Capitulo 5: Lo que los hombres perfectos ocultan.

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¡Hey! ¡Estoy de vuelta! ¿Me extrañaron? (No) Augh... T^T xD Por fin actualizo jejeje. Sigo malita y llena de trabajo así que es muy probable que el capitulo 6 tarde en llegar (intentare evitarlo pero no prometo nada)

Antes de irme: El la cancion de Titanic en piano la he eligido por que siempre me he imaginado a Magnus y Alec tocando esa cancion en un piano, parte AMO esta maravillosa pelicula y necesita escribir algo romantico con ellos dos :')  Me gustaria que pusiran esa cancion mienstras leen la escena del piano :) 

Sin nada más que decir, espero que les guste, que voten y comenten mucho. Los Amo <3<3<3

-Me aburres.- Dije mientras bostezaba.

 Faruq me miro.

 Me arrodille delante de uno de mis hijos y le di un pedazo de carne. Mi pequeña creación la devoro con ansias. Me miro con sus rojos ojos vacíos mientras despedazaba la carne.

 -Compártelo con tus hermanos.

 -Si padre.-Dijo antes de marcharse corriendo con sus cortas y esqueléticas cuatro patas. Me levante del suelo y comencé a caminar acariciando las cabezas de mis hijos mientras esto me saludaban.

 -Señor espéreme.-Me dijo Faruq mientras caminaba detrás de mí.- ¿Por qué tiene tanta prisa?

 ¿Qué por qué tenía tanta prisa? Obviamente había quedado con Alexander para vernos y obviamente no me lo iba a perder por nada del mundo.

 -Señor escúcheme. Los demonios de primera fase están muy revueltos últimamente y no sé que hacer.

 Suspire con cansancio. No era tan grave, los demonios de primera fase siempre están muy revueltos.

 Los demonios de primera fase son demonios gigantes que tenemos encerrados en un círculo infernal, cerca de las cárceles. Esos demonios no identifican a nadie, no me identifican ni a mi como su padre, lo que significan que matan por matar. Son unas perfectas armas en batalla.

 -No te preocupes. Siempre han sido así.

 -Pero Señor…

 -Shhhhh.-Le acalle. –Me tengo que ir. No preguntes por mí. No me sigas y pórtate bien.-Dije dándole una palmadita en el hombro.

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Alexander se veía distraído. Con tal que os diga que no me ha devuelto ni un solo beso en los quince minutos que nos hemos estaba metiendo mano…

 -¿Te pasa algo?-Pregunte enredando mis dedos en su sedoso pelo negro.- ¿Has vuelto a dormir mal?

 Alec negó con la cabeza y me impidió que hiciera contacto visual con él.  Se veía apagado y triste. Quizás no debería importarme, pero me importa. No quiero verle así, quiero verle sonreír y ruborizarse. Quiero que me sonría y que se ruborice por mí.

 -Alec, cuéntamelo.

 - No tienes por qué preocuparte.

 -Eh.-Alce su rostro y por fin pude ver sus preciosos ojos azules.-Quiero preocuparme.

Alec sonrió de medio lado,  me dio un suave beso sobre los labios y me acomodo en su regazo.

 -Ayer murió un gran hombre.

 Apoye la cabeza en su hombro y le abrace.

 -Siento oír eso. ¿Quieres hablarlo?

 Mi mano acaricio su rostro, perfilando las angulosas mejillas. Alec entrelazo nuestros dedos y beso mi mano y la dejo sobre sus labios.

Mi Ángel Caído (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora