pero apenas había dos agentes y ellos conformaban binomio, bufó, iba a marcharse cuando vió a un agente salir del garaje, se acercó y lo saludó.

-Buenas agente, yo soy Willy Walker, para servirle, ¿cómo puedo dirigirme a usted?,- el director sonrió, ese alegre muchacho le dió buena impresión.

-Puedes llamarme H, ¿vas a patrullar?,- el otro asintió y juntos sacaron un patrulla y se dispusieron a patrullar durante unas horas, ese chico era todo lo bueno que podría encontrar Horacio en esa ciudad, se le veía noble, leal, alguien al que podrías contar tu más íntimo secreto y jamás saldría de él.

Después de una tarde exitosa para ellos se dieron los números y Horacio se marchó a una tienda de ropa donde se pudo cambiar y vestirse de civil, guardó su uniforme en el patrulla completamente negro que había sacado y condujo hasta una fábrica de muebles cerca de Paleto, estuvo comprando y excogiendo cosas básicas para un hogar, ropa de cama, toallas, productos de limpieza, de aseo personal, etc...a parte de elegir unos cuantos muebles, yendo también a un sex shop en el que compró unas cuantas cosas para poner de adorno, sonrió al imaginar la cara de sus visitas al ver su decoración.

Esa noche la pasó en la sede, hasta dentro de un par de dias no le instalaban todo aquello y en esa casa aún no se sentía cómodo para vivir, le faltaban cosas, pocas, pero necesarias para instalarse definitivamente.