Nos subimos al auto y salimos de la casa en mi mente voy pensando
alguna excusa que darle al señor Gregori cuando me regañe por llegar a su casa y
no encontrar a su hija ahí
Conduzco callado, ella mira por la ventana la carretera, de pronto el móvilde Luz comienza a sonar.
Papá... No, deja que te explique No, no quiero estar en casa, le pedí aWill que me lleve a la playa...
Puedo oír cómo la voz del señor Gregori resuena a través del teléfono, deseguro está hecho una furia.
No, papá, no te preocupes Will estará conmigo todo el tiempo. Soloserá un par de horas, no quiero estar en casa necesitaba salir de ahí, entiende por favor
Al parecer el señor Gregori cede ante la petición de su hija porque ella sedespide con un "te quiero, papi" y corta la llamada.
Ya falta poco para llegar hasta la playa desde la llamada del padre deLuz que no hemos dicho ni media palabra.
Estaciono en la playa y ella se quita las zapatillas de lona dentro del auto se arremanga los jeans y sale a toda velocidad hacia el mar.
Condenada chiquilla... digo por lo bajo me quito los zapatos conuna rapidez digna de un récord y la sigo no puedo separarme de su lado,
menos si de verdad corre peligro.
Siempre me ha gustado el mar, ¿sabes?...dice mientras camina por laorilla de la playa y una ola le moja los pies.
Sí, se nota...le digo siguiéndola a una distancia donde el agua no metoque.
Ella sigue así por un buen rato, jugueteando con cada ola que llega a suspies, se ve feliz y mucho más tranquila que hace una hora atrás cuando se
encontraba en su casa
Abre los brazos y sonríe ampliamente elevando su rostro al cielo, como siquisiera que el sol la besara, yo sonrío ante su actitud nunca había visto a
alguien que disfrutara tanto de un día de playa más que a los niños pequeños que llegan por aquí en pleno verano
De pronto, siento que el agua me salpica Luz ha pateado agua en midirección y me ha llegado hasta la cara.
Oye Luz... digo con voz de reprimenda.
Era para que espabilaras, parecías muy distraído..dice sonriendotraviesa y vuelve a dar pequeños saltos hacia el agua alejándose de mí.
Al verla como sigue jugueteando, me digo mentalmente que sí estabadistraído, la estaba mirando a ella y una alarma comienza a sonar en mi cabeza
Estoy trabajando y no puedo permitirme una distracción Siempre debo estar observando todo a mí alrededor, siempre atento, por ella.
Me regaño mentalmente y el pensamiento de "fue una muy mala ideaaceptar este trabajo" retumba en mi cabeza.
Veo que Luz camina de vuelta y se detiene frente a mí
¿Ya te cansaste?..pregunto con un poco de ironía.
No, podría estar todo el día aquí, el mar me tranquiliza, pero
ESTÁS LEYENDO
El guardaespalda!
Teen Fiction"Cuando ya no resta nada por dar. La pasión es lo que nos saca adelante"