¡Tú, no tienes la culpa!

Capítulo 17. Verdades que duelen. I.

Dos días habían pasado y Seung Jo a penas estaba despertando... lo primero que imagino al intentar abrir los ojos y encontrarse con una luz resplandeciente fue – por fin mi vida ha terminado - ¿pero si nunca he sido buena persona? ¿Por qué?

Sin embargo, la voz de su madre lo devolvió a la realidad.... Hijo ¡lo sabía! Mis oraciones serian escuchadas, estas bien. Todo va a estar bien... tu padre y tu hermano hemos estado al pendiente de todo...

La escucho, pero no puedo responder.... Pero me duele escucharla hablar así, he sido un mal hijo.. nunca le he dicho cuanto la quiero y lo agradecido que estoy con ella... por el contrario solo he tenido palabras para hacerla enojar.

Muevo mi mano, intentando llegar a la suya... - m m m a a a

No te esfuerces hijo... voy a llamar al doctor...

¿Qué ocurre con mi cuerpo? ¿Por qué me duele todo? De pronto recuerdo el momento del accidente, me encuentro como en cámara lenta pasando por mis ojos cada instante, salía del bar – esa noche había bebido más que otros días, pero el dolor era tan mayor... había llegado a la casa de Ha Ni ¡Quería Verla, sin embargo, después de timbrar por un buen rato, imagine que no estaba en la casa! Cuando estaba por irme – observe el auto de ese hombre – imagine que la dejaría en la casa. ¡pero no fue así! El ingreso con ella y el tiempo paso y no volvió a salir.... No tenia que ser un tonto para imaginar lo que esta ocurriendo al interior de esas paredes – el dolor, la rabia y los celos hicieron en mi que la irracionalidad llegará. Tome el auto, quería ir al bar a ahogar mis penas, pero de pronto perdí el sentido de las cosas y de pronto – solo sentí que choque con algo, un fuerte ruido, el impacto taladro mi cuerpo y no pude moverme – entre el dolor todo se fue oscureciendo...

Después de la valoración del doctor, me fue informado que las lesiones de la medula espinal eran complejas y necesitaría de tiempo para recuperar la movilidad... si, en palabras generales todo sonaba mal y el resultado final era patético... pero a estas alturas no tenia deseos de nada – estaba dispuesto a aceptar lo que tuviera que pasar – no iba a seguir causándole problemas a mi familia y como hombre tenia que aceptar que yo y solo yo había sido el culpable.

No dije nada... la recuperación seria lenta, bueno no tenía nada buena que hacer. Era cuestión de tiempo...

Hijo tengo que decirte algo importante – tienes que tomarlo con calma –

Gire mi rostro para verla –

Ha Ni, ella ha estado viniendo, también esta preocupada por tu salud. De hecho, ella...

Madre... no quiero verla... ¡Por favor!

Pero hijo, ella espera afuera para entrar. ¿Cómo voy a decirle que tu no quieres verla?

Exactamente así. Dile que agradezco su preocupación, pero que no deseo verla. Es lo mejor.

Hijo, ¿acaso quieres que se sienta culpable?

¡No madre! Simplemente, no voy a permitir que ella sufra por cosas que no le corresponden.

No entiendo.

La conozco, si me ve en este estado, se va a culpar, querrá estar a mi lado, para mitigar mi dolor. – pero no quiero eso – ella y yo no somos más que... bueno no somos nada. No quiero verla. Puedes respetar eso, por favor.

Aunque no entiendo tu punto. Lo hare. Pero quiero que sepas que...

No madre, no hay nada mas que hablar. Lo único que te pido es que trates de hacerle ver, que estoy bien. Pero necesito tiempo. Así no intentará regresar a verme.