Habíamos tardado cuatro días en llegar a la capital de Maletta, Willoble. Estábamos muy cansados pero llegamos a pesar de todo. La capital estaba cerca de la frontera con Dalkia. Descansé cerca de una ventana para ver si podía volver a cumplir misión de espía. Volví a ver a Mooncalf,pero esta vez,parecía muy dolorida. Me acerqué como alma que lleva el viento y pude ver como Hyle corría a socorrerla:
-¡¿Qué ha pasado?!-dijo Hyle.
-Mi corazón muere insatisfecho. ¿Acaso el hombre puede llegar a ser tan cruel como para quitarle a otro la vida que le mantiene ocupada? Siento no haber estado contigo...Luna.-dijo ella lanzando su último suspiro.
-He llegado demasiado tarde...-dijo él.
Un muchacho de pelo blanco y parche en el ojo, con ropajes verdes, se acercó a Hyle con sonrisa maliciosa:
-Veo que te han llegado noticias. Esta mujer se dirigió a Demuth de forma incorrecta. Me encargué de ella personalmente.-dijo aquel muchacho.
-Kierkess...Maldito seas.
Todo empezó a encajar. Volví a la base y le conté todo a Girardot:
-Vaya...¿Conque era la mujer de...? No me lo esperaba.-dijo él.
-¿Sabía lo de Luna?
-Lo sospechaba en gran medida. Pero ahora no es asunto nuestro.
Girardot se fue y yo le intenté seguir. De repente una larga espada tocó la punta de mi blanca nariz:
-Cuidado por donde vas. A veces hay que sobrepasar los obstáculos por debajo de ellos.-dijo Xiaoxin entre risas.
-Gran espada.
-Una Chinisse Sword. Es muy buena para atacar a distancia y en cuerpo a cuerpo. Pero es difícil de manejar. No lo intentes.
-Tiene razón. Es muy complicada.-dijo Jinkai-Más que la mía.
-¿Donde está vuestra espada?-dije.
-Esta pequeña de aquí atrás.-dijo dándose la vuelta. Tenía una gran rueda en su espalda. Daba vueltas lentamente. Al lado tenía una espada fina como la katana.-Es un arma de ninjas. Es una Onimaro & Tobicoage. Esta rueda de aquí me permite hacer cosas que no pueden los ninjas como tú.
-Demuestremelo.
Él asintió. De repente, se encontraba a tres metros del techo flotando. Luego me lanzó una bola de fuego:
-Es tu imparable,supongo.
-Sí. Fácil de esquivar pero muy fuerte en el golpe. No hagas mucho un ataque imparable. Hazlo cuando tengas el punto asegurado. Si te atacan mientras invocas el fuego,no lo esquivas.
-Ya estamos con las lecciones...¡Déjaselo a Girardot!-dijo Xiaoxin.
-Si,mejor que te lo deje a ti.-dijo Jinkai entre risas.
Me encantaba ver como se peleaban entre los dos. Xiaoxin era muy agradable y divertido,Jinkai era serio y amable. Tenían que chocar.
Era la hora de avanzar. Todos los baluartes enemigos estaban vacíos.¿Ese era el fin de Maletta? Solo había un pequeño puente haciendo un punto de reencuentro de los tres caminos que se separaban. Más adelante estaba el castillo de Maletta. Si lo conquistabamos,Maletta sería nuestra.
Castillo de Willoble,Maletta.(Minutos antes)
-Lo siento,pero no necesitamos ya sus servicios.Maletta ha elegido a su nuevo rey.
-¿Qué? ¿Cómo que nuevo rey? ¡Yo soy el rey! ¡El rey!-gritó Demuth.
Puente de Willoble.
Una pequeña base de piedra estaba delante nuestra. Entramos dentro y vimos una sala muy lujosa. Parecía que hubieran empapelado el oro de aquellas paredes con piedra vieja en el exterior. Contemplando el lugar,cayó una trampa en forma de jaula encima de mis compañeros. Yo me di la vuelta y vi a un personaje viejo,canoso,con los ojos pequeños. Vestía unos ropajes verdes y morados. Para ser el rey,Demuth no vestía muy lujoso:
-¡¿Cómo alguien tan despreciable como tú-dijo él sacando lo que parecía ser su espada-puede enfrentarse a este país,este rey?!
Sacó un abanico de su espalda. No pude evitar reírme de lo ridículo que parecía. Girardot tenía razón,¡menudo rey! No sabía ni pelear. Pero no me di cuenta de que Hyle estaba detrás de mí. Tenía en sus manos la preciada Lilia,la espada con la que ganó batallas innumerables. Pero yo ya tenía muy vistos sus ataques.
Venciendo empecé a pensar. Si los derrotaba sin matarles,ellos podrían escapar. Podrían reunir su Maletta en otro lado y volver a atacar a Grandall. Volvería la guerra. Pero,sin embargo,si les mataba,Maletta no volvería a unirse. Si llegara otro rey,dejaría de ser Maletta,el imperio de los grandes. Convenía más que ellos desaparecieran.
Bajé mi capucha de forma que no se viera mi cara. Los dos estaban muy dolidos y no podían defenderse. Les di patadas,cortes,... Acabaron los dos en el suelo:
-Pero,pero...¡Yo soy el rey! Aghh...-dijo Demuth antes de expirar.
-Sin mí, Maletta...-dijo Hyle levantando su arma y mirándola fijamente-Perdoname...Lilia...
Me di la vuelta y dejé la bandera puesta. Miré por una lujosa ventana abierta. Miré al frente. Kierkess estaba en medio del camino entre la base y el palacio. En ese momento gritó:
-¿Ya has muerto?No sirves para nada...¡Guerreros de Helgenoss! ¿Acaso nos rendimos fácilmente? ¡Al ataque!
Siete caballeros de Dalkia se abalanzaron sobre nosotros. Mis amigos liberados se dispusieron a atacarles. Todos cayeron y huyeron como pajarillos asustados. Kierkess parecía más nervioso que de costumbre:
-Inútiles...Bien,pelearé yo si hace falta. ¡Ven a morir!-me gritó.
Yo corrí hacia él. Él sacó su espada guardada en la suela de sus zapatos. Aquello me recordó a mi batalla contra Notus. Él resultado fue el mismo. Los dos fueron vencidos y huyeron como locos,solo que Kierkess gritaba a los cuatro vientos "¡Onhent Dalkia!" que significaba de algún modo "Viva Dalkia".
El castillo estaba cerca. Solo quedaba entrar y poner nuestro sello de destrucción. Pero había alguien allí. Aquel ladronzuelo con el que tuve que combatir en mi primera misión estaba en el palacio, vestido con ropajes blancos y dorados. Yo me acerqué para atacarle por sorpresa:
-¡Bienvenida!-dijo él de repente mientras me sobresaltaba del susto-Jaja...¿Sorprendida? Bueno,como verás,debo proteger a este país.
Yo no le dije nada. Solo le miraba con rencor:
-Tenía un perfecto plan para enfrentar a Dalkia y a Grandall y ponerme yo en el mando,pero...tu inesperada presencia lo ha destrozado. Lo pagarás muy caro... ¡Rey Chester para matarla!
Menudo idiota. Se tiraba demasiadas flores,pues lo vencí más rápido que al rey Demuth y su estupendo abanico. Este volvió a escapar y me dijo:
-Bueno,supongo que esto es una despedida. Pero nos volveremos a ver. Recordaré tu cara durante milenios. Nos veremos en alguna parte del infierno.
Maletta ya era nuestra. No quedaba nadie en la ciudad de los grandes. Solo quedaba Dalkia:
Ilustre Emperador Strife.
Misión cumplida. Maletta ya ha sido destruida. Envieme en una carta mi próxima misión.
La flor de loto.
ESTÁS LEYENDO
La guerra entre espadas
AdventureLa guerra está cerca...pero no sirven principiantes. El hombre elige su espada y la espada elige su destino y la verdad...