Epílogo (2/3)

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Hey actualización rápida, he estado super inpirada y llevo dos dias enteros con esta parte, no prometo que la siguiente tarde tan poco como esta :) xD

Es un fragmento intenso y algo triston, solo queria que entendieran al personaje de Balthasar, porque es el más complejo que he creado jamás :) No me voy a enrrollar más porque estoy muy cansada xD

Espero que les guste, que voten y que dejen muchos comentarios. Los Amo *3* ^^

Me zafé del agarre que mantenía Graciela en mi brazo, para darme cuenta de que ya era muy tarde. Nos había tele-trasportado a otro lugar.

El paisaje era árido, el viento arrastraba tierra y arena, el cielo despejado y el sol daba fuerte. Estábamos en una zona montañosa, lleno de malas hierbas y yerbajos.

La mire sintiendo la ira arder en mis pupilas.

-¿Por qué lo has hecho?-Exigí saber.

- Ser profundamente amado por alguien te da fuerza, y amar a alguien profundamente te de coraje. El suficiente para enfrentarme a ti.-Dijo mirándome a los ojos.

Se veía horrible. Con los ojos rojos e hinchados, y los labios rojos y resecos. Quizás sea porque ahora soy Dios o porque la conozco pero, soy capaz de sentir toda su desesperación y tengo que decir, que jamás había visto y sentido una tan fuerte.

Lamí mi labio inferior con nerviosismo, no quería hacerle daño pero ya comenzaba a ponerme nervioso. ¡Maldita sea es Graciela! No quiero hacerle daño, pero... Balthasar se merece que le haga sufrir.

-¿Dónde estamos?-Pregunte mirando a mi alrededor.

-No nos hemos movido del lujar donde le estabas dando una paliza a mi marido.

-Sin segundas, sabes tan bien como yo que se lo merecía.-Dije frunciendo el ceño. Suspiré para calmarme y repare en sus palabras.-¿Qué quieres decir con que "no nos hemos movido"?

Graciela abrió la boca para contestarme, pero algo la acallo.

Tomo mi mano y me arrastro hasta que nos escondimos detrás de unas rocas. La mire sin entender, pero ella lo único que hizo fue un gesto para que guardara silencio.

Me señalo el borde de la montaña. Esperamos en silencio y agazapados durante unos cuantos segundos hasta que oí algo.

-Vamos, ya estamos cerca de la cima.

-¿Para qué quieres llegar a la cima?

Esas voces...

Unas manos aparecieron por el borde de la montaña, agarrándose con fuerza y subiendo. La cabellera castaña y rizada de Graciela apareció por el borde. Era diferente a la Graciela que tenia al lado. Esta estaba más sucia, llena de tierra y suciedad, con el pelo recogido y las manos llena de cayos y heridas.

Hizo una mueca de esfuerza mientras se ayudaba de los brazos para subir. Se puso de pie, y se sacudió el pantalón.

-¿Por qué nos escondemos?-Le susurré a Graciela.

-No son humanos, nos pueden ver.

-¿Necesitas ayuda?-Dijo la Graciela más joven asomándose al borde.

-Dame un secondo... y una cuerda.

Trague al escuchar su voz. Apreté con fuerza los puños, sintiendo mis nudillos blancos. Tenía ganas de salir de mi escondite y matar allí mismo a Blathasar, pero la mano de Graciela sombre mi puño cerrado me detuvo.

La Graciela más joven rio. Dejo la mochila en el suelo y saco una larga soga. La desenrollo, ato un extremo en una gran roca, se la posa por la cintura y dejo caer el otro extremo por el borde.

Mi Ángel Caído (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora