Habían pasado tres años desde que Dalkia fue derrotada. Tres años enseñando a grandalianos a batallar como buenos guerreros. Me he encontrado de todo en esta vida,pero quien iba a decir que la guerra volvería. Me llegó una carta de Strife que afirmaba que se habían revelado parte del reino y que debíamos hacerles frente. No figuraba quién era el cabecilla del grupo,solo que se habían refugiado en la antigua frontera de Dalkia.
Mi antiguo equipo no podía ayudarme,solo Abelia. Tuve que escoger a Tina,Yuilin y Luca para que me ayudaran en aquella misión.
Después de estar tres días cabalgando,llegamos a la base de Grandall. A lo lejos se veían banderas moradas con una franja blanca partiéndola por la mitad. Yuilin estaba muy emocionada:
-¡Porfin!¡Una batalla de verdad!
-¿Contenta?¡Yo tengo miedo!¡Es una batalla de verdad!-dijo Tina a Yuilin.
-Comandante Lilyan,¿por qué luchamos?-preguntó Yuilin.
-Poca información me ha llegado. Solo se que tendré que matar a más gente...-dije.
-Se han revelado contra el imperio,no aceptan nuestras normas ni las costumbres. Se han unido al cabecilla del grupo los nobles más fuertes,pero podemos vencerlos.-dijo Abelia.
-Comandante,aún no somos tan buenos batallando.-dijo Luca-No queremos decepcionarla.
-Batallais mejor de lo que pensáis.-dije-Habéis sido entrenados con mente sabia y con fuerza de dragón. No vais a fallar.
-No se mueven...-dijo Tina.
-Mejor. Adoptan una posición de defensa. Era coherente,no hay de que preocuparse.-dije intentando tranquilizala-Podría matarlos a todos con los ojos cerrados. Sé como se mueven,sé como se defienden,sé como atacan,sé su estrategia. Vamos,cuanto antes acabemos con ellos,antes nos iremos.
Todos los soldados salieron de sus baluartes y nosotros detrás. Poco a poco arrasábamos el campo desértico. Una bandera morada se alzaba en lo alto del baluarte principal rebelde. Todos los rebeldes huían despavoridos al verme,era como si ya supiera quien era. Gritaban como locos diciendo "¡Es ella!¡La muerte!". Yo me reía cuando salían huyendo.
Abelia no hablaba,tampoco me miraba. Parecía que tenía una burbuja para ella sola. No quise hacerla caso y me olvidé de ella por el momento.
Llegamos al baluarte principal enemigo. Una muchacha rubia estaba allí sola. Sujetaba en sus manos una lanza pesada y sus ojos azules estabn llenos de ira y miedo. Vestía como una noble de grado alto:
-¿Por qué luchais?¿Acaso no os sirvió nada de lo que os enseñó el General Girardot?-dijo ella.
-No pienso hablar con una rebelde.-dijo Abelia.
-Pues en ese caso,tendré que matarte.
-Lo siento,ese es mi trabajo.-dije-Recibe mis disculpas.
Ella me intentó atacar con su lanza.¡Pobre mortal! Le hice saber quién mandaba de verdad. La niña murió en medio de aquel desértico lugar. Tina me miraba extrañada:
-¿Por qué la matas? No lo merece...,creo.
-La guerra no es cuestión de compasión. Si la dejara ir,nunca acabaría la guerra.
-Pero si se mata al cabecilla,¿tendrian posibilidades de volver a atacarnos?
-Sí. Pueden elegir a otra persona si hace falta. Es igual que un reino.
-Sigue sin parecerme coherente.
-Pronto lo descubrirás. No hacen falta muchas batallas para entenderlo. La guerra es sinónimo de muerte. La paz no dura para siempre,no puede haber paz en todo el mundo. Siempre hay guerra y muerte que lo impiden. Mi padre murió así, no supo sobrevivir, yo lo haré.
-¿Cómo estás tan segura?¿Matarás a gente solo por diversión?
-Nunca mato sin motivos. Eso no es matar. Sigamos. El resto de los rebeldes están más adelante,huíran si no nos damos prisa.
Nos dirigimos al este hacia la antigua Maletta. No podíamos dejar que se escaparan...
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La guerra entre espadas
AventuraLa guerra está cerca...pero no sirven principiantes. El hombre elige su espada y la espada elige su destino y la verdad...