¿Quién iba a decirlo? (one direction)

Capítulo 9: El secreto de Sophie (Austin)

Punto de vista de Austin

Me desperté por el riquísimo olor a panqueques, hace tanto que no comía de esos. Mire para el otro lado de la cama y Lucy ya no estaba, no sé como duerme tan poco. Me levanté y fui hasta la habitación de Ezequiel, quien estaba todo desparramado y durmiendo muy profundamente, en este caso, no sé como él puede dormir tanto, parece apropósito, el más grande duerme como oso en invierno, yo como alguien normal y la más chica como bebe que se despierta temprano o porque tiene hambre o porque se hizo sus necesidades.

Dejé de pensar en cosas sin sentido y me fui guiando por el riquísimo olor. Llegue a la mesa en la que había 1 plato lleno de panqueques, 2 individuales, 2 vasos, leche y algunos dulces y mermeladas. Después ví una nota que decía

“Buenos días bellos durmientes, si están leyendo esto es porque me fui, hoy voy a ir a desayunar con los chicos, si tienen alguna duda, no duden en mandarme un mensaje, hice el desayuno, espero que lo disfruten, la hermana más hermosa que tienen

                                                                                                                                                              Lucy”

-Esta chica hace lo que quiere – dije en voz alta aunque nadie me escuchaba.

Me senté a comer  cuando quedaban unos 5 panqueques apareció Ezequiel el zombi.

-Buen día, ¿qué es eso que tenes en la cara?

-¿Qué cosa?- pregunto tocándose la cara, con cara de preocupado.

-Ah, no nada, creí que tenías la almohada pegada en la cara.

-Muy gracioso, ¿Quién hizo esto? – dijo mientras se sentaba al lado mío y se preparaba uno – hace mucho no comíamos de estos – dijo mientras sonreía para el mismo como recordando la última vez.

-Lucy.                                           

-¿Te acordas cuando mamá estaba siempre con nosotros, no trabajaba y nos daba para el desayuno panqueques?-Los 2 sonreímos ante el recuerdo.

-Si me acuerdo, estaba siempre con nosotros.- nos quedamos en silencio, recordando todos los buenos tiempo con ella.

-Bueno, limpiemos esto y le hagamos un almuerzo a Lucy, espera, ¿dónde está Lucy? – dijo dándose cuenta recién de la ausencia de su hermana.

- Se fue a desayunar con sus amigos famosos – dije con cierta molestia en mi voz.

-Y al escuchar tu tono de voz, supongo que, ella no te pidió permiso .

-Dejo una carta – dije estirándole el papel. El frunció el seño.

-Voy a mandarle un mensaje.

Mientras Eze escribía el mensaje, yo empecé a limpiar.

-Ya le aclare que no puede irse sin permiso pero que de esta pasa porque nos hiso panqueques – dijo sonriendo – bueno, hagámosle el almuerzo a nuestra pequeña, pero desorejada hermanita.

-¿Y qué le vamos a cocinar?

- Ya inventaremos algo – dijo empezando a sacar cosas de las alacenas.

A la hora siguiente, escuchamos a Lucy llegar y gritar

-Llegue.                     

- Estamos en la cocina – Grité– ¿Nos ayudas? – lo único que hiso fue romper en risas.

-¿Cómo paso esto? – preguntó mientras se calmaba.