Epílogo

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(Yoonseok au. Omegaverse)

—¿Eres Jung Jimin? —preguntó una profunda voz masculina a través del teléfono

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—¿Eres Jung Jimin? —preguntó una profunda voz masculina a través del teléfono.

—Sí —contestó el alfa animadamente.

—Eh... mi nombre es Kim Namjoon. Soy amigo de Min Yoongi. Creo que lo conoces.

Jimin se puso en guardia de inmediato.

—Lo he visto un par de veces, pero no creo que pueda decirse que lo conozco.

—¿Está tu hermano con él esta noche?

—¿A cuál... eh... te refieres...? —Jimin se calló de repente. No pensaba contribuir más de lo que ya había contribuido a los líos de su hermano Hoseok—. Sí, eso creo. Se fue hace dos horas.

—¿Y aún no ha vuelto?

Ahora, Jimin se alarmó por motivos completamente distintos.

—¿Por qué? ¿Ha sucedido algo? ¿Qué ha pasado?

—No, lo siento si te he asustado, Jimin. Que yo sepa, no ha pasado nada. Sólo me preguntaba si habría vuelto a casa con la sangre de mi amigo en las manos.

—Ohhhhhhh —dijo el joven alfa, indicando con un suspiro que comprendía lo que quería decir Namjoon.

—Exacto.

—Yoongi lo sabe. Eso es lo que tratas de decirme, ¿no?

—Bueno, no era eso lo que creía estar diciendo, pero eres muy rápido. Algo que debía esperar del hermano de Hoseok, sin duda.

—Lo cierto es que a mí también me corroe la curiosidad, pero no sé nada —dijo Jimin, comprendiendo de repente que a Kim Namjoon debía pasarle exactamente lo mismo.

—No están en casa de Yoongi. ¿Sabes a dónde han ido a cenar? —preguntó el beta.

Como si estuvieran pensando lo mismo, Jimin dijo:

—No, pero...

—Pero ese Porsche rojo es fácil de distinguir. Podríamos ir a buscarlo. ¿Por casualidad tienes hambre?

—Puedo estar listo en diez minutos —dijo Jimin.

—Te recojo frente a tu edificio.

(...)

Más tarde, bajo un cielo púrpura, Yoongi volvió a tomar el trayecto largo de vuelta y aparcó el auto junto al mar. Hoseok se quitó los zapatos y caminaron juntos por la playa, tomados de la mano, a veces en silencio, a veces hablando, en perfecta paz.

Cuando llegaron a la zona de rocas, subieron al paseo, recordando la primera vez que pasearon por allí.

—¿Por qué no me dejaste besarte aquella noche? —preguntó Yoongi—. Estaba seguro de que querías, pero te mostraste inflexible.

Hoseok rió.

—¿Tienes idea de lo salvaje que parecías esa noche, Min?

—No. ¿Te asusté?

—En cierto modo. Esa noche llevaba una peluca muy pesada. Si hubieras empezado a acariciarme el cabello... y no fue sólo por la peluca, si no por todo el disfraz.

Yoongi rió y siguieron caminando. Por detrás de una nube surgió una luna dorada, acariciando el mundo con su frío fuego. Las olas rompían intermitentemente contra las rocas.

Hoseok se detuvo y Yoongi lo imitó de inmediato.

—¡Oh, Yoongi! Ahora sí que deseo que me beses —susurró el omega, con el corazón latiendo de amor.

Sin una palabra, el alfa lo tomó entre sus brazos y tomó apasionada posesión de sus labios. Cuando Hoseok se creía a punto del desmayo, Yoongi apartó sus labios y los llevó a su garganta.

Su cuerpo ya estaba dispuesto para el omega, anhelando darle placer, y también tomarlo.

—Alfa —susurró Hoseok, casi asustado a causa de la pasión que palpitaba entre ellos—. ¡Aquí no, Yoon!

El alfa alzó la cabeza y respiró profundamente.

—No, aquí no. Vamos a casa, mi hermoso omega.

—Sí —dijo Hoseok—. Vamos a casa.

FIN

 Lo que quieras de mí (LQQDM)


Lo que quieras de mí  ✰ SOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora