Epílogo (1/3)

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Hola, se que había gente que queria que fuera una sola parte, pero prefiero hacerlo así, porque hubiese quedado demasiado largo. Lo siento de veras -.-'' Por mi propia salud mental prefiero hacerlo así, ya que mis musas se han ido a Noruega porque en España hace demasiado calor xD

A las preciosas personitas que me dijeron quien era la mujer del foto, la qual inspiro el personaje de Graciela, muchas gracias pero he descubirto que no se trataba de Megan Foz, si no de una modelo muy poco conicoda llamada Thaís Ribelle :) Gracias igualmente :D

Espero que les guste, que voten y dejen muchos comentarios. Los Amo *3* ^^

La nieve se había levantado, y el viento giraba a su alrededor. Aguante la respiración... no era Alec, o al menos no el Alec que yo recordaba. Sus ojos eran azules sí, pero fríos y letales. Mire su cuerpo. Volvía a tener dos brazos, pero su complexión había cambiado. Era más alto, y por como la armadura de Javier (y por el brazo izquierdo que había recuperado) se podía ver que ahora era mucho más fuerte. Y en su espalda... unas enormes alas de oro y platino, aun más grande que las de Raziel. Sobre su cabeza una corona de espinos con un triangulo de oro atrás.

No pude evitar sonreír y correr a su encuentro, es cierto que no se parecía a Alec, pero tenia que ser él.

Alec dejo de levitar y corrió en mi encuentro con una gran sonrisa. No pude evitar que unas cuantas lagrimas se me escaparan.

Rodee su cuello con los brazos y escondí mi rostro en el hueco de su cuello, e inhale su aloma. Esa perfecta mezcla que me enamoraba. Sentí sus brazos rodearme y levantarme centímetros del suelo, apretándome contra su cuerpo. Tenía tanto miedo de que volvieran a separarme de él, pero esta ves no, esta vez no hay nada más poderos que él.

Sus brazos rodeándome, su aroma, su piel pálida y tersa y sus alas... Alec esta aquí, y esta vez para siempre.

Me separe lo justo y necesario para basarle en los labios. Labios que volvían a ser cálidos y carnosos.

Al separarnos Alec acarició mi cara. Pude ver sus ojos acuosos y una sonrisa en su boca. Sentí las yemas de sus dedos, pasándolos por mi frente, mis sienes, mis mejillas hasta mi boca, curando las heridas de mi piel a su paso. Bajo las manos curando todas las heridas de mi cuerpo. El dolor (del cual casi se me había olvidado) desapareció por completo.

Miro detrás de mí en dirección a mis hermanos y a Raziel.

-Mi hermano solía rezarte.-Dijo mirando al ángel

-Dante.-Se acerco a nosotros, y agacho la cabeza en muestra de respeto.

Mis hermanos se acercaron, estaban sorprendidos y boquiabiertos.

-¿C-Como es posible? Estabas muerto.-Dijo Javier.

-Eso era en pasado amigo mio. Ahora soy el ser más poderoso de la creación.-Dijo. Su pecho se inflo de orgullo. Volvió a mirarme y me sonrió.-Ya nada va a separarme de ti, vida mía.

-Pero...¿Cómo?-Pregunto perpleja Marta.

-¡Que más da!-Exclamo Jimena. Sus azules ojos estaban cristalinos y mostraba los dientes en una radiante sonrisa. Abrió los brazos corriendo hacía Alec, quien la abrazo con fuerza.-Me alegro tanto de que estés aquí.

Alexander sonrió y miro al resto de mis hermanos.

-¿Nadie más me va ha abrazar?

Algo dentro de la mente de mis hermanos izo clikc. Sonrieron y salieron corriendo con los brazos abiertos para abrazarle. Diego le agarro por la cintura elevándolo en un abrazo mientras reía. Diego lo dejo en el suelo a tiempo que Javier y Marta saltaban encima de él y le abrazaban. Nero rodeo con sus brazo, los brazos de Alexander y lo apretó con fuerza. Macra se enrollo por todo el cuerpo de Alec mientras este le acariciaba la cabeza.

Mi Ángel Caído (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora