UNTIL DEATH BRING US. 《TaeKook》

Dean Dubois...

ADVERTENCIA

Este capitulo contiene temas delicados y crudos que tal vez puedan llegar a no gustar, porfavor leer con discreción, no se busca la romantización de estas conductas ni ofender a nadie.

Si estas sufriendo algo parecido a lo descrito, por favor busca ayuda de algun profesional y no olvides lo valioso que eres.

Gracias.

Dean Dubois llegó a mi vida la primavera del 2013 y se fue de ella el otoño del 2014.

Dean Dubois significo tanto, que su partida me dolerá la vida entera y las que me quedan.

Pero, ¿Quién fue Dean Dubois?

¿Un loco desquiciado o un necesitado de amor?

Aún recuerdo la primera vez que escuche su nombre; el chico italiano totalmente desquiciado.

"Cerdo loco Dubois" ese era el apodo que la gente le había puesto.

Dean era conocido, bastante en realidad; su actitud burlona hacia cualquier persona y su sarcasmo en cada palabra que decía era lo que lo caracterizaba entre la multitud.

Nunca fue un chico normal, pero estoy seguro de que tampoco quería serlo; le gustaba ser el "cerdo loco Dubois", lo hacía diferente, lo hacía especial.

Y vaya que lo era, Dean era definición de basura adolescente como lo llaman los adultos, aunque a mí me gustaba llamarlo la divina revolución.

Dean era tanto y a la vez era nada.

Cuando conocí a Dean mi vida era normal y tranquila, al menos eso era lo que yo creía; estudiaba todos los días, era el mejor en la generación, capitán del equipo de basquetbol, artes marciales los jueves, italiano e ingles los miércoles. Mi vida era "perfecta" ante los ojos ajenos.

Pero, ¿Realmente era feliz?

Por supuesto que no, era el sueño frustrado de mis padres que esperaban lo mejor de mí.

La forma en la que nos cruzamos por primera vez fue bastante peculiar.

El primero de septiembre de 2017, uno de mis mejores amigos, jay. Yacía golpeando a Dean con fervor en el patio central del colegio después de las clases.

Recuerdo haber estado saliendo de un entrenamiento y ahí estaban; Jay y su pequeño grupo de amigos sosteniendo a Dean por los brazos mientras que Jay lo golpeaba sin parar.

No pensé mucho en ese momento, sabía que tenía que ayudar a ese pobre muchacho. Y tal como lo pensé lo hice, no importó perder una amistad, no podía dejarlo así.

Cuando lo dejaron, lo mire con atención por primera vez; tenía la camisa sucia y arrugada, de su nariz chorreaba un hilo de sangre y su cabello plateado estaba alborotado tapándole aquellos ojos azules que lo caracterizaban.

Lo más curioso de Dean, fue que en ningún momento borro aquella sonrisa socarrona; siempre la mantenía en alto, era su especialidad.

Recuerdo que lo único que me dijo fue:

—¡Gracias Jeon! Feliz Cumpleaños!—

Si tan solo hubiera sabido que a partir de ese día no iba a poder quitárme a Dean de encima, y aunque no me arrepiento, su marca aún duele y seguirá doliendo.

Después de ese día comenzó a acercarse a mí poco a poco; me saludaba todos los días, se sentaba junto a mí en clase, a veces se acercaba a mí en los recesos e incluso se ofreció a ayudarme con una tarea.