Capitulo 16: Una dura mentira.

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¡Hola! Ya he vueto a mi fea costumbre de tardar en actualizar, me cachis... xD bueno, ahora si que nos estamos acercando al final :( Y bueno... el siguiente cap, tengo la sensación de que me va a costar, no sé :/ Pero no preocuparse, ¡No preocuparse! xD 

Espero que os guste, que dejen muchos comentarios y que voten. Los Amo *3* ^^

Me mire de nuevo en el espejo. Con un poco de magia negra había logrado que mi piel dejara atrás su bronceado y luciera blanquecina. Bajo mis ojos de gato habían aparecido ojeras moradas. Mis labios se habían resecado,  de verdad parecía que estaba enfermo.

Suspire y toque mi cara. Con un poco de esfuerzo logre que mi temperatura corporal aumentara lo suficiente para que pareciera que tenía fiebre. Me veía horrible, y odiaba verme así, pero esto lo hacía por Alec.

Mire el reflejo de mi pecho desnudo. La verdad, he hecho un excelente trabajo.

Me vestí y mire una última vez mi reflejo antes de salir.

El invierno había llegado, y ahora atraves del cristal las ventanas cerradas se podía ver la blanca nieve. Aunque estábamos en lo alto de una montaña desértica, debido al brutal cambio respecto al calentamiento global, en el desierto nieva, como en todo el planeta. No era una nevada como hace tanto tiempo, si no que son nevadas parecidas a las del polo sur, pero gracias a la magia negra, estábamos a salvo y calentitos.

Alec estaba sentado en el diván que le serbia de banco. Estaba inclinado hacía adelante y con un lápiz estaba acabando los detalles de su obra. Ahora que no podía hacer gran cosa, se pasaba el tiempo delante del piano y escribiendo no sé que obra.

-¿Ya esta acabada?-Dije fingiendo la afonía.

Alec alzo la mirada y me miro. Sus ojos se abrieron como platos al ver mi pálida y enfermiza piel y mis ojos cansados.

-Oh por Raziel.-Dijo asustado. Tomo su bastón, pero antes de que pudiera levantarse y medio caminar con él (haciéndose daño por el esfuerzo) me acerque a él.

-Tranquilo.-Dije.

-¿Cómo que tranquilo?- Me pregunto indignado. Su rostro era un cuadro. Sus ojos azules que siempre transmitían fría calma ahora estaban aterrados. Había perdido el color, y sus manos (que agarraban con fuerza mis muñecas) temblaban.-¿Qué te pasa? ¿Es esa enfermedad? Tumbarte en la cama, avisare a Jimena, y los demás y…

-Relájate.-Le corte. Su voz sonaba rápida y nerviosa.-Tengo esta cara tan horrible por que aparte de estar enfermo, esta noche no he dormido prácticamente nada.

Alec se relajo con un profundo suspiro. Bajo las manos hasta que acabo tomando mis manos, se las llevo a la boca y las beso.

-¿Y porque?

-Estoy preocupado por ti.-Dije con total sinceridad. Me senté a su lado en el diván y Alec pronto aparto la partitura de mi vista. Como si fuera capaz de entender algo.-As avanzado mucho con tu recuperación y no sabes como me alegro, pero cada vez que caminas con ese bastón, pero cada vez que lo haces se te ve en la cara que te duele mucho y eso me quita el sueño.

Mi Ángel Caído (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora