Pov: HarrySin darme realmente cuenta, los días habían pasado en un abrir y cerrar de ojos. Hoy era 11 de agosto, un día antes de mi audiencia dónde sé decidiría si podía o no seguir siendo alumno de hogwarts.
Aunque no quisiera admitirlo mi temor crecía a cada segundo que se acercaba aquella audiencia. Hogwarts era mi hogar, o el único al que consideraba uno.
Los últimos días Molly nos ha hecho limpiar toda la mansión al muy estilo Muggle a pesar que tanto Fred como George ya eran mayores de edad. Pese a sus protestas Hermione cómo siempre metiéndose en todo había expresado su desconformidad de que a ellos si se les permitiera usar la magia y a ella no, Si, solo se nombró a ella.
Últimamente no podía soportar pasar un minuto de su tiempo con quiénes creía eran sus mejores amigos, sus actitudes cada vez se hacían más irritantes para mí por lo que prefería ignorarlos cosa que no les gustaba a ambos si sus miradas de molestia por parte de Ron o el disgusto y reproche por parte de Hermione me decía algo.
Y la verdad no me importaba en absoluto cosa que me sorprendia a mi mismo, en antaño hubiera corrido a ellos sin importar que tan mal me hayan hecho sentir por mi miedo a perder lo único que le daba sentido a mi vida, tener a alguien quien fuera mi apoyo.
Pero desde el último año me di cuenta que solo me tengo a mi mismo. Tal vez madure, tal vez la muerte de cedric me hizo darme cuenta de cosas que aún no podía identificar y eso me asustaba pero a la vez me hacía sentir bien.
Era la hora del almuerzo y a pesar de que tenía hambre no quería bajar a la cocina, escuchar a Molly regañar a todos sin importar que fueran adultos o no, escuchar las discusiones con Sirius o como ni se preocupaba en corregir a Ron quien comía como cerdo y había dejado a varios sin poder probar bocado alguno.
Mi mente estaba perdida en un viejo libro que había encontrado en uno de los cajones de la mesa de noche al lado de la cama en la que duermo cuando estaba limpiando a pedido de Molly.
El libro realmente era interesante, hablaba de la mayoría de tradiciones del mundo mágico. Lo era ya que nunca había sabido nada de esto antes.
El libro hablaba de las principales celebraciones mágicas como el Samhain. Una celebración que se realiza el 31 de octubre. Muy a diferencia de Halloween, está celebración busca conectar con tus ancestros de forma tanto mágica como espiritual cuando el velo de la vida y la muerte está lo suficientemente débil justo cuando la luna está en su punto más alto.
Antiguamente los magos y brujas usaban está celebración para conmemorar a sus ancestros y renovar su magia familiar.
Al parecer está celebración fue prohibida por el ministerio segundo por magos nacidos de muggles al conciderarla oscura y pagana. ¿Por qué? No lo entendí. Pero se leía que era sumamente fascinante por lo que podría intentar la el 31 de octubre y así poder conectar con sus padres de alguna forma.
El libro explicaba como debía realizarse de forma correcta. Debías colocar un altar repleto de frutas frescas en cuencos de madera de nogal negro, tenías que quemar el altar usando plumas de cuervo como mechero y lanzar un troso de pergamino con el nombre de tus ancestros o las personas con las que querías conectarte. El pergamino debía estar escrito en sangre puesto que era la forma más eficiente de conectar con tus ancestros.
Mi lectura fue interrumpida en el momento en que la puerta del cuarto fue tocada suavemente por alguien. Levantando mi vista pude ver a cierta pelirroja muy conocida para mí con quién había estado pasando la mayor parte del tiempo en el que había llegado.
– Hola ¿Interrumpo? – dijo ella con una leve sonrisa, en sus manos podía ver una bandeja de comida junto una jarra de jugo de calabaza y un pastel de melaza, mi favorito.

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𝙵𝚊𝚕𝚜𝚊 𝙸𝚍𝚎𝚗𝚝𝚒𝚍𝚊𝚍
FanficLa vida de Harry Potter desde su primer año estuvo llena de dolor, muerte, sangre, engaños y manipulación. Toda su vida fue una montaña rusa de tragedia y falsa felicidad. Cansado de todo dolor y sufrimiento decide huir de lo que se piensa es su des...