Recopilación de mini historias basadas en canciones sobre la relación entre T/N y algunos de los personajes de Captain Tsubasa.
Los personajes no me pertenecen
Desde hace unos días o años quizá que T/N empezó a notar que la monotonía estaba contaminando su relación con Genzo y parecía que a él no le llamaba en absoluto la atención sobre nada que no sea su sueño de estar en Alemania. Ella había jurado por el amor que se tenían que lo apoyaría pase lo que pase y siempre estaría a su lado y aún así poco a poco todo se iba desgastando T/N intentaba por todos los medios que esto cambiara y que volviera al menos por un momento a ser como antes. No sabía si estaba ciegamente enamorada de él, pero llegó un momento en que se empezó a cuestionar si era correspondida o siquiera esos sentimientos fueran recíprocos, lo amaba sí ¿Pero y él?
Otra noche más en silencio durante la cena mientras Genzo no la miraba ni hacía ninguno de los dos el esfuerzo por entablar una conversación hace tiempo T/N había sospechado de alguien más, pero se había equivocado y con ello puede que la relación se haya desgastado aún más. Genzo la miró por un momento antes de suspirar estaba consciente de que ya nada era igual y que de ambos lados el amor se fue apagando. Ninguno quería herirse, pero T/N hace mucho tiempo había dejado de seguir insistiendo por mantener algo que ya no tenía solución o al menos alguna vía de escape para que todas sus emociones no salgan afectadas.
- Lo lamento –
Fue lo único que escuchó ella de su novio antes de verlo irse a la habitación esas dos únicas palabras eran lo que T/N necesitaba para saber que no había vuelta atrás de ninguna manera ni para ella ni para él mucho menos para el amor, un amor que ya no estaba y que solo dos palabras lo sentenciaron al olvido completo. Ella no dijo nada solo sonrío aunque con lágrimas en los ojos salió sin hacer ruido antes de irse y mientras miraba el cielo nocturno completamente lleno de estrellas empezó a recordar cómo fue su vida junto a él antes de que la monotonía los atrapara a los dos no había traición ni engaño lo único que pasó fue que ninguno de los dos iba a seguir esforzándose por algo que desde hace tiempo había dejado de existir.
A la mañana siguiente a él no le sorprendió no verla en la casa ni tampoco hizo nada por buscarla, solo deseaba la felicidad de ella y esa huida le indicaba que ella también había notado que nada tenía sentido entre los dos sin carta de despedida solo el recuerdo de que las últimas palabras que cruzaron fueron las de él con una disculpa y a pesar del silencio de la chica comprendía el egoísmo de parte de ambos y los deseos masoquistas de seguir hiriéndose jurando amor en vano se había terminado la noche anterior de una vez y para siempre.
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