Mi Ángel Caído (Malec)

Capitulo 17: Los ángeles en el Infierno.

¡Hola! Antes de nada; avise de que tardaría y como no he tardado :( Sorry, pero en realidad hoy no iba a acctualizar, porque el capitulo no estaba acabado, pero me he dado cuenta que sería demasiado largo y que mi cabeza estallaria si intentaba acabarlo hoy, así que lo que partido más o menos por la mitad y así se ha quedado. No sé si el capitulo que sige será el penúltimo, pero si que os tengo que avisar de que dentro de poco, este fic se acaba, y con respecto al sigiente fic Malec (Mi Dulce Espia, le canvie el nombre en el último segundo) no se si lo are, es bastante probable que lo haga pero no estoy segura.

Sin nada más que añadir, os dejo con el capitulo :)

Espero que os guste, que dejen muchso comentarios y que voten. Los Amo *3* ^^

PD: En el multimedia os he dejado más o menos como esta Alec con la armadura de Javier ^^

Las cárceles del Infierno son horribles. Los barrotes estaban hechos de huesos, las paredes estaban forradas con la piel ya putrefacta de las diferentes victimas que habían ido a parar allí; desde humanos que habían muerto y habían sido peores que demonios en vida, o demonios que por alguna razón u otra habían acabado allí. Podía oír los aullidos y gritos de dolor de los demonios o humanos (nunca se me ha dado bien diferenciarlos), que eran sometidos a las peores torturas inimaginables.

Mire por la pequeña ventana que había en mi celda. Las cárceles están peligrosamente cerca del círculo infernal donde estaban encerrados los demonios de primera fase, aquellos que son gigantes, terroríficos y que no distinguen de amigo o enemigo. Apoye la cabeza en la pared, y mire el techo, para encontrarme con diferentes partes del cuerpo de humanos colgando de  ganchos. Hice una mueca de asco y mire hacia otro lado.

Quizás debería estar nervioso, asustado o angustiado, pero estaba muy tranquilo, y era como si después de mucho tiempo estuviera en paz. No lo negare, siento un vació enorme en mi pecho, y me duele saber que no volveré a ver ni a Lucy, ni a Macra.... Ni a Alec.

Le echo muchísimo de menos, pero a la vez me alivia saber que esta a salvo. Seguramente esta triste, afligido y mal, pero esta vivo y a salvo...

Suspire y saque del bolsillo de mi chaqueta la partitura de la canción que había compuesto mi ángel, para mí. Sobre las líneas del pentagrama se encontraba el titulo; Oda a la perfección.

Él si que era perfecto y no yo. 

Leí sin entender nada, observando las notas y lo que Alec me había explicado que eran los acordes y las claves. Pase la primera pagina, y después la segunda, para llegar a la tercera y última. No era una canción muy larga, pero en ella, Alexander expresaba lo que sentía por mí, y cuando la oí y me dijo que eso era lo que yo le causaba... nunca imagine que yo podía hacer que alguien creyera que soy tan magnifico y hermoso como, lo mostraba Alec en su obra.

Al llegar a la última pagina, me fije en algo que jamás había  visto. Ni siquiera Alexander me lo había mostrado. Le di la vuelta a la página y comencé a leer.

Mi amado Magnus, no preguntes como lo sé, pero... lo sé. Sé que  dentro de poco te marcharas y yo...no soy capaz de imaginar mi vida sin ti, y estoy seguro que no quiero vivir sin ti.