Capítulo O19: Do you listen to me?

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Sus labios chocaron con tanta fuerza que Tzuyu sintió un sabor metálico que la hizo sonreír, Minatozaki estaba desesperada por recibir atención y era porque no la había atendido en todo el día, le dijo que no podía tocarse porque si lo hacía se enojaría tanto que no la tocaría, ni siquiera la besaría, el problema es que Sana ha estado caliente desde la mañana, compartieron unos acalorados besos que hicieron que no pudiera más y le implorara que la tocará pero no lo hizo, tenía cosas más importantes que hacer, comprar algunas cosas para un tema personal que no le quiso comentar.

Así que estuvo aguantando las ganas de sentir la más mínima fricción porque por alguna razón ella sabía que Tzuyu se daría cuenta de que se tocó o que hizo el intento, estaba enojada y frustrada así que cuando la vio entrar se abalanzó hacia ella, la empujó a la cama y con desesperación se sentó en su regazo esperando ser premiada con lo que sea que le tenía preparado.

"¿Ansiosa?". Asintió mientras sin vergüenza alguna se frotaba con desesperación contra los muslos desnudos de Chou, ésta estaba extasiada viendo como esa chica con sonrisa tierna soltaba los sonidos más impuros que alguna vez ha escuchado, y eso le encantaba, saber que debajo de esa capa de ternura y falsa inocencia se escondía ésta persona que solo ella conocía. 

"Tócame por favor". Pidió, sentía que en cualquier momento lloraría si no mete aunque sea la mitad de los dedos dentro de ella, jadeaba y tenía tanto calor que sus mejillas estaban tan rojas que parecía que iban a explotar.

"Estás empapada". Minatozaki asintió a lo obvio, claro que lo estaba la había dejado tan mojada en la mañana que apenas y podía cerrar las piernas, le dolía y tenía la necesidad de tener algo dentro, ya sean sus dedos, su lengua o aquel juguete con el que se divirtieron tanto, se acercó a su oído. "¿Quieres que esté dentro de ti?". Cerró los ojos y asintió. "Pídelo". Bajó lentamente la lengua por su cuello hasta que llegó a su hombro y lo mordió.

"Te necesito dentro de mi, por favor". Se apoyó un poco de las rodillas, Tzuyu bajó la mirada y se mordió el labio, quiere comprobar lo apretada que está, metió dos dedos mientras la veía a los ojos. "Tzuyu". Gimió su nombre mientras apretaba sus dedos, estaba tan apretada que se impresionó, palpitaba y parecía que llegaría tan rápido al orgasmo que no le daría tiempo para embestirla como desea pero haría lo que fuera por su pequeña chica así que no tenía ningún problema.

"Me vas a volver loca". Sonrió y comenzó a penetrarla con rapidez, metía y sacaba sus dedos a toda velocidad mientras le acariciaba el clítoris, lo hacía en círculos mientras le besaba y mordisqueaba el cuello, le encantaba el olor que desprendía Sana, era tan exquisito que perdía el control en su cuerpo, estaba dispuesta a hacer todo por la japonesa.

Minatozaki saltaba en sus dedos, arqueando la espalda y gimiendo tan fuerte que Tzuyu se acercó para callarla, unió sus labios y abrió un poco los ojos al sentir los dientes de la castaña clavándose en su labio inferior con tanta fuerza que se quejó.

Sana se apoyó de los hombros de la menor, estaba tan cerca de llegar que sentía como sus paredes sofocaban los dedos de la contraria, quería llegar rápido pero sabía que si lo hacía no podría disfrutarlo, así que desaceleró moviendo las caderas en círculos para sentir como los dedos de la menor se abrían paso en su interior, entre abrió los labios y jadeó, estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba.

"Quiero sentir como tú coño aprieta mis dedos, sigue saltando". Le dio una nalgada y movió la mano esperando que la contraria acatará la orden, ésta asintió y nuevamente comenzó a saltar tan rápido que sus muslos ardían pero poco le importaba lo único que estaba buscando era la liberación para que Chou sintiera lo que quiere sentir, porque es lo que más desea, está completamente a sus órdenes.

"Tz-Tzuyu". Apretó los dientes y cerró los ojos con todas sus fuerzas, podía sentir como los dedos de sus pies se doblaban y sus muslos se tensaban, iba a terminar y no le querían fuerzas, por fin lo que tanto había estado esperando llegaría a su fin, el que tanto ha estado esperando.

"¿Que esperas?, termina". Y eso hizo, su espalda se arqueó dolorosamente mientras gritaba el nombre de la chica que acababa de darle el mejor orgasmo de toda su vida, rodó los ojos y le clavó las uñas en los hombros, soltando maldiciones tan alto que de seguro muchas personas la escucharon pero le daba igual, obtuvo lo que esperaba. "Tranquila". Murmuró y le dio un pequeño beso en la comisura de los labios, sonrió al verla tan exhausta, todo fue tan rápido pero a la vez tan intenso que seguía procesando.

"Me hiciste esperar tanto tiempo". Frunció las cejas enojada, no le había parecido nada gracioso y lo peor es que sigue pensando el por qué le calentaba tanto que le prohibiera hacerlo, es que sentía que debía acatar las órdenes de la menor por esa sencilla razón se quedó tanto tiempo aguantando las ganas que tenía de tocarse, es que llegó un punto en el que se volvió doloroso.

"Es que quería hacerte esperar porque sabía que ibas a llegar a esto". Bajó lentamente la mirada y se sonrojó al ver los muslos de Tzuyu empapados. "Vas a tener que limpiarlo". Susurró al sentir que alguien pasaba cerca de la puerta. "Así que te quiero de rodillas". Se mordió el labio. "Ahora".

Como pudo se arrodilló, al sentir el frío sueño en sus rodillas se quejó. "Me las vas a pagar". Rió entre dientes y suspiró. "Vamos Tzuyu abre las piernas". Se quejó ya que ésta solo se reía de ella. "No puedo contigo". Rodó los ojos

"Ni yo contigo".

sex toy ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora