Mi Ángel Caído (Malec)

Capitulo 7: Bendita tierra.

Hola!! ¿Como estan pasando las navidades? Yo bastante bien :) ¡Feliz navidad retrasada! (como yo xD) 

Nos vamos acercando al desenlace, aun queda un poquito de tiempo, pero se va acercando el final, solo quiero aclarar que todas mis historias largas, duran 14 capitlos más Prologo y Epiligo, como My Tough Boy xD

Bueno, espero que les guste, que voten y dejen muchos comentarios. Los Amo <3<3<3

 Nunca el Edom me había parecido tan oscuro y terrorífico coma ahora. Me sentía tan solo y perdido… Jamás había sentido miedo, y ahora junto a la desesperación y la cólera hacía mi mismo era lo único que llegaba a sentir.

 Había destrozado mi habitación, y había prohibido la entrada a cualquiera, incluidos a Macra y Lucy.

 Había desecho y volcado la cama. Los libros de la estantería estaban esparcidos por el suelo y algunos les habían arrancado las hojas donde aparecían los ángeles y el amor. Las librerías se encontraban tiradas por el suelo, y las había roto a base de patadas.  Había rasgado los pocos cuadros que había en mis paredes, y había volcado mi escritorio y tirado todos los papeles que había sobre este. Había gritado hasta que la garganta comenzó a dolerme, y ahí estaba ahora. En una esquina de mi habitación, tirado en el suelo y llorando como nunca había llorado antes.

 Alexander… mi Alexander… no, ya no era mío. Era un ángel. Sus labios finos y rosados, estaban manchados por los míos.  Sus callosas y pálidas manos, ahora estaban sucias por haber tocado mi piel. Alec estaba manchado y enfermo por mi culpa, por mi culpa… por mi culpa.

 Querría verle y abrazarle, besarle hasta desfallecer por la falta de aire. Querría sentir sus manos recorrer mi cuerpo. Querría escucharle reír y que continuara ensañándome a tocar el piano. Querría estar con él.

 Continúe llorando en la oscuridad y soledad durante ¿minutos? ¿horas? No lo sé, y no lo quiero saber.

 Cerré los ojos. Estaba tan cansado de… de… todo. Cansado y asustado. Tenía tanto miedo por Alec, que el pecho me apretaba como si quisiese romperse por la mitad.

 Sin quererlo ni pedirlo, Morfeo vino a mi encuentro, trasladándome a su palacio de los sueños.

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 Ya esta. Debería funcionar.

 El pentagrama de sal ya estaba hecho. Las velas negras ya estaban colocadas. Y ya había recitado la invocación. ¿Por qué no funciona? ¿Acaso me he dejado algo atrás?

 Releí una y otra vez las páginas donde te explicaba como convocar a un demonio, pero por más que miraba y remiraba, no encontraba nada que no hubiera hecho ya.

 -No. No. No.-Repetí una y mil veces cuando no vi ninguna solución.- ¡Maldita sea!-Grite exasperado. Me despeine con frustración. ¿Qué faltaba?  ¿Qué?  

 Tranquilízate Alec, tranquilo. Mire detenidamente mi dibujo y vi lo que faltaba. No puse el nombre del demonio que querría llamar.

 -Muy bien, ya esta.-Dije al acabar de escribir el nombre de Magnus. Recite el hechizo, y tuve que cubrir mis ojos con mis brazos para no ser cegado por la luz que comenzó a radiar el pentagrama.  Un fuerte viento se levanto.

 Y de repente un rayo callo justo en medio del pentagrama, haciendo que una fuerte oleada de aire me golpeara, tirándome de espaldas al suelo. El polvo y el humo me envolvieron.